Otro año sin piñones en Tierra de Pinares

R.G.R
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Ayuntamientos, propietarios de pinares y empresarios del piñón agonizan ante otra campaña «nula» por la presencia en la provincia de la chinche americana

Empresa de piñones en la zona de Tierra de Pinares.

Otro año más sin piñones en la provincia de Valladolid. Los campos de pinos no darán su fruto a partir de noviembre. Las piñas estarán vacías y el sector no tendrá más remedio que apretarse el cinturón ante un sector que agoniza.  El ciclo de los pinos para dar fruto se prolonga durante tres años y el golpe de gracia puede llegar este mes de octubre, ya que será el tercer año consecutivo con los pinares sin piñas. El efecto de la chinche americana continúa haciendo mella y los ‘pineros’ de la provincia ven con  resignación cómo sus negocios se hunden y sus ya maltrechas economías se tambalean.  

Desde la Asociación Forestal de Valladolid, su ingeniero, Jesús Alberto del Río, destaca que desde la Junta de Castilla y León se están haciendo tratamientos experimentales contra este insecto en toda la Comunidad, aunque con resultados infructuosos. «Son trataminentos cuyos resultados se podrán ver dentro de cinco o seis años, pero no antes», destaca el responsable de la asociación. 

Los primero síntomas dentro de los pinares vallisoletanos de falta de piñones se detectaron a partir del año 2012.  Desde ese momento, los pinares han sufrido una constante pérdida de frutos hasta quedarse prácticamente en nada, tal y como ocurrió el año pasado y también sucederá en la presente campaña. «Es algo muy preocupante porque está acabando con el negocio de todo el sector debido a la falta de tratamiento de los montes públicos y privados». 

Tanto los ayuntamientos, como los propietarios de monte privado y los empresarios del sector están pasando por un momento «crítico», ya que Valladolid cuenta con unas 70.000 hectáreas de pinar y muchas familias están viendo cómo su negocios se va al traste. «Nosotros, desde la asociación, estamos haciendo algunos tratamientos más continuados y algunos montes están en una mejor situación, pero se trata de muy poca superficie de terreno».

  Destaca que en los pinares de la provincia se están juntando dos factores claves para la desaparición de las piñas. El primero la falta de medidas «de cuidado y atención» de los pinares públicos y segundo por la aparición de la chinche americana y la procesionaria que están haciendo «mucho daño».

Los empresarios del sector muestran además su preocupación debido a que las previsiones sobre la producción  de piñas en el futuro no son nada halagueñas debido a que se desconoce «completamente» la evolución que puede tener la plaga de la chinche americana en los próximos años. «En un principio no parece que esta situación que tenemos ahora pueda cambiar en los próximos años, lo que hará que al final queden cuatro o cinco empresas grandes y que no solo se dediquen al piñón, mientras que las demás terminarán desapareciendo». 

Y es que en muchas parcelas de la provincia el rendimiento por hectárea no superará los 20 kilos de piñas, mientras que en un año normal esta cantidad se eleva hasta los 200 kilos. «En algunas zonas se podrán alcanzar los cien, pero no va a ser la tónica habitual». Y eso en este año que todavía se puede recoger y los pineros tendrán «al menos trabajo para unos 15 días».  El año pasado ni siquiera eso. 

Pero además de la escasez en los pinos, la plaga ocasionada por un insecto, está ocasionado que muchas de las piñas existentes no tengan piñones. «En agosto se abrieron algunas piñas de muestra y ya se pudo ver que la mitad de los piñones estaban muertos». De esta forma, muchos propietarios de superficies forestales de la zona de Pinares verán cómo este año no reciben ningún ingreso por sus parcelas. Las pérdidas son importantes para los propietarios de los pinares, ya que las subastas quedan desiertas. 

La localidad de Pedrajas de San Esteban centralizaba hace unos años un centenar de empresas y autónomos que se dedicaban a la piña, mientras que ahora son menos de 40. La crisis del sector ha hecho que las que todavía tienen sus puertas abiertas se hayan decantado por la compra de piñón procedente de otros países. «Muchos de los piñones que llegan actualmente a Valladolid proceden de Portugal, donde han sabido cuidar mejor sus pinares y de Túnez».  

Los ayuntamientos de la zona, junto a los productores, están ultimando una asociación para intentar paliar la situación de una forma conjunta. Será el próximo 5 de noviembre cuando se firme por parte de productores, propietarios y administraciones la constitución de este colectivo que solo busca aunar fuerzas para luchar por el mantenimiento del sector. 

rendimiento. La Asociación Forestal es que por cada kilo de piñas un cuatro por ciento se convierte en piñones. «Es decir, 40 de cada 1.000 gramos son piñones». Sin embargo, este año ese porcentaje se verá notablemente reducido, ya que las estimación de la asociación oscilarán entre el uno por ciento. Así las cosas, un sector de referencia en Tierra de Pinares agoniza poco a poco sin remedio ante una plaga que está acabando con el negocio.