«Queremos que la estancia media del turista llegue a 2 días»

Óscar Fraile
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El nuevo presidente de la Asociación Hoteles de Valladolid, Francisco Posada, apuesta por el enoturismo para que los visitantes se quedan más tiempo en la ciudad, con excursiones a la provincia, y pide que se organicen más congresos

Francisco Posada conoce muy bien el sector hotelero. Comenzó a trabajar hace 25 años en Madrid en la cadena NH y después pasó por otras, como Silken y Foxá antes de abrir el ELE Enara Boutique en Valladolid, situado en la calle Montero Calvo. En los últimos años ha formado parte de la junta directiva de la Asociación Hoteles de Valladolid, de la que ahora es presidente después de ser elegido en una asamblea celebrada el 12 de julio. A sus 47 años se enfrenta al reto de impulsar la coordinación con las instituciones para lograr, entre otras cosas, mejorar la estancia media de los visitantes, hacer frente a la competencia desleal de las viviendas de uso turístico y poner en valor todo el potencial que considera que tiene esta ciudad.

Llega a la Presidencia de la Asociación Hoteles de Valladolid después de estar durante varios años en la junta directiva. ¿Qué radiografía podría hacer del sector en estos momentos?

Estamos pasando por un periodo de cierta tranquilidad. Hace cuatro años decidimos salir de la asociación de hostelería y sabíamos que era un paso importante. En este tiempo hemos intentado estar presentes en las negociaciones más importantes en el mundo del turismo y hacer hincapié en los eventos deportivos. Y en ese aspecto hemos conseguido ser una ciudad pionera gracias al apoyo de todos los asociados y las instituciones. Lo peor de la crisis ha pasado, aunque tenemos por delante un verano incierto porque no se han materializado muchas reservas. Uno de los objetivos que nos marcamos es aumentar la estancia media de los clientes. No está siendo muy difícil aumentar las dos noches.

De hecho, desde hace muchos años la estancia media en Valladolid está estancada más o menos en 1,70 días. ¿Por qué es tan difícil aumentar ese indicador?

Hay que tener en cuenta que el cliente de empresa viene un máximo de dos días y pasa solo una noche aquí. Lo mismo sucede el fin de semana, con los que vienen el sábado y se van el domingo. ¿Cómo conseguirlo? Con más actividades en la ciudad y la provincia. Hay que hacer hincapié en el enoturismo. Teniendo alrededor Ribera del Duero, Rueda y Cigales, tenemos que conseguir que la provincia sume. Una ciudad como esta se puede ver en dos días, pero, si además de esto, tienes un tercer día en el que puedes hacer una actividad fuera, ya hay que quedarse una segunda noche a dormir. Otro aspecto importante es el de los congresos, donde, como poco, los visitantes hacen dos noches aquí. Hay que potenciarlo, como hemos hecho con los eventos deportivos.

¿Considera que la capital no ha aprovechado todo el tirón que tiene el vino en la provincia?

Se ha intentado, pero las cifras demuestran que todavía no se ha conseguido. Tenemos algo único. Hay pocas ciudades que puedan presumir de tener a 20 kilómetros una de las denominaciones de origen más importantes del mundo. Y eso se complementa con otras denominaciones de origen que lo están haciendo muy bien. Si hacemos los deberes, a lo mejor es muy difícil llegar a dos días de estancia media, pero podemos rozarlo.

¿Está satisfecho con el nivel de actividades que se programan desde el Ayuntamiento y la Diputación?

Organizar cosas entre semana es complicado, siempre que no sean congresos o eventos culturales. En ese aspecto, se están haciendo las cosas bien. A nosotros nos toca transmitir a las instituciones todo aquello que creemos que sea beneficioso para la ciudad. Nosotros luchamos por nuestros hoteles, pero cuando conseguimos que la gente venga, también se benefician sectores como la hostelería, el comercio, los museos, el teatro...

Si el beneficio es común, el trabajo también debería serlo. ¿Lo es?

Acabo de llegar, pero creo que sí que se está haciendo de forma coordinada. Un ejemplo es el de los eventos deportivos. Puede que haya que tener un poco más de relación con el comercio. Todo es mejorable.

¿Qué nivel de ocupación suelen tener los hoteles en una semana normal, es decir, en la que no hay ninguna actividad programada?

La estacionalidad está muy marcada. Tenemos meses fuertes, como mayo, junio y septiembre, con ocupaciones medias del 80 por ciento; y malos, desde diciembre a marzo, cuando la ocupación puede bajar al 30 por ciento. Y ante esa coyuntura tú tienes que seguir manteniendo una estructura de negocio.

¿Qué acciones conjuntas deberían llevarse a cabo con otros sectores?

Sobre todo, las relacionadas con los congresos. Está comprobado que los que son importantes tienen una repercusión económica en la ciudad muy grande porque el gasto medio de los asistentes es muy elevado. También son importantes los eventos culturales y continuar con los deportivos, ahora que el Real Valladolid ha ascendido a Primera División.

¿Realmente afecta tanto tener un equipo en Primera o es más ruido que nueces?

En Segunda División la repercusión no ha sido muy grande, pero cuando te visitan equipos como el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid, siempre atrae a gente de fuera. Algunos no se quedan a dormir, pero otros sí. También depende mucho del horario en el que pongan los partidos. Por otro lado, el impacto para la ciudad es mucho mayor. A nivel mediático, es muy importante estar en Primera.

¿Qué fortalezas y debilidades tiene Valladolid a nivel turístico?

Entre las fortalezas, por ejemplo, unas infraestructuras muy buenas. Estamos muy bien comunicados con el norte y con un aeropuerto internacional, como es el de Madrid. Además, es una ciudad cómoda, limpia y segura, en la que te puedes manejar bien, y que tiene cerca tres denominaciones de origen, sobre todo una que es importantísima a nivel mundial: Ribera del Duero. Respecto a las debilidades, que no nos creemos el potencial que realmente tenemos. Es una ciudad que los vallisoletanos no valoran hasta que salen fuera.

Me llama la atención que se refiera a Barajas como ‘el aeropuerto internacional que tenemos cerca’. ¿Qué se puede hacer para conseguir que Villanubla vuelva a tener rutas internacionales? ¿No queda otra que sentarse a esperar a que una aerolínea vuelva a confiar en que puede ser rentable?

Es muy importante, pero traer vuelos internacionales a un aeropuerto no es fácil. Eso cuesta dinero y si no los vuelven a poner a lo mejor es porque no tenemos esos recursos económicos.

¿Qué destinos considera que son los más importantes?

París y Londres. El primero, por la relación que tiene la ciudad con empresas como Renault y Michelin; la segunda, porque es la ciudad más importante de Europa.

¿Cree que es exagerado que Castilla y León, con solo 2,5 millones de habitantes, tenga cuatro aeropuertos?

Creo que es desmedido. Como mucho debería haber uno y, por peso en la Comunidad y por aspectos geográficos, debería estar en Valladolid. Si solo hubiese uno, habría más posibilidades de tener vuelos internacionales.

¿Hay exceso de oferta hotelera en Valladolid?

Estamos en la justa medida. Todo depende de las fechas. Hay épocas en la que a todos nos sobran habitaciones y otras en las que faltan, pero las primeras son más frecuentes que las segundas.

¿Está explotando bien la ciudad las ventajas de estar tan cerca de Madrid?

Esa cercanía tiene cosas buenas y malas. Una mala, por ejemplo, es que es más complicado aumentar la estancia media, porque la gente viene y va en un día. Tenemos que tener claro que nosotros no podemos traer congresos de 5.000 personas porque no tenemos sitio, pero sí otros que ronden las 2.000. Ese aspecto lo debemos aprovechar. De hecho, hemos conseguido hacerlo a veces y los congresos han funcionado bien. Madrid no puede con todo, y entre las ciudades que tiene cerca, Valladolid es la más grande y la que mejores comunicaciones tiene.

¿Ha mantenido ya reuniones con representantes de las instituciones? ¿Qué les va a plantear?

Lo haremos en breve para recordarles las inquietudes que ya les transmitió en su día Francisco de Frutos, el anterior presidente de la Asociación. Hizo un trabajo maravilloso, por eso mi proyecto va a ser de continuidad.

El nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció hace un mes que pondrá en marcha un plan contra la explotación laboral que pondrá especial énfasis en algunos sectores. Uno de ellos es el de las camareras de piso, más conocidas como kellys. Los sindicatos han denunciado en Castilla y León que es un sector con salarios muy bajos y excesivos ritmos de trabajo. ¿Cree que estas críticas están justificadas?

Yo puedo hablar de lo que pasa en Valladolid. Las camareras de piso tienen la categoría que tienen y hacen las horas que tienen que hacer. No considero que sea una ciudad en la que se las esté explotando. Y hablo con conocimiento. Donde suele darse más esta situación es en las ciudades de costa. Estas trabajadoras aquí hacen sus ocho horas y tienen el salario que fija el convenio.

Otro frente que tiene abierto el sector, y no solo en Valladolid, sino a nivel mundial, es la proliferación de viviendas de uso turístico. ¿Realmente es un problema que se pueda considerar serio en esta ciudad?

Sí que está haciendo daño. Yo vivo en el centro, salgo por esa zona y cada vez se va a más gente con maletas que no va a los hoteles. Se está notando mucho los fines de semana. Si vienen 300 o 400 personas y se alojan en esas viviendas, es clientela que perdemos. Pero es una tendencia, y contras las tendencias no se puede hacer nada. Si ha pasado en Barcelona y Madrid, en Valladolid va a pasar sí o sí. Ahora bien, lo que pedimos es que todo esté reglado y acorde a una normativa. Nosotros pagamos impuestos, tenemos personal asalariado y cumplimos con unas normas de seguridad. Por ejemplo, nosotros informamos a la Policía de todas las personas que se alojan en nuestros establecimientos, y tengo dudas de que esto se haga en las viviendas de uso turístico. De cualquier modo, gracias al trabajo conjunto que hacemos con la Policía, estamos consiguiendo que se estén dando de alta apartamentos que no estaban en una situación legal.

¿Se refiere a denuncias?

Nosotros de momento no hemos denunciado a nadie, pero sí que hemos informado a la Policía de viviendas en las que se estaban produciendo estas prácticas. La Policía también nos lo pide a nosotros. Son algunas viviendas que vemos que aparecen en plataformas como Airbnb y que son una competencia desleal porque nosotros pagamos impuestos y ellos no pagan nada. Seguro que en el futuro vamos de la mano en muchos aspectos, pero lo primero es que cumplan con la normativa.

¿Es más partidario de intentar atajarlo con una política o sancionadora o integradora, en el sentido de dar facilidades a estas viviendas para que entren dentro de la legalidad?

Soy más partidario de integrar que de sancionar, pero si hay gente que no cumple, hay que sancionar. Si a una persona se le avisa tres veces y sigue haciéndolo...