Les parece mentira haber llegado hasta el primer puesto en la tabla de la tercera división de la liga de empresas, a ellos, que al principio de la temporada tenían como objetivo juntarse siete para poder jugar. Pero al acabar la primera fase –el torneo apertura de la Liga de empresas–, de la Fundación Eusebio Sacristán patrocinada por Recoletas, rozan ya el ascenso a la Segunda si continúan con su racha de buenos resultados. Lo que arrancó como un ‘y si hacemos...’ en la quedada de abogados de ferias se ha convertido hoy en un gran equipo de veinte que no solo juega los fines de semana, también se entrena los miércoles. «Hicimos el equipo llamando a unos y a otros, incluso llamamos a algunas de sus mujeres para que les dieran permiso y hasta  prometimos cuidar a los niños...», bromea el capitán del equipo del Colegio de Abogados de Valladolid, Juan Pablo Busto Landín, un gran aficionado al fútbol que juega también en la liga de la Federación de Peñas del Real Valladolid como delantero de Barco Busto Landín Abogados. Él fue el promotor de la idea, y, a punto de fichar por otro equipo, formó este con sus colegas de profesión.

Algunos son nuevos de verdad, no solo en la liga, también en el fútbol. Tan nuevos que ni siquiera habían jugado nunca ni a fútbol sala ni a fútbol 7... «Y a partir de las primeras jornadas se lo están pasando muy bien», apunta Busto. Otros ya jugaban contra otros colegios de abogados, pero de forma más distanciada, una vez al mes. 

Con ellos han llegado a la competición los chicos de Synersight, una empresa vallisoletana de ingeniería, con un equipo formado en su totalidad por trabajadores de la empresa. «El equipo surge de cero, la mayoría de nosotros habíamos jugado por separado al fútbol, pero nunca fútbol 7 y tampoco nunca juntos», explica el responsable del equipo, Axel Rodríguez.