El Recoletas Atlético Valladolid sigue pendiente de la evolución de sus jugadores, que han tenido que afrontar el tercer confinamiento en lo que va de temporada ante la nueva aparición de casos positivos por covid-19 en la plantilla. Y tanto parón les está afectando, tanto física como anímicamente. Lo ha reconocido el entrenador del equipo vallisoletano, David Pisonero, quien deberá "echar mano" de varios juveniles para completar la lista de convocados de cara al partido que, este sábado, en Huerta del Rey, les enfrentará al Liberbank Cantabria Sinfín.
Según ha explicado Pisonero, y recoge Efe, "genera una gran incertidumbre respecto al estado de los jugadores haber tenido que volver a parar diez días, porque no se sabe cómo van a estar ni cómo van a reaccionar tras tanto tiempo sin poder entrenar ni competir", aunque es consciente de que les afectará, a unos más y a otros menos. "Es un Déjà Vu. Supone empezar de cero por tercera vez esta temporada, pero es lo que hay y lo importante es poder seguir jugando, sea como sea. Ante Cantabria tendremos que plantear un partido distinto, respondiendo a las expectativas que necesitamos y siendo consecuentes con el estado del equipo", ha matizado.
En el caso del Recoletas, además, al no contar con jugadores que realicen tareas defensivas y ofensivas y requerir de cambios según las facetas, las ausencias hacen que todo sea "un galimatías", ya que no hay posibilidad de planificación y toca "adaptar las circunstancias exteriores al rendimiento del equipo".
"Hay que hacer de la necesidad una virtud", ha añadido Pisonero, quien ha confirmado la baja de Roberto Turrado para el choque ante el cuadro cántabro y ha avanzado que "otros dos o tres jugadores tampoco podrán ser de la partida y, si lo llegaran a ser, será algo testimonial".
En el partido de la primera vuelta ante el Liberbank Cantabria Sinfín, los vallisoletanos ganaron "defensivamente", algo que tratarán de mantener el sábado ya que el Recoletas "no está para sumar con un tanteo alto", debido a esas dificultades físicas por las que atraviesa la plantilla.
Es consciente de que se presenta "un encuentro complicado, ante un rival que sabe explotar el uno contra uno, gracias a sus individualidades" y del que le preocupa, especialmente "el desgaste físico" que deban realizar para frenar a Valles, Castro, Dimitrievski o Zungri, y los desmarques de Lon.
Además "son defensivamente duros y corren", tal y como ha analizado el entrenador vallisoletano quien, a pesar de lo que está teniendo que vivir el equipo ha destacado que "sigue vivo, muy unido y concienciado de lo que quiere". "Todos tenemos en mente los partidos que hemos jugado bien y hay muchas ganas de seguir esa estela y poder ganar puntos con la afición de nuevo dentro, para vivir el balonmano con ellos", ha concluido.