Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Ciudadanos kaput

12/03/2021

Los idus de marzo no han salpicado, de momento, los ventisqueros de la meseta. El terremoto en Madrid, con epicentro murciano y onda expansiva nacional, respeta tanto Andalucía como Castilla y León. Lo certifican el presidente y el vicepresidente de la comunidad, más por blindarse ante el espejo que por auténtico convencimiento: costará mantener las alianzas cuando los compañeros de otras circunscripciones ya enarbolan el piolet asesino. Estamos a medio minuto de ser la confederación multiusos que anhelan los cantonalistas, aunque no hasta el punto cuántico de que uno pueda besarse frente al Pisuerga y acuchillarse en Sol. Un buen amigo me comenta su decepción. No crean que lo suyo fue ejercer sólo de testigo. Conoce las entrañas. Estuvo desde el minuto uno cerca de Ciudadanos. Hablo del Ciudadanos de aquellos intelectuales comprometidos con la razón, la Ilustración, el humanismo y una serie de valores y convicciones próximos a la mejor progresía estadounidense, la que representan académicos como Steven Pinker, Jonathan Haidt o Mark Lilla, por afinar. Ahora contempla las ruinas humeantes y degusta el nauseabundo olor a azufre del napalm en el sombrío amanecer de la jungla política. El sueño fue bello y noble, pero en lo que un día consideró como cercano ya no encuentra sino una agencia de colocación. Un cementerio de elefantes donde más vale comenzar a rescatar a los mejores. Para mí, en cualquier caso, el gran problema sigue donde solía. Ciudadanos nace para articular una herramienta que permitiera a los dos grandes partidos librarse del yugo mafioso que hasta entonces jugaron los nacionalistas. El ventajismo de la izquierda traidora y la fortaleza de los venenos identitarios en buena parte del país masacró las mejores esperanzas. Pero seguimos donde estábamos en 2005. Con el PSOE y el PP supeditados a los chantajes de los chamanes periféricos y la nación supeditada a sus intereses. Al menos ya no suena a tabú discutir los mantras neofeudales.