Los delitos sufren un repunte y marcan el máximo del lustro

A. G. Mozo
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Las infracciones penales registran la tercera subida consecutiva y ya rozan las 18.000 anuales, a un ritmo medio de un caso cada treinta minutos. En índice de criminalidad (34,5 delitos por cada mil habitantes), por debajo de la media

Desarticulada un banda de 35 narcos con 26 kilos de drogas - Foto: D.V.

Once robos en viviendas, nueve en comercios, tres delitos de lesiones graves, atracos y robos de coches, dos delitos sexuales, uno de tráfico de drogas... y 86 hurtos. Y así cada semana del año. Valladolid registró en 2019 una media de un delito cada treinta minutos, 332 infracciones penales cada semana para sumar al cierre del año 17.941, en la que es la cifra más alta del lustro, a una visita de una banda de carteristas de volver a la franja de los 18.000 después de que en 2016 se lograra dejar la delincuencia en 16.334 asuntos, con una tasa récord de 31,2 infracciones penales por cada mil habitantes.

Es el índice de criminalidad, el que pone todos estos datos en su contexto y que desvela que estos años de progresivas subidas de la tasa no empañan la abnegada labor de la Policía y la Guardia Civil en Valladolid, donde, a pesar de hasta tres repuntes consecutivos y de que el índice haya ido subiendo hasta esos 34,5 delitos, se está aún doce puntos por debajo de la media que registra el Ministerio del Interior para España: 46,8.

por la falta de efectivos. «Hay un ligero incremento del total de infracciones penales, que es del 4,5%», reflexiona el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez Villazán, quien lo califica de «insignificante» y que cree que «puede estar justificado en que hay menos agentes de los que debería, aunque faltan pocos» y, en este sentido, recuerda que «ya se están incrementando las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y eso se va a notar».

Álvarez Villazán defiende que ese índice de criminalidad con que cerró el año Valladolid (34,5) es «una tasa realmente baja» y que «no son cifras preocupantes», pues a pesar de lo ocurrido en los cinco últimos años, los datos registrados en esta provincia evidencian «un descenso continuado en la tasa de criminalidad». Este informe de la Subdelegación del Gobierno nace en 2008, cuando había un índice de 39,6 (infracciones por cada mil habitantes) y que es una cifra a la que no se ha vuelto a llegar.

Así, fue cayendo de manera muy progresiva en 2009, 2010 y 2011 (39,2; 38,1; y 37) para repuntar en 2012 (38,7) y volver a caer de modo continuado hasta 2016 (37,9; 35,8; 33,4; y 31,2) y volver a aumentar en 2017 (31,5), 2018 (33) y 2019. «Esta es una labor de años, del trabajo de muchas personas, sino la situación no se mantendría en esas buenas cifras tanto tiempo, porque estos son datos que nos invitan hacia el optimismo», destaca Álvarez. Si bien el subdelegado reconoce que «siempre que exista algún delito no se debiera hacer una valoración positiva», asegura que «tiene que ensalzar el trabajo coordinado que desarrollan la Policía Nacional y la Guardia Civil, y además, en el caso de Valladolid, también con la Policía Local, con la que se trabaja codo con codo y cuya colaboración es muy importante».

el 54% en la capital. Según los datos de Interior, el 54% de las infracciones penales registradas en 2019 en Valladolid ocurrieron en la capital, es decir, en territorio de la Policía Nacional (y la Local, claro): 9.808. Pero si estos datos se ponen en perspectiva con lo ocurrido a lo largo del último lustro, se aprecia una tendencia bien distinta entre la capital y la provincia, una zona de la que se encarga (excepto en el término urbano de Medina) la Guardia Civil. Así, mientras hasta ahora venían aumentando más los delitos en territorio Policía, en 2019 se ha invertido la tendencia y al 2% de subida de Valladolid capital le contrarresta el 7,7% anotado en las zonas rurales, donde se dieron 8.133 casos. El acumulado de estos cinco años habla de un descenso del 2,6% de las infracciones en la capital y de una subida del 8% en la provincia.

En lo que no hay diferencias es en los tipos delictivos que afloran con más o menos asiduidad, ya que en ambos casos son los hurtos los que protagonizan uno de cada tres delitos denunciados, a pesar de que se ha registrado un descenso de más del seis por ciento en el último año.

el doble de delitos sexuales. Interior consigue descensos en una buena parte de los indicadores que somete trimestralmente a estudio, pero hay uno que vuelve a subir y lo hace de manera reiterada desde que en 2016 se incluyese en estas estadísticas: los delitos sexuales. Estos casi se han duplicado desde entonces y el último dato (de 2019) habla ya de 106 denuncias en toda la provincia, de las que 68 son de la capital vallisoletana. «Los delitos contra la libertad sexual se han incrementado un 16% en el último año y eso es preocupante», admite el subdelegado del Gobierno, que considera que «hay que poner ahí mayor esfuerzo», si bien recuerda que, pese a todo, «disminuyen las agresiones sexuales más violentas» (las violaciones bajaron un 21 por ciento el último año).

Como los delitos sexuales, se dan también incrementos en robos de coches, que suben un 9,2%, y en los atracos (robos con violencia), que se incrementan en un 10,7%, así como en los casos de peleas con lesiones graves, que crecen un 25%. En el lado opuesto, Álvarez Villazán destaca los descensos de los robos con fuerza en domicilios (-13%) y los casos de tráfico de drogas (-1,9%).