Las brigadas de limpieza ciudadana llegan a Valladolid

M.Rodríguez
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El grupo ciudadano de limpieza de Valladolid surgió hace unos meses con la idea de que la movilización ciudadana es una de las claves para acabar con el problema de la basura en las zonas verdes

Las brigadas de limpieza ciudadana llegan a Valladolid - Foto: Jonathan Tajes

Las recogidas colaborativas de basura en las distintas zonas verdes de las ciudades, organizadas por grupos de ciudadanos anónimos, llegan a Valladolid. En la capital, en septiembre de 2018 surgió en Facebook el denominado ‘grupo ciudadano de limpieza’, que ya ha conseguido consolidarse con un cita mensual y una asistencia media de medio millar de personas.

El encargado de ponerlo en marcha es el estudiante vallisoletano Pablo Bariego, de 21 años, con el apoyo del presidente de Greenpeace Valladolid. «La primera actividad la organizamos el 15 de septiembre del año pasado con motivo del Día Mundial de la Limpieza del Planeta», explica. La convocatoria fue un éxito y muchos de los participantes propusieron continuar mensualmente  con la iniciativa. «Esta idea surge de la gente, no está ligada a ninguna organización, aunque bien es cierto que cualquier asociación que quiera colaborar será bienvenida. Creemos que es posible lograr la implicación de los vecinos de cualquier edad en el trabajo de incentivar un comportamiento cívico y respetuoso con el medio ambiente», detalla Pablo. 

El coordinador del grupo ciudadano puntualiza que estas actividades surgen vinculada al debate de si la ciudad está limpia o sucia. «De hecho, en la ciudad las zonas que están a la vista están limpias, pero lo más escondido, las zonas verdes más apartadas, están sucias y eso no puede ser». 

Las brigadas de limpieza ciudadana llegan a ValladolidLas brigadas de limpieza ciudadana llegan a ValladolidEn este sentido, las organizaciones medioambientalistas destaca que cada colilla, cada papel de aluminio para el bocata o cada envoltorio que se abandona en la naturaleza puede tener efectos directos, por ejemplo en la degradación o destrucción de hábitat, e indirectos, ya que la presencia dispersa de residuos en casi cualquier ambiente «puede convertirse en una fuente de contaminación difusa, a menudo invisible, pero de consecuencias impredecibles a gran escala», explica el responsable del área Social de SEO/BirdLife, Federico García en Valladolid»..

Y el grupo ciudadanos de Valladolid sigue esta línea con su iniciativa para concienciar de que la basura «es un problema de todos». Y así se recuerda al inicio de cada de estas recogidas. De momento, ya se han realizado en puntos tan dispares como el Canal de Castilla, las orillas del Pisuerga, el paseo del Cauce o el entorno del Miguel Delibes. «La base de actividad cívica es concienciar a la sociedad sobre la importancia de mantener un planeta limpio. Es tarea de todos conservar nuestro entorno y mantenerlo libre de residuos para así, entre todos, crear una ciudad, una comunidad, un país y un planeta más limpio», apunta Martina Gambade, una voluntaria de 65 años, que junto con su marido ya ha acudido a varias recogidas.

recogidas. Los puntos de recogida se eligen entre las zonas propuestas por los voluntarios del grupo. Los coordinadores visitan el lugar elegido para evaluarlo y poder organizar el trabajo, que suele durar entre tres y cuatro horas. «Depende del ritmo que llevemos. Normalmente nos fijamos él recorrido e intentamos cumplirlo, pero en general dedicamos entre tres y cuatro horas». ¿Y qué hacen después con los residuos recogidos? El grupo, tras finalizar la batida,  se dedica a separar y llevar cada bolsa a los contenedores de reciclaje correspondientes.  En las batidas de limpieza se encuentran desde bolsas, botellas de cristal, bombillas, ropa... hasta neumáticos de coches, sillones, televisores, móviles o una jaula de pájaros y material informático. «Queremos hacer ver al Ayuntamiento la cantidad de basura que se puede sacar en aquellas zonas donde los servicios de limpieza no acceden porque no interesa limpiarlo. ya que son zonas poco transitadas y que no afectan a la imagen de una ciudad limpia», lamentan.

En este sentido solicitan colaboración municipal porque  muchas veces el volumen de basura recogida es tal, en una de las últimas convocatorios se superó los 7.500 libros cúbicos, que necesitan que pase a recogerlos un camión de basura.

También sugieren que en los puntos limpios distribuidos por la capital «se facilite más» a las personas que acuden a dejar los residuos. «Tendrían que promover que se lleven allí y que luego sea el personal municipal el que se encargue de decidir qué hacer con ellos y dónde debe ir», comentan.

Lo que no necesitan es material para las recogidas porque el grupo suele dar a todos los voluntarios bolsas para depositar los residuos y unos guantes gracias  a la colaboración de Greenpeace Valladolid, aunque aseguran que muchas veces no es necesario porque la gente «viene preparada». «Es gente concienciada, no hay un perfil concreto, vienen tanto jóvenes como mayores, a nivel individual o familias con niños», concretan.

Concienciación. Los promotores del grupo comentan que la gente o los vecinos que les ve recogiendo basura les anima y felicita por su iniciativa, pero lamentan que cuesta mucho que alguno de los que se lo dice se anime a sumarse al grupo. «El ciudadano debe ser consciente de que no debe tirar la basura en la calle y que si alguien lo hace es un problema de todos». En este sentido comentan que suelen recibir quejas de vecinos, como sucedió en la recogida en la orilla del Pisuerga a la altura del edificio Duque de Lerma. «Nos contaron los vecinos de la zona que se trata de un espacio al que se acude a menudo para hacer botellón y que dejan sus residuos allí. Al no ser una zona muy vistosa consideran que los servicios de Limpieza apenas actúan en la zona y esto provoca que los residuos se vayan acumulando».

Algo similar ocurrió en la recogida organizada en el entorno del Miguel Delibes, donde un grupo de más de 70 voluntarios recogió 60 sacos de residuos. «Sacamos todo tipo de residuos desde latas hasta televisiones a impresoras, pero sobre todo destacó la gran cantidad de restos de petardos que encontramos porque es la explanada donde se tiran los fuegos artificiales en fiestas», denuncian. En este caso, consideran que el Ayuntamiento o las empresa encargadas del material pirotécnico «deberían recoger» estos restos.

 

Una cita anual: la gran limpieza nacional de residuos

 

Ecoembes y SEO/BirdLife superaron el pasado sábado los 11.000 héroes Libera que participaron el año pasado durante la campaña ‘1m2 por la naturaleza’, la gran limpieza nacional de residuos en entornos naturales que organizan ambas entidades en el marco del proyecto ‘Libera, unidos contra la basuraleza’. La idea surgió en el año 2017 para frenar las consecuencias  de la basura abandonada en los espacios naturales, la basuraleza, en los diferentes ecosistemas españoles. Fue creado por la ONG ambiental decana de España, SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases. El objetivo de esta iniciativa es concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de basura y que podamos, de esta manera, liberar mucha más vida en favor de la biodiversidad. «Si hay una forma de concienciar desde la participación es animando a la gente a salir al campo y limpiar lo que nadie debía haber ensuciado en primera instancia». La iniciativa ‘1m2 por la naturaleza’ demuestra que salir un día al entorno natural todos juntos para recoger residuos (es decir, la suma de todos nuestros metros cuadrados limpios) tiene un impacto muy positivo en nuestro entorno, ayudando a cambiar nuestra perspectiva sobre este problema.