La serie Dragon Ball, creada por Akira Totiyama, sigue gozando a día de hoy de una gran popularidad en todos los rincones del mundo. Las aventuras de sus protagonistas, con el siempre despistado Goku al frente, han dado pie a multitud de videojuegos. Como es lógico, muchos de ellos han sido títulos de peleas, ya que sus personajes son muy propensos a resolver sus diferencias a base de golpes, pero también han visto la luz otro tipo de productos, que abrazan temáticas de lo más dispares.

En esta ocasión, le toca el turno a Super Dragon Ball Heroes World Mission, un nuevo lanzamiento de cartas coleccionables, que llega a Occidente después de haber tenido un exitoso paso por máquinas recreativas en Japón. Hasta ahora, esta original saga no había salido del país del sol naciente, así que su desembarco en territorio europeo es una magnífica noticia para los seguidores de la franquicia.

El protagonismo de la historia recae sobre Beat, un joven que está deseando probar suerte en un curioso juego de cartas, en el que es posible librar combates usando representaciones ficticias de luchadores como Goku, Vegeta, Freezer, etc. Sin embargo, todo se tuerce cuando hacen su aparición los villanos virtuales de la serie en el mundo real, causando estragos en la ciudad. Con la ayuda del Gran Saiyaman 3, Beat tendrá que vencer a estos siniestros enemigos y restablecer el orden.

Este juego guarda grandes similitudes con títulos de temática similar, como Hearthstone o Magic the Gathering, pero su propuesta es algo más accesible. El núcleo central de la experiencia reside en adquirir cartas, que representan a los personajes de la serie de animación. Además de contar con estadísticas diferentes, todas ellas están decoradas con espectaculares ilustraciones, que harán las delicias de los seguidores de Dragon Ball.

La partida se inicia con siete cartas, que los aficionados deben seleccionar entre todas las que hayan conseguido. Para ello, es posible formar mazos predefinidos, que posteriormente pueden elegir de forma cómoda y sencilla. Una vez hecho esto, los jugadores tendrán que repartir a los integrantes de su equipo por una zona de batalla, que tiene una franja de ataque y otra de recuperación. El sistema calculará la fuerza total del grupo, en función de la posición y resistencia de cada bando. El que sume un mayor poder, podrá arremeter en primer lugar.

Aunque los combates se desarrollan de forma automática, es importante saber colocar a los personajes de forma estratégica, ya que dependiendo de su posición realizarán distintas acciones. Al usar cartas del mismo tipo, llevarán a cabo espectaculares ataques combinados, que son ideales para mermar la resistencia de los adversarios. El objetivo final, consiste en bajar la barra de vida conjunta de la escuadra enemiga.

Un detalle importante se encuentra en la carga de impacto. Al efectuar una ofensiva, se inicia un sencillo minijuego, que muestra dos paneles de potencia que se van llenando y vaciando. Para que la embestida golpee con toda su fuerza, es necesario detener el indicador en una posición más elevada que la del rival. En caso contrario, el oponente se cubrirá y recibirá mucho menos daño.

Hay tres tipos de luchadores con los que formar diferentes equipos. Los héroes son los más fáciles de usar, debido a que cuentan con una gran defensa y son difíciles de aturdir. Después están los de tipo élite, unidades especializadas en lanzar acometidas de energía, que reducen la resistencia del bando contrario. Para terminar, están los berserker, unos fieros combatientes cuya misión consiste en acabar con la barra de vida de los contrincantes.

Super Dragon Ball Heroes World Mission es todo un regalo para los fans de la serie de televisión. Una vez que se dominan los conceptos básicos de los enfrentamientos, con sus particularidades y distintas combinaciones, es una gozada poner a combatir a los héroes y villanos creados por Akira Totiyama. Es cierto que, tecnológicamente hablando, está un poco desfasado, pero el sistema de juego compensa esa carencia con un desarrollo divertidísimo, variado y lleno de posibilidades.