El otoño se despide con el récord de lluvias de la década

A.G.M.
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Los más de 195 litros recogidos en la estación suponen la cifra más alta desde 2006, cuando se llegó a 212. Los 26 días de precipitación de noviembre marcan un hito meteorológico en Valladolid, al ser el mes con más días de lluvia de la historia

Lluvia en Valladolid - Foto: Jonathan Tajes

El otoño se despide a las 5.47 horas de la madrugada del domingo 22 de diciembre y lo hace con la satisfacción del deber cumplido. Porque si hay algo que tiene encomendado un otoño por estos lares es aquello de dejar un tercio de la lluvia del año y en esta estación que se despide durante el fin de semana se han contabilizado 195 litros, por los 433 que, de media, se vienen recogiendo durante las últimas tres décadas en Valladolid. Misión cumplida, por tanto.

Fue un otoño lluvioso per se, pero al que se le sumó estos últimos días el paso de la borrasca ‘Elsa’ y sus 46 litros en poco más de 24 horas para elevar los 149 que se habían recogido en Valladolid hasta el 18 de diciembre a niveles históricos.

Atrás quedan los 181,2 litros que se registraron en el otoño de 2012 (con un 17 de octubre en el que se llegó a 27,8 litros) y los 176,6 del de 2014 (24,7 un 23 de septiembre). También los 158,6 de 2010 (ese año se recogieron 19,4 litros en un 5 de diciembre) y los 134 de 2018 y 2013 (con picos de unos 17 litros un 4 de noviembre y un 28 de septiembre). 

RÉCORD DE NOVIEMBRE

Datos todos ellos inferiores a los de este lluvioso otoño de 2019, que se irá con un registro cercano a los doscientos litros, el más elevado desde el otoño de 2006, cuando se registaron 212 entre el 21 de septiembre y el 20 de diciembre. Cifra, la de este otoño, que se sustenta en los 67,6 acumulados en octubre, cumpliendo con su vitola de mes más lluvioso en Valladolid (son 55, de media; y en los 61,4 de un noviembre tan a la gallega que hasta se ha colado entre los hitos meteorológicos históricos de la provincia por ser el que más días de precipitaciones acumuló, hasta sumar 26. Porque ni en noviembre ni en ningún otro mes del año se había llegado a concentrar tantos días de lluvia, tal como destacan desde la Aemet. Y, de ellos, 22 con precipitaciones «apreciables».

Nada que ver, por ejemplo, con las 18 jornadas de lluvia que se apuntaron en noviembre de 2018 y, sobre todo, con el único día de precipitaciones que hubo en el mes de noviembre de 2017.

Esos 26 días (de 30) con lluvia de este 2019 son uno más que los 25 que hubo en diciembre de 1989, que los 23 de abril de 2000 y que las 22 jornadas de agua anotadas en enero de 2016 y octubre de 1979. La lista de hitos mensuales que maneja la Agencia Estatal de Meteorología destaca también los 21 días de lluvia que se registraron en febrero de 1977 y marzo de 2001, los 18 del mes de junio de 1992, los 17 de septiembre de 1993, los 14 de julio de 1987 y los 10 de agosto de 1998.

La radiografía de lluvias de este otoño vallisoletano se completa con los 10,6 litros registrados en los diez días finales de septiembre y los más de 54 registrados en los dos primeros tercios de diciembre.

Y en la comparativa de los tres últimos meses completos -este es el trimestre meteorológico otoñal que se toma como referencia en la Aemet- se descubre cómo la cifra de precipitaciones se iría hasta los 188 litros (se dispara por aquellos 37,2 del 18 de septiembre), lo que serían exactamente 50 más de lo que establece la media de las tres décadas anteriores (1981-2010), que dice que son 138: 59 para los septiembres (31 es la media), 67,6 para los octubres (55) y 61,4 para los noviembres (52).

Son tres meses en los que, en cambio, los termómetros clavaron casi las medias: 19 de máxima (19 también es la temperatura media de este trimestre) y 8,7 de mínima (9,2).

TEMPERATURAS NORMALES

En septiembre el mercurio se movió entre los 25,4 (la media de las tres últimas décadas es de 25,6 grados) y los 12,0 (11,3); en octubre, entre 20,1 (18,9) y 8,9 grados (7,6); y en noviembre, de 11,7 (12,4) a 5,2 (8,6 es la media).

Volviendo al otoño social, al que va del 21 de septiembre al 21 (o al 22, como este año) de diciembre, los picos de los termómetros en la provincia vallisoletana estuvieron en los 28,9 grados registrados el 8 de octubre, en el punto álgido de aquel eterno ‘veranillo’ de últimos de septiembre y casi la primera quincena de octubre; y en los -1,1 grados de la mañana del pasado 19 de noviembre, que, por otra parte, ha sido uno de los últimos tres días en los que el mercurio ha bajado de los cero grados en este otoño, junto a los -0,6 del 16 de noviembre y los -0,2 del 4 de diciembre.

Cifras que están dentro de lo normal en los últimos, sobre todo, en lo que a las máximas se refiere, ya que si bien en los dos últimos otoños se llegaron a superar los 30, en la mitad los de esta década se movió en esa horquilla de los 27 y 28 grados. En el caso de las mínimas sí se atisba un cierto cambio, ya que lo normal venía siendo que, pese a ser aún otoño, hubiese más fechas a bajo cero y que el mercurio ya cayese más, alcanzando incluso los -6,3 como ocurrió en 2013.

Pero el otoño ya es (casi) pasado. Ahora es el momento del invierno. Serán 89 días, con sus 2.136 horas por delante... ya que acabará a las 3.50 horas del 20 de marzo, y en las predicciones estacionales que lleva a cabo la Aemet se atisba para esta zona del país un invierno cálido y seco. 

Y en meteorología esto significa que las temperaturas estarán en la franja más alta dentro de las cifras de lo habitual en Valladolid y que las precipitaciones, en la más baja. Traducido a cifras, lo normal es que diciembre salde su paso por esta provincia con unas máximas que se mueven en la media de los 8,6 grados, mientras que las mínimas rondan los 1,3 y las precipitaciones suelen alcanzar los 53 litros. En el caso de enero, el termómetro baja algo hasta los 8,2 (de media) en las máximas y los 0,2 en las mínimas, mientras que las precipitaciones no suelen superar los 40 litros por metro cuadrado en todo el mes. Menos todavía llueve en febrero en Valladolid, periodo en el que se queda en los 27, con el mercurio ya en ascenso tanto para las máximas (11,2), como para las mínimas, si bien esto es menos acusado (0,7) y no se empieza a apreciar hasta un marzo en el que las temperaturas se suelen mover ya en la franja de los 15,2 y 2,8, con apenas 22 litros de lluvia.

NOCHEBUENA A 17 GRADOS

Lo que parece garantizado es que el invierno arrancará con el mercurdio por encima de la media para un fin de año con atípicas mínimas, por encima de los 5 y con máximas que se podrían ir a los 17 en Nochebuena.