«Volver a abrir el cine es nuestro último recurso»

Ó. F.
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Los hermanos Juan José y Javier García, dueños del cine Avenida de Pedrajas, reconocen que este cierre impuesto puede ser la «puntilla» para su negocio

«Volver a abrir el cine es nuestro último recurso» - Foto: Jonathan Tajes

El cine Avenida, situado en Pedrajas de San Esteban, representa el ejemplo perfecto de la empresa que vive con el agua al cuello estos días de confinamiento. Aunque todavía no han tomado la decisión de cerrar definitivamente, los dos hermanos que lo regentan no descartan hacerlo en los próximos días. A mediados de marzo dejó de tener actividad, lo que puede suponer la «puntilla» para un negocio que agoniza. «Si volvemos a abrir será porque no hemos encontrado un comprador o alguien al que alquilar las instalaciones, es decir, volver al cine sería para nosotros un último recurso», explica Juan José García, uno de los dueños. «Los cines de pueblos estamos muy castigados por las distribuidoras porque no nos permiten estrenar películas al mismo tiempo que en la capital, lo que convierte a los vecinos de los pueblos en ciudadanos de segunda», añade. 

En 2011 digitalizaron sus salas y esa inversión fue un «revulsivo» en un primer momento. Pero solo fue un espejismo, porque de cinco años a esta parte la media de espectadores ha caído prácticamente a la mitad. Una bajada que compromete la viabilidad del cine y en la que mucho tiene que ver la generalización de las plataformas de contenidos audiovisuales en los hogares.

«El problema es que nosotros vamos a ser los últimos en abrir y eso nos llevaría al verano, una época en la que el cine nunca ha funcionado porque la gente está pensando en las terrazas y las piscinas», se queja Juan José. Es decir, el coronavirus ha impuesto el confinamiento en la época que más espectadores solía tener el cine y, previsiblemente, se levantará la restricción, si es que lo hace, en el peor momento. «Eso, unido al bajo rendimiento que arrastrábamos, hace insostenible el negocio», añade Juan José.

Este empresario se queja amargamente por lo que considera una discriminación a los cine denominados «de bajo rendimiento». Según él, la política comercial de las distribuidoras pasa por reservar los estrenos para las grandes cadenas en detrimento de las pequeñas salas, que solo pueden proyectar esas películas semanas después. Por eso pide al Gobierno que proteja a estas salas, en favor de la ‘España vaciada’, para que puedan contar con los estrenos «en igualdad de condiciones».

petición de ayuda. Su hermano Javier confirma lo delicado de la situación del cine. «Los gastos nos comen y no podemos hacerlos frente sin ningún ingreso», dice. Por eso apela a la ayuda de las administraciones para evitar la liquidación de la empresa: «Los equipos de proyección se quedan obsoletos y hay que ir renovándolos, y en el momento que tengamos que hacer una inversión de ese tipo, teniendo en cuenta la bajada de espectadores que hemos sufrido, no será posible». Como su hermano, Javier también se queja de la «discriminación» que sufren por parte de las distribuidoras. «¿Por qué una población rural no puede ver una película de estreno al mismo tiempo que se ve en la capital? ¿Acaso somos ciudadanos de segunda?», se pregunta. Según él, desde la implantación del sistema digital no sirve la «excusa» de que no hay copias suficientes para todos, como sucedía con los rollos de 35 mm.

Actualmente solo hay dos cines en pueblos de Valladolid, el de Pedrajas de San Esteban, que cuenta con un empleado aparte de los dos hermanos que lo regentan, y los Multicines Coliseo de Medina del Campo.