La Casa Museo de Miguel Delibes no será una realidad hasta 2022. Las discrepancias políticas, la pandemia, y la fórmula elegida para adquirir el inmueble de la futura sede impedirán que se pueda abrir antes de que acabe la conmemoración oficial del nacimiento del escritor. Un proyecto en el que llevan tiempo inmersos el Gobierno regional, el Consistorio y la Diputación de Valladolid, pero en el que hay fisuras desde que hace 13 meses el vicepresidente regional decidiera capitanearlo, dejando sobre la mesa la propuesta municipal para ubicar este nuevo museo en Villa Julia, inmueble ubicado en la calle Zúñiga.
La futura localización elegida quizás tampoco se conozca antes de la finalización oficial de la declaración de interés público del Centenario de Delibes, el próximo 30 de junio. La Fundación Delibes, además del PP a través de una moción en el Senado, ha pedido al Gobierno central la ampliación hasta finales de este año, pero todavía no hay respuesta oficial a esta petición.
Esto ha propiciado que las diferencias entre el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, y el Ayuntamiento de Valladolid, se hayan vuelto a escenificar. Ha sido esta semana, en el acto de firma del protocolo de colaboración para poner en marcha la Casa Museo Delibes, al que no asistió el alcalde de la capital, pero sí contó con la presencia del presidente de la Diputación y la presidenta de la Fundación Delibes. «El Ayuntamiento tenía un proyecto que podía haberse realizado a lo largo de este año y que creíamos, sinceramente, que permitía abrir la Casa Museo en lo que es Villa Julia, en la calle Zúñiga. Estaba muy estudiado y avanzado. Se desechó esa opción y estamos a la espera de ese concurso en el que haya distintas propuestas de propietarios», apuntó la concejala de Cultura, Ana Redondo.
Desde la Consejería de Cultura avanzan que finalmente «en las próximas semanas» se publicarán las bases de ese concurso. Pero si se tiene en cuenta que los plazos para resolver la licitación que se manejan son de «unos seis meses», más las obras de rehabilitación y acondicionamiento que pueda necesitar el inmueble, se estima que la Casa Museo no podrá estar abierta hasta el próximo año. «Realizamos en su día una estimación de seis meses, que ha sufrido unos retrasos por la pandemia. La buena noticia es que los pliegos para este procedimiento abierto ya están casi listos, y se publicarán en breve. El concurso abierto garantiza la transparencia para adquirir ese edificio. La concurrencia es buena, aunque haya retrasado el proceso», detalla el viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández.
Precio
El precio máximo fijado por la Junta para la compra no se conocerá hasta la publicación de las bases. A esto le seguirá la presentación de ofertas de los propietarios de inmuebles, y la reunión de una comisión para la valoración de las mismas. «Cualquier propietario puede presentar ofertas», apunta Fernández. De momento, el Gobierno regional tiene aprobada una partida de 600.000 euros en las cuentas de este año, para hacer frente al primer plazo del pago de la futura adquisición. Y el resto se consignará en los presupuesto del próximo año.
El coste final dependerá del estado final del inmueble que se adquiera. Por eso en el acuerdo firmado esta semana se habla de que la Diputación y el Ayuntamiento se comprometen a «colaborar» en la rehabilitación y adecuación del inmueble para su destino museístico y para la instalación de la sede de la Fundación Miguel Delibes. En este sentido, la concejala de Cultura apuntó su deseo de que la futura Casa Museo se ubique en el centro y que tenga «el encanto que se merece». Además, reclamó que el proyecto «refuerce» la idea de Valladolid como ciudad literaria.
Fuentes municipales consultadas por El Día de Valladolid mantienen el cuestionamiento de que se tumbara la opción «viable y pactada» que presentaron en febrero de 2020. Los técnicos municipales habían estudiado la viabilidad del proyecto en varios inmuebles y finalmente se decantaron por Villa Julia, con una opción de alquiler frente a la de compra. Fuentes consultadas por este periódico apuntan a un alquiler de 10.000 euros al mes frente a la opción de adquisición, que supondría un coste de más dos millones de euros, aunque las tasaciones municipales lo rebajan casi el 50%.
Sede definitiva.
Este era uno de los grandes proyectos que se fijaron por la organización del centenario del escritor. Y la presidenta del Patronato de la Fundación Delibes, Elisa Delibes, pidió públicamente a las instituciones, en noviembre de 2019 durante la presentación del centenario, un espacio en el que ubicar la Casa-Museo dedicada el escritor y en la que se guardará el legado que donará la familia para que sea «compartido con los vallisoletanos».
Una petición que tampoco era nueva porque el Ayuntamiento y la Fundación Miguel Delibes trabajaban desde hace tiempo en ella. De momento, la sede de la Fundación se fijó provisionalmente en la Casa Revilla en 2011, pero ya a mediados de 2018 se hizo pública la posible opción de trasladarse a ‘Villa Julia’. En ese momento, la concejala de Cultura, Ana Redondo, explicó que se estaba estudiando el precio y cuestiones «técnico-jurídicas» para la adquisición de ese inmueble en la calle Zúñiga.
El Ayuntamiento consideraba «idónea» la opción de ‘Villa Julia’ frente a la de uno de los edificios del convento de Las Catalinas, que también se llegó a barajar, porque el proyecto de rehabilitación del chalé «ya está redactado» y eso garantizaría «poder inaugurarla» durante el centenario. A la vez la configuración de esta vivienda unifamiliar, de 290 metros cuadrados, repartidos en cuatro alturas y semisótano, construida en una parcela de 250 metros, es una de las características que más está pesando para su elección como futura sede de la Casa-Museo de Miguel Delibes.