El director gerente de Cobadu, Rafael Sánchez, destacó este martes la estrategia seguida para controlar el incendio declarado en la noche del domingo al lunes en las instalaciones centrales de la cooperativa, en Moraleja del Vino, que se saldó sin víctimas personales y que afectó a seis naves de almacenaje.

«Primero, se enfrió todo con agua, con los camiones de Bomberos y una red muy potente de lucha contra incendios que tiene la cooperativa. A las tres o cuatro horas, empezamos con cinco palas a retirar la mercancía porque, si no hacemos esa extracción, el incendio habría durado más de un mes», aseguró. «Hoy (por ayer) terminamos de extraer la alfalfa y luego abordaremos al vaciado de las naves de cereales».

Sánchez Olea explicó que en la zona en la que se declaró el incendio resulta habitual que haya aparcados tres camiones de distribución de gasóleo llenos de combustible para repartir a primera hora del día siguiente. «Ese día, por suerte, no estaban. Nos centramos en salvar las partes fabriles y en aislar el fuego para que no pasara a los depósitos de gasóleo. Acordamos con los Bomberos y la Guarda Civil la estrategia y encontramos una colaboración tremenda con la Guardia Civil, que impedían a los socios entrar en las instalaciones para evitar riesgos y poder hacer nuestra tarea. Este tipo de incendio, sin una estrategia común, había sido imposible apagarlo por sus dimensiones y la cantidad de materia prima», consideró.

«Teníamos miedo de que el fuego rebasara esa zona. Nos ha ayudado la distribución por bloques y las amplias calles de circulación, que han actuado de cortafuegos para que no se propagase el incendio a la zonas fabriles. Si se queman las fábricas tendríamos que dejar de producir y eso sería un problema», apuntó.

Rafael Sánchez hizo todas estas declaraciones antes de acompañar al presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo; al vicepresidente primero, José María Barrios, y al diputado provincial de Agricultura y Ganadería, Ángel Sánchez, en una visita organizada para conocer los daños causados por el fuego.

El director gerente de Cobadu valoró que «no haya habido ningún daño personal», tranquilizó a los socios y clientes de la cooperativa, que «ha seguido actuando como si no hubiera pasado nada» y que ha mantenido el trabajo «con normalidad», a pesar del siniestro. 

Por lo que se refiere a la cuantificación de los daños y a las causas del incendio, Sánchez Olea insistió en que «no hay todavía una valoración constructiva ni de materia prima porque ahora estamos con sofocar el incendio» y tampoco hay datos concretos sobre lo que lo provocó.

«El vigilante nos comentó que, en las rondas periódicas, detectó que había humo y explosiones y un incendio fuerte iniciado en una máquina de la zona de los fertilizantes, momento en el que avisó a los Bomberos. Creemos que el inicio fue ahí, que es donde más fuerte pegó el incendio y donde más deteriorada está la cubierta, que se ha derrumbado. Se quemaron ahí dos palas grandes, una carretilla y un camión», enumeró. «El incendio empezó en la nave 6 y conseguimos cortar en la nave 12. Las naves 6 y 7 son de fertilizantes y quedaron totalmente destruidas y las siguientes, de cereales, llenas hasta arriba, con 90 metros por 30 y una capacidad en torno a 12 o 14 millones de kilos, según la densidad», precisó.