Ante el Brexit, fútbol

Manuel Sánchez / EFE
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Cuatro equipos ingleses se citan en las finales de las dos competiciones más relevantes de Europa, en un hecho histórico y sin precedentes marcado por la posible ruptura entre el Reino Unido y el Viejo Continente

Ante el Brexit, fútbol

En un momento en el que el Reino Unido se debate en la ruptura con Europa, el fútbol y cuatro equipos ingleses han fundido la unión entre el Viejo Continente e Inglaterra y fortalecido lo que la política quiere separar.

En cuestión de cuatro días, los dos títulos europeos mas importantes se subastarán y quien se los adueñe será inglés. La Champions irá a parar a Tottenham Hotspur o Liverpool y la Europa League a Arsenal o Chelsea.

Un hecho histórico y sin precedentes, ya que nadie había copado las dos finales antes. Ni durante el dominio del fútbol italiano, ni durante el del español, cuando los trofeos continentales se repartían entre Real Madrid, Sevilla, Barcelona y Atlético de Madrid.

Ha habido finales entre Milán y Juventus, Real Madrid y Atlético de Madrid, Chelsea y Manchester United, pero nunca todo se ha conjugado para que un país reuniese las cuatro plazas de las finales.

Con el reinado del fútbol español llegando a su fin, después de cuatro títulos del Real Madrid y uno del Barcelona en los últimos cinco años y seis de los últimos diez trofeos en la Liga Europa.

Solo una vez en la historia de la Liga Europa, entonces conocida como Copa de la UEFA, dos ingleses se encontraron en la final. Fue en la temporada 1971-1972 y el Tottenham se midió al Wolverhampton Wanderers con victoria londinense. Desde entonces, Liverpool, Ipswich Town, Chelsea y Manchester United han probado las mieles del éxito, pero nunca contra un compatriota en la final.

En la Liga de Campeones, la historia no es muy diferente. Liverpool, Manchester United, Chelsea, Nottingham Forest, Celtic de Glasgow y Aston Villa son los británicos en haberse llevado la competición, pero solo en la campaña 2007-2008 dos se midieron en la final.

Pese a haber llegado a través de los milagros de Anfield y Amsterdam y, después de una tanda de penaltis en la que el Chelsea tuvo que remontar al Eintracht de Frankfurt tras el fallo inicial de los blues, Inglaterra ha hecho historia y lo ha hecho al amparo de un reparto televisivo al alza y la confianza en los entrenadores extranjeros, en lugar de en los dinosaurios que periódicamente se sientan en los banquillos de la pérfida Albion. Un alemán, un italiano, un español y un argentino componen la nómina de entrenadores que han revitalizado el fútbol inglés.

No puede ser casualidad que Inglaterra fuera semifinalista del Mundial de Rusia, semifinalista de la Liga de Naciones, campeón del mundo sub-20 y con cuatro equipos en las finales europeas. Todo esto no puede ser casualidad. Y para más inri, en medio del Brexit.

 

Las transformación del poderío económico en dominio europeo

Estos cuatro clubes están entre los diez equipos con mayores ingresos del fútbol mundial, según los cálculos de la última edición del informe Money League que elabora cada año la consultora Deloitte.

El Liverpool, con unos ingresos de 513,7 millones de euros, el Chelsea (505,7), el Arsenal (439,2) y el Tottenham (428,3) ocuparon las últimas plazas del top ten de esta clasificación, que coparon en la última campaña Real Madrid y Barcelona, ambos alrededor de 700 millones la pasada campaña, seguidos por el Manchester United, el Bayern Múnich, el Manchester City y el Paris Saint-Germain.

En el caso de los dos finalistas de la Champions, son equipos emergentes en la liga de los poderes económicos del fútbol mundial. Los reds mejoraron sus ingresos la temporada pasada un 25 %, gracias al impulso que les supuso ser finalistas de la anterior edición ante el Real Madrid, junto al que son el equipo que más dinero recibe por sus contratos televisivos de los grandes del continente, unos 250 millones.

Su rival en la final del Wanda Metropolitano, el Tottenham, también ha generado un incremento de ingresos importante, hasta el punto de haber duplicado sus ganancias en los últimos cinco años (de 216 millones en 2014 a 428 en 2018), lo que le ha permitido ir ganando puestos en esta lista de los ricos del fútbol mundial. En el caso del conjunto londinense, su crecimiento ha estado impulsado no solo por la televisión, sino también por las entradas y abonos en día de partido, que crecieron un 54 % (85 millones) durante su estancia temporal en Wembley antes de la inauguración este curso del Tottenham Hotspur Stadium.

Respecto a los finalistas de la Liga Europa, el Chelsea, último ganador inglés de la Liga de Campeones (en la 2011-12), ha vivido altibajos en los últimos años al no asegurar siempre su clasificación para el máximo torneo continental, aunque lo ha enjugado con su triunfo en la Premier hace dos cursos y sus acuerdos comerciales, un aspecto en el que lidera a los cuatro finalistas ingleses, con 192 millones en ingresos el último año.

Por su parte, el Arsenal vive con esta final un rearme para su negocio, ya que de los cuatro finalistas británicos es el único que ha visto decrecer su negocio en la última temporada, de los 488 millones que ingresó en la 2016-17 a los 439 de la 2017-18.

Con el español Unai Emery, un especialista en esta competición, que ha ganado tres veces con el Sevilla (consecutivas entre 2014 y 2016), el conjunto gunner intentará reanimar sus cuentas con este trofeo.