Inigualable, única y perfecta. Son algunos de los adjetivos que ha recibido una de las sagas más grandes de la Historia del cine: la trilogía de El Padrino (1972, 1974 y 1990). Ahora, casi medio siglo después de que Francis Ford Coppola escribiera y rodara a toda prisa la primera entrega de la familia Corleone, Paramount Pictures lanza en Blu ray las tres partes de este referente cinematográfico, además de otros extras como un árbol genealógico del famoso linaje mafioso, tarjetas originales y retratos coleccionables.

La adaptación magistral del realizador estadounidense de la novela de Mario Puzo narra el ascenso y la caída del legendario clan. Nominada colectivamente a 28 premios de la Academia del Cine, las películas ganaron nueve Oscar, incluyendo el galardón a mejor película para El Padrino y El Padrino parte II.

Fue tal la obsesión del director de Detroit  por el libro de Puzo (The Godfather), que logró más de un millón de ventas en su primera semana, lo que estimuló a Coppola a narrar una historia sobre mafiosos al más puro estilo western. Para ello contó con algunos de los más grandes actores del momento: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan o Robert Duvall.

Una vez que tuvo consigo todos los recursos necesarios, económicos incluidos, el director tuvo tan solo 62 días para realizar lo que a la postre sería una obra maestra.

Durante casi tres horas, el espectador asiste a la lucha de poder entre las familias mafiosas de Nueva York, con protagonismo de la encabezada por el veterano don Vito Corleone. 

La cinta tuvo tal éxito que la gente era capaz de esperar horas haciendo cola para verla. Hoy en día, El Padrino es considerada por muchas listas especializadas como la mejor película de todos los tiempos, incluso por delante de Ciudadano Kane y Casablanca.

Una vez superada la gloria inicial de El Padrino, se pensó en realizar una segunda parte, y a pesar de que Coppola al principio se negó a realizarla, finalmente accedió a cambio de ser el guionista, director y productor de la Parte II. Esta vez, cineasta y autor escribieron paralelamente las dos historias que narra esta segunda entrega: la continuación de la primera a través de Michael como jefe de los negocios familiares y la narración de los orígenes del patriarca don Vito, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a la cúspide del clan más poderoso.

El director solventó el pequeño problema de interpretar al joven mafioso con la elección de un desconocido Robert De Niro, una decisión que resultó plenamente acertada.

Pasaron los años y Coppola realizó otros exitosos proyectos, como Apocalypse Now o Peggy Sue se casó, pero llegó un momento en que decidió volver a dar vida a El Padrino, más por una cuestión económica que artística o creativa. 

En esta entrega se muestra a un Michael más débil y anciano, y con falta de poder y decisión, algo que no fue del agrado de crítica y público. Sin embargo, y a pesar de ese traspié, la trilogía fue una obra redonda y una de las más perfectas de la Historia del cine.