De la amistad a la mesa con nombre de teatro

M.B
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Javi Iglesias, más conocido como Jabato, y Juan Simón nos abren las puertas de La Malquerida, un restaurante con mucha historia y cocina mediterránea con productos de la tierra

Uri lleva dos años al frente de la cocina de La Malquerida. - Foto: Jonathan Tajes

Una de sus puertas tiene historia... y mucha (pero para conocerla tiene que seguir leyendo). En algunas de sus paredes se pueden encontrar enciclopedias, ensayos e incluso alguna obra de teatro, y no hablamos de una biblioteca. Se ubica cerca de la Plaza Mayor, en una calle gastronómica por antonomasia de Valladolid, Alarcón. Y tiene nombre con origen castizo, La Malquerida, que se ‘impuso’ a las otras 26 opciones que manejaron hace ya casi tres años sus dueños. 

Este restaurante, en el que aseguran que los sabores de la tierra se fusionan con las nuevas tendencias de gastronomía, abrió sus puertas, una de ellas con historia –recuerden– en diciembre de 2017. Nació fruto de la amistad de Javi Iglesias, más conocido como Jabato, y de Juan Simón. Ambos, que se conocen desde hace años, habían trabajado juntos en el ocio nocturno aunque habían dado un paso al lado en el de la hostelería, donde Javi llegó a gestionar un local en Portocolom (Mallorca). «Un día nos decidimos a juntarnos para abrir un restaurante, aprovechando la trayectoria que teníamos en Valladolid y la pasión por la cocina», recuerdan ambos desde la barra de La Malquerida.

Tras encontrar este local –buscaban algo en el centro y a ser posible cerca de la Plaza Mayor– se decidieron por un nombre que da título a una obra de teatro de principios del pasado siglo de Jacinto Benavente: «Queríamos algo castizo, surgieron varios nombre y al final nos decantamos por éste. Creo que acertamos por lo que nos dicen los clientes».

... la historia de la puerta. Si uno baja sus escaleras y tiene cerca de la cuarentena quizá se acuerde de esos escalones que daban con sus huesos en el 1900, un bar de ambiente y quizá uno de esos lugares de mayor vanguardia de Valladolid hace un par de décadas. «Una parte del local, donde hoy se sitúan los baños, era el 1900, del que hemos conservado una de las puertas. Es la original», añaden mientras la señalan dando fe de ello. En esas escaleras se puede encontrar –en un principio había más de una– la obra de teatro que da nombre a su local.

«Decía La Malquerida ‘al que bien come y mejor bebe, la muerte no se le atreve’. De ahí y nuestras ganas de disfrutar de la vida nace ‘La Malquerida’», recogen ellos como anuncio de entrada. ¿Yqué se puede encontrar allí? «Una cocina mediterránea con productos de la tierra; cocina de mercado, de temporada, con toques del extranjero y un pelín moderna», responde Javi. Así, en su carta no puede fallar los Raviolis con rabo de toro con su jugo y crema de calabaza; o los huevos rotos con tartar de atún rojo y alioli de trufa negra; o el tataki de atún o las croquetas o los chipirones a la plancha, con migas y mahonesa cítrica. «Esta semana volvemos a las dos cartas, la del restaurante y la de la parte de abajo», señalan después de haberlas unificado desde junio pasado. Porque La Malquerida tiene tres espacios: el comedor en la planta de arriba, para doce comensales con las restricciones; el gastrobar, para una veintena; y la terraza (semicubierta y con calefactor), para otros 24. «Además en breve introduciremos el menú de cuchara, con fabada y garbanzos con gambón rojo y papada, los martes y jueves», añaden. Ese menú saldrá por 20 euros, con entrante, plato de cuchara, bebida, postre y café. Abre todos los días menos el domingo por la tarde y los lunes.

La carta funciona con platos fijos y con muchas sugerencias, sobre todo de temporada: «Hasta hace poco con el tomate, ahora con las setas y las alcachofas; con productos de Castilla y León». 

Con Uri al frente de la cocina los dos últimos años, y la ayuda de Yoli y Ceya, en La Malquerida aseguran que «queremos tratar al cliente como nos gustaría que nos tratasen a nosotros».