Valladolid Tierno Galván se llevó la victoria en su visita al campeón gallego, O Parrulo de Ferrol, dentro de la segunda fase de la División de Honor Juvenil del fútbol sala nacional y se aúpa al liderato, empatado a puntos con su rival de este fin de semana.

El conjunto de Garci se presentaba en la localidad gallega con la difícil misión de asaltar la cancha del hasta entonces líder en solitario de la tabla clasificatoria. Un choque de poder a poder en el que los tres puntos valían todo su peso en oro.

Los primeros veinte minutos de juego dieron para mucho más que para el árido empate sin goles que lució en el marcador a la conclusión. Los pupilos de Garci lo intentaron de todas las maneras, desde lejos, desde cerca, por las bandas y por el centro, pero la pelota estaba de no entrar y no hubo manera de descerrajar la portería de un conjunto gallego que entre sus armas en cancha escondía la portentosa actuación del guardameta.

Cierto que el cuadro local tuvo que remar contra viento y marea y apagar el fuego según le venía, pero tampoco le perdió la cara al partido y buscó en más de una ocasión el tanto que le hiciera tomar la delantera en el luminoso. Miguel Pelayo fue el antídoto perfecto bajo palos que frenó en seco las acometidas del bando rival.

Quedaba mucha miga por cortar y la resolución del partido. Un saque de esquina a los ocho minutos de juego llevó al conjunto gallego a romper el hielo y tomar la delantera en el marcador (1-0).

El órdago estaba echado. Faltaba saber si la plantilla de Garci era capaz de enderezar el rumbo de partido o caer al fondo del precipicio ante un rival que subía enteros y mejoraba el rendimiento. Armand aceptaba el envite un minuto después y sin apenas tiempo para nuevos sustos en el marcador sacó el látigo para devolver las aguas a su cauce en una perfecta ejecución de falta directa al borde del área (1-1).

Balón de oxigeno y aire renovado para afrontar la recta final de un choque en el que no cabía el más mínimo error. Mario arañó un balón en media cancha a falta de un minuto para la conclusión, cabalgada desbocada hacía el marco rival con sorteo incluido del último defensor y zapatazo inapelable que se ancla en el fondo de las mallas (1-2).

A los pocos segundos, diagonal fallida del conjunto gallego jugando con portero jugador, corte vital de balón por parte de Rubén y sin apenas espacio para armar la pierna, proyectil envenenado desde su campo con destino a la portería rival (1-3).

Los pupilos de Garci cerraron filas en los compases finales en torno a Rubi, estampa que en el segundo periodo obsequió con otro recital palos, para sellar la meritoria tercera victoria consecutiva en la Segunda Fase de la competición y compartir el liderato al frente de la clasificación junto al cuadro gallego.