La consejera de Sanidad, Verónica Casado, avanzó que el Gobierno central insistió ayer en la necesidad de que todo el territorio de Castilla y León avance de fase de forma conjunta, bajo el criterio provincial, lo que podría hacer peligrar que las 26 zonas básicas de salud que están desde el 11 de mayo en la fase 1 evolucionen a fase 2. No obstante, todo parece indicar que el resto de la Autonomía podría entrar en este próximo lunes, 25 de mayo, en fase 1, según las impresiones tras la reunión bilateral que mantuvo ayer por la tarde con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y con el coordinador del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, y que se confirmarán hoy, como explica Ical.

Casado, que precisó que en la reunión hubo "mucha deliberación, que no tensión", reconoció "divergencias" para el cambio de fase entre las dos partes, ya que la pretensión de la Junta es que las ZBS den fase 1 avancen a la 2, con independencia del resto del territorio, mientras que desde el Ministerio se defendió la desescalada de la provincia de forma conjunta. "Esperamos a la conclusión final, y espera que sea aceptada", confió la consejera. 

Esto no indica que desde el Gobierno se opongan al seguimiento por zonas, ya que comparten que permiten controlar mejor los casos y aislarlos, si en algún momento fuera necesaria una desescalada. Es más, la consejera incidió en que tanto Illa como Simón valoraron el trabajo que está desarrollando la Consejería de Sanidad desde "la prudencia y el rigor", con requisitos más drásticos que otros territorios y que ahora permiten "está mas tranquilos con la toma de esta decisión".

Esta felicitación ya se ha hecho extensiva a todo el comité de desescalada, a los trabajadores de la Consejería y del resto de departamentos de la Junta que trabajan en datos, elaboración de tablas y que día a día analizan la evolución del COVID-19 para adoptar decisiones con paso firme.

Municipios de 10.000 habitantes

En todo caso, si al final estas 26 zonas básicas de salud no avanzan, Casado explicó que el BOE publica hoy una orden que relaja las medidas de confinamiento para los municipios de hasta 10.000 habitantes y densidad de población inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado que estén en la fase 0 o fase 1.

En concreto, las nuevas medidas para relajar el confinamiento incluyen la instalación de mercadillos y la posibilidad de entrar a consumir en los bares. También, se amplía el aforo para celebraciones religiosas en templos; la supresión de las franjas horarias para hacer deporte y dar paseos con niños que ya podrán ir acompañados de más de un adulto y a una distancia de hasta cinco kilómetros, incluso a localidades vecinas que cumplan esos mismos requisitos.

La instalación de los puestos de los mercadillos dependerá de la decisión de ayuntamientos y órganos de gobierno locales, y en este tipo de municipios se podrá proceder a la reapertura al público de los establecimientos de hostelería y restauración para consumo en el local, salvo los locales de discotecas y bares de ocio nocturno.

La normativa también permite que en esos municipios de menor población se puedan realizar velatorios "en todo tipo de instalaciones, públicas o privadas, con un límite máximo, en cada momento, de veinticinco personas en espacios al aire libre o quince personas en espacios cerrados, sean o no convivientes".

La participación en la comitiva para el enterramiento o despedida para cremación de la persona fallecida se restringe a un máximo de 25 personas, siempre respetando las medidas de seguridad e higiene. Respecto a los lugares de culto, desde este viernes se permitirá la asistencia "siempre que no se supere el cincuenta por ciento de su aforo, y se amplían las medidas de desescalada para el acceso y consultas en bibliotecas, tanto públicas como privadas.