La osteoporosis, una enfermedad silenciosa

Carmen Ansótegui
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El esqueleto de quien la sufre queda tan afectado que basta con una pequeña caída para que un hueso se rompa, incluso a veces no ocurre por ningún accidente sino que puede aparecer una fractura por el mero hecho de agacharse, toser o estornudar

La osteoporosis, una enfermedad silenciosa

La osteoporosis es una enfermedad que suele tardar en dar la cara, de manera que habitualmente se detectada una vez el paciente sufre una primera fractura de un hueso. Para que el diagnóstico llegue lo antes posible los expertos quieren concienciar a la población sobre la necesidad de prevenir esta dolencia y luchar contra los factores de riesgo que propician su aparición.

La osteoporosis es una dolencia que hace que se reduzca la densidad y la calidad de los huesos, haciéndolos más quebradizos y frágiles, ya que hay más aire en su interior y aumenta el número y tamaño de sus cavidades. Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, “esto debilita el esqueleto y aumenta el riesgo de sufrir fracturas”.

El esqueleto queda tan afectado que basta con una pequeña caída para que un hueso se rompa. En los peores casos, incluso no llega a producirse ningún accidente sino que puede aparecer una fractura por el mero hecho de agacharse, toser o estornudar.

Las partes del cuerpo más afectadas suelen ser las muñecas, la cadera, el húmero y la columna vertebral. Como consecuencia, en la mayoría de las fracturas suele aparecer dolor o deformidad en el caso de las de columna vertebral y lo normal es que el paciente requiera ser hospitalizado e incluso que tenga que pasar por quirófano.

Los huesos están en continua formación y destrucción, en fases que están reguladas por distintas hormonas, la actividad física y vitamina D, entre otros factores. El experto de Cinfa explica que “en condiciones normales, a los 35 años llegamos a nuestro pico máximo de masa ósea y, a partir de esa edad, comienza a producirse una pérdida natural de hueso.

Este proceso afecta a ambos sexos, pero en las mujeres resulta más acusado, porque alcanzan una masa ósea inferior a la de los hombres y porque la disminución de estrógenos que desencadena la menopausia puede acelerar la pérdida”, asevera. Por todo ello, conforme envejecemos, más posibilidades tenemos de padecer osteoporosis, además de que resulta más frecuente entre la población femenina: un 20% de las mujeres de entre 50 y 84 años la presentan, según la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Otros factores que se relacionan con una menor masa ósea son el sobrepeso, el sedentarismo e ingerir una cantidad insuficiente de productos lácteos. Como concluye el doctor Maset, “para mantener y reforzar la buena salud de nuestros huesos es importante llevar un estilo de vida saludable basado en una dieta rica en calcio, proteínas y vitamina D, en la práctica habitual de ejercicio físico y en el abandono del tabaco y el alcohol”.

 

Evitar las fracturas

La alimentación es, por tanto, clave para prevenir la osteoporosis y las fracturas de los huesos. Algunos de los alimentos fundamentales en la dieta son los yogures, quesos y lácteos por su contenido en calcio, pero también resultan imprescindibles las frutas, verduras, pescados y mariscos.

En lo que respecta al ejercicio se recomienda realizar algún tipo de actividad física durante veinte o treinta minutos unas tres veces a la semana. Conviene no obstante adecuar el ejercicio a la situación de cada paciente, teniendo en cuenta su estado físico y su edad. Caminar a ritmo rápido, andar en bicicleta, levantar pesas ligeras, hacer ejercicios con cintas o practicar yoga o tai chi son siempre buenas opciones. Asimismo conviene cuidar las posturas en el día a día, vigilando la manera de caminar, cómo se coge peso o cómo levantarse de la cama.

Otros trucos para prevenir las caídas y los golpes son cuidar la vista y asegurarse de que la casa es segura. Algunos consejos prácticos pasan por encender la luz si uno se levanta durante la noche, En caso de que haya que levantarse por la noche hay que encender siempre la luz, es preferible quitar las alfombras, cables y otros objetos que puedan hacer que uno se tropiece y, si es posible, se recomienda instalar en el baño barras de seguridad y pavimento antideslizante en la ducha o en la bañera.

No en vano, los expertos advierten de que hay que ser cuidadoso con los fármacos hipotensores o sedantes, ya que este tipo de medicamentos puede provocar somnolencia e inestabilidad, por lo que es preferible no tomarlos en la medida de lo posible o consultar con el médico sus posibles efectos. No obstante, si no hay otra opción y hay que consumirlo, es importante tener cuidado al levantarse y desplazarse.

En todo caso, la relación con los profesionales sanitarios es imprescindible, porque una relación fluida ayudará a detectar la osteoporosis cuanto antes evitando así la degradación del hueso. Cada caso es además distinto, así que el médico indicará el tratamiento adecuado para cada paciente para frenar la pérdida de hueso o estimular la formación de hueso nuevo.