El voleibol quiere despegar

M.B
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El Valladolid Club Voleibol se encamina a cerrar su primera temporada, ya con una escuela de tecnificación y un equipo juvenil. «Lo que buscamos es que aumente el volumen de nuestro deporte», dice su presidente

El voleibol quiere despegar - Foto: Jonatan Tajes

El voleibol es un deporte de masas en Valladolid... en edad escolar. Alrededor de 400 jugadores juegan y disputan sus encuentros fin de semana a fin de semana gracias a sus colegios. Algo que no se repite como federados. Apenas cinco, y uno casi de manera testimonial, cuenta con equipos disputando competiciones fuera de los juegos escolares. Son Lourdes, San José, Maristas y Cristo Rey, con AVE María con un solo conjunto. Un peldaño por encima están Bumayé y la Universidad de Valladolid. Este segundo tenía un equipo en la Superliga 2 hasta esta temporada. 

Quizá este caldo de cultivo, o mejor dicho sin el quizá, es el germen del inicio del Valladolid Club Voleibol, que este verano cumplirá su primer año de vida y que tiene como objetivo «hacer un proyecto abierto a toda la ciudad».

«El proyecto surge de un grupo de entrenadores, de manera independiente, sin estar vinculados a colegios ni a ninguna estructura», señala su presidente, Íñigo Torres que, junto a José María García, Rubén Fernández, Nacho Arranz y José Ramón Arroyo forman la actual directiva. 

Este heterodoxo grupo se unió y quiere juntar a todos aquellos que quieren iniciarse en este deporte, que quieren aumentar su nivel de entrenamientos o mejorar su propio nivel de juego. Sin límites. «Lo que buscamos es que aumente el volumen de voleibol. No queremos que los niños dejen sus colegios sino que sigan jugando allí y luego que puedan jugar con nosotros de forma federada», añade Torres.

Así este primer año han contado con una de las bases sobre las que quieren cimentar su estructura, una Escuela de Perfeccionamiento para las categorías benjamín, alevín e infantil. La han escenificado dos días a la semana, miércoles y viernes, en el Cdo El Palero, aunque son conscientes de que si quieren crecer necesitan una instalación municipal para poder afrontar nuevos retos: «Le damos mucha importancia a poder empezar desde la base, para que sus conocimientos técnicos sean los mejores posibles. El defecto de Castilla y León es que hay escasa tecnificación, no hay nivel deportivo. Hay muchos jugadores pero poco nivel».

Además de esa Escuela de Tecnificación, que ha contado con un grupo base de una docena de chicos y chicas, aunque han llegado a tener 17 chavales -«teniendo en cuenta que arrancamos con tres chicas en octubre...», apunta Íñigo Torres-, cuenta con convenios de colaboración con Agustinas (un equipo cadete), con el CD Arroyo (han ido jugadoras alevines e infantiles a la escuela de Tecnificación) y también con el Lourdes, por el que jugadoras de sus equipos infantil y cadete están bajo su supervisión. De esta forma, han podido tener su primer conjunto federado, en categoría juvenil regional femenina, con 14 jugadores y un gran quinto puesto final.

Pero su objetivo va en aumento: «La idea para el año que viene es primero contar con una instalación (la necesitamos para ser referencia). Ahora estamos eternamente agradecidos al Palero; pero necesitamos una instalación para contar con un equipo por categoría desde alevines, infantil, cadete, juvenil y Segunda. No nos obligamos a tener los cinco equipos, pero nos gustaría. Además de mantener la Escuela».

Con todo, no se centran solo en el voleibol femenino, el más numeroso en Valladolid. Y ya trabajan para llegar a un acuerdo con Bumayé, «para firmar un convenio de colaboración para el año que viene y ‘atrapar’ a los niños que juegan al voleibol e ir de la mano con su experiencia. Seguro que las cosas salen adelante».