Los vecinos critican la baja ejecución presupuestaria

M.Rodríguez
-

La Federación de Vecinos Conde Ansúrez y la Antonio Machado critican la baja ejecución presupuestaria pero reconocen la potenciación de la participación vecinal por parte del Ayuntamiento de Valladolid

Los vecinos critican la baja ejecución presupuestaria - Foto: Jonatan Tajes

Elvira Yáñez y Margarita García son la cara visible del asociacionismo vecinal en Valladolid. Estas dos mujeres están al frente de la Federación de Vecinos Conde Ansúrez y Antonio Machado, respectivamente, en las que se engloban las distintas asociaciones de barrio de la capital. Un cargo que les permite conocer de primera mano los problemas de cada zona y de los vecinos, que siguen acudiendo a  sus sedes para detallarles las necesidades o problemas concretos de cada zona. Este conocimiento  las avala para realizar un balance la gestión municipal en este mandado y a exponer las principales demandas vecinales a los partidos políticos para las elecciones municipales del 26 de mayo.

¿Qué balance realizan de este mandato municipal?

MARGARITA GARCÍA. Es mandato, en cierto modo, es de transición, en cierto modo. Se han cambiado las prioridades del Ayuntamiento. Se han centrado más en lo social y menos en las obras. Todo el tema urbanístico se ha ralentizado porque el PGOU está en el limbo y no acaba de salir. 

ELVIRA YÁÑEZ. Lamento decir que el balance no es muy positivo. Han sido cuatro años de dejadez. El Ayuntamiento sí que tiene buen trato con nosotros, pero a la hora de ejecutar van muy lentamente y en la mayor parte de las ocasiones no lo hacen, ni contestan a los escritos que les enviamos. 

¿Se ha notado una baja ejecución de la inversión? ¿Es el principal indicador para evaluar la gestión?

M. G. La gestión de obras es muy baja. Es cierto que llevamos dos años, que como no hay mayoría absoluta, hay que negociar los presupuestos y se están aprobando muy tarde. Eso conlleva que se ralentiza todo el inicio de ejecución de obras. En concreto, este año ha coincidido con la nueva ley de contratos del Estado, que está frenando a todos los ayuntamientos. La ejecución está siendo lenta, y esto no es una excusa, es una parte del problema. No hay una gestión ágil de las obras.

E. Y. El soterramiento lo hemos pedido por activa y pasiva. No nos dan datos concretos ni motivos por los que se haya renunciado a él. El PSOE lo llevaba en su programa y se supone que lo iban a ejecutar. En el resto de inversiones solo se ha ejecutado el 40% de lo previsto. De hecho, en los presupuestos participativos casi el 80% de las propuestas de 2018 están sin ejecutar. Además, hemos realizado peticiones como la ampliación de los tiempos de los semáforos porque cada vez hay más gente mayor, que necesitan más tiempo para cruzar, y no se ha hecho. 

¿En estos años la ciudad, en general, ha avanzado o retrocedido?

M. G. Creo que, en general, se ha avanzado. Sobre todo, desde el punto de vista de los derechos de las personas hemos mejorado. Hay más inversión en servicios sociales y ha mejorado el tema de vivienda con el plan municipal, en el que hemos participado, y nos parece muy bueno. También se nota mejor gestión en el mantenimiento de los colegios, que eran casi tercermundistas, con persianas rotas y calderas muy antiguas, y ahora se ha hecho una inversión muy fuerte. En general, ha estado muy centrado en lo social y quizás eso hace que el tema de obras ha quedado en segundo plano y tendría que haber avanzado igual. El Ayuntamiento ahora está más cercano a los problemas de la gente.

E.Y. No ha avanzado casi nada y se ha notado la falta de ejecución de inversiones. La gente sobre todo se queja en el tema de limpieza. Valladolid era una de las ciudades más limpias de España, más cuidada en todas las cuestiones. En estos últimos meses se han puesto las pilas por la época electoral.

¿La limpieza es el principal problema de la ciudad?

M.G. Creo que no hay un problema de limpieza. Hay más verde por las calles porque se ha eliminado el uso de glifosato para el control de las malas hierbas y es más difícil controlarlas. No sé si eso es suciedad. En el caso de los excrementos de los perros, la verdad es que no hemos mejorado pero tampoco empeorado. También hay una cuestión cívica, como en el tema de los enseres que la gente deja arrimados en los contenedores cuando hay un servicio municipal que los recoge, aunque en esto tampoco hemos empeorado. No veo la ciudad más sucia. De hecho, a la gente que viene de fuera le llama la atención la limpieza de la ciudad.

E.Y. Hemos pedido explicaciones para conocer el motivo por el que las máquinas de limpieza no están de continuo por diversas zonas de la capital. Se ven muy de vez en cuando, no se utilizan productos de limpieza por temas ecológicos, que no sé hasta qué punto porque sino se utilizan la limpieza no se lleva a cabo de forma tan efectiva. Los residuos de las palomas no se quitan solo con agua. Además, los barrenderos no se ven por diferentes zonas. La plantilla se mantiene, incluso ha aumentado, pero lo cierto es que no se ve una mejora en el servicio.

¿Se ha mejorado la participación en los asuntos municipales?

M.G. Este es otro de los grandes avances que ha habido: tener las puertas del Ayuntamiento abiertas a todo el mundo y la cercanía del Gobierno municipal. Esto es positivo, siempre. Se ha emprendido cuestiones como los presupuestos participativos, que nos parecen un gran avance en participación. Aunque es verdad que seguimos sin tener el reglamento de participación ciudadana, que sigue bloqueado por el Reglamento Orgánico del Ayuntamiento, que se empezó a modificar y se quedó bloqueado. 

E.Y. Hemos intentando participar en todo lo que el Ayuntamiento nos ha pedido y tenemos una relación fluida y correcta. Estamos en todos los consejos municipales, donde hemos pedido que se nos incorpore a las dos federaciones en igualdad de condiciones porque ahora compartimos tiempo. Pero en las últimas asambleas vecinales hemos detectado que antes eran masivas y ahora ha bajado el índice de participación porque los vecinos dicen que se hartan de ir para no se solucionar nada.

¿Siguen manteniendo la demanda del soterramiento? 

M.G. Creemos que sí. A la vista de las circunstancias no entendemos muy bien el planteamiento de los partidos que ahora lo proponen, sobre todo del PP, que estuvo 20 años en el Gobierno municipal y buena parte de ellos también en central, y que al final fue su ministro Íñigo de la Serna el que dio carpetazo al soterramiento. Él lo puso como condición para que Fomento asumiera el crédito de 500 millones que había que pagar entre todos. Soterramiento sí, pero con un consenso entre las tres administraciones implicadas. Seguimos creyendo que es la mejor opción para resolver los problemas de barrera que provoca el ferrocarril pero no nos parece que sea el momento de sacar el debate, ya que cuando se pudo hacer no se hizo.

E.Y. Creemos que es un proyecto viable. Se inició cuando no había crisis y se iba a gestionar un terreno y obtener ingresos. Llegó la crisis y esas expectativas se vinieron abajo. Lo cierto es que si otras ciudades pueden hacerlo por qué no Valladolid. A lo mejor no se puede hacer todo lo que se pretendía hacer pero si a no separar los barrios del centro, con un proyecto que cueste menos dinero. No se ha intentado. Se dijo no, no se han dado cifras claras, pero nunca se ofreció ningún estudio o motivo. Por lo que seguimos entendiendo que si otros pueden nosotros, también.

¿Por qué no hay una movilización vecinal general?

M.G. Esa pregunta nos la hacemos también nosotros. Creo que la mayor movilización reclamando el soterramiento llegó a unas 500 personas. Falta pedagogía con respecto al tema. Muchos creen piensan que solo es algo que afecta a los barrios colindantes con la vía, y eso no es así porque sería una fuente de riqueza para toda la ciudad y una gran oportunidad. Además, ganar espacio a las vías generaría una oportunidad de atracción de inversión, que redundaría en beneficio de todos. Y ahí entonamos el mea culpa porque quizás no hemos sabido explicarlo.

E.Y. Se hizo una pequeña movilización, pero no sé si la gente se ha vuelto muy acomodaticia y no se llegó a las cifras deseadas. Lo pedimos las dos federaciones, pero como no se recibe ninguna explicación las cosas se han ido quedando al margen. Seguiremos pidiéndolo. No nos parece justo que la barrera ferroviaria.

¿El nuevo paso de Pilarica demostrará que es una alternativa válida?

M.G. Este paso es una obra excepcional, en el sentido que, al menos, a uno de los dos lados hay una plaza. Hay muy pocos pasos de la vía en los que a un lado haya un espacio tan amplio como pasa en la plaza de Rafael Cano. Y eso da posibilidad de hacer otros diseños muy distintos a los típicos túneles. El hecho de que los pasos se mejoren nos parece bien. De hecho habíamos pedido que se mejoraran los márgenes del ferrocarril, que se dignificaran los pasos y los bordes. Y creemos que el proyecto de integración será positivo en ese sentido.

E.Y. En los últimos días no he pasado por allí y solo lo he visto en obras. Pero nosotros seguimos diciendo que no queremos ni túneles ni pasarelas, que nos parece lo más inseguro, incómodo y terrible para la gente que tiene algún problema de movilidad. Seguirá generando problemas porque los túneles no tendrán casi visibilidad y eso genera un cierto peligro. No nos convence.

¿Qué reivindicaciones deberían incluirse en los programas?

M.G.Tenemos una carta ciudadana con casi cien puntos. Es difícil sintetizarlas, pero creemos que sigue habiendo necesidad de apoyo a personas en riesgo de exclusión y colectivos desfavorecidos. Hay que seguir insistiendo en el trabajo de los servicios sociales, además del apoyo a mayores que viven solos. Hay que mantener unos servicios sociales fuertes, exigiendo a la Junta que no haga dejación de funciones. En el aspecto medioambiental nos parece fundamental que la ciudad será vivible y respirable, lo que implica una movilidad sostenible, esponjamiento de espacios saturados,... Una petición reiterada es que la gestión de residuos se pueda hacer desde lo público porque creemos que el ejemplo del agua es un buen ejemplo. La gestión desde lo público es mejor.

E.Y. Evidentemente, la principal es el soterramiento. Es necesario que se ejecuten las inversiones previstas por el Ayuntamiento. Llevamos cuatro años pidiendo una serie de obras en los barrios y ahí siguen la mayor parte sin realizarse. También deberían escuchar nuestras propuestas, entre las que está un centro cívico en el centro. Además, hacen falta medidas de fomento del empleo para que la población se asiente en Valladolid y no se vaya fuera. Los jóvenes deben tener acceso a vivienda asequible en la capital y no que se vayan al alfoz.

¿Cuál es la asignatura pendiente del asociacionismo?

M.G. No valoramos suficientemente el trabajo en red. Tendemos a pensar que solo nosotros trabajamos los temas y nos cuesta mucho el trabajo colaborativo con otras asociaciones. Esa es nuestra asignatura pendiente y ver cómo conseguimos atraer a la gente joven al asociacionismo.

E.Y. La asignatura pendiente es la participación y la implicación de los jóvenes en las asociaciones. Eso es fundamental porque la mayoría tienen al frente gente mayor, en algunos casos muy mayor, que llevan muchos años trabajando y no hay relevo. Las asociaciones envejecen mucho igual que la población. Y algunas pueden desaparecer.

¿Cómo evalúan las políticas de atención a los mayores?

M.G. Ha mejorado la ayuda domicilio, pero sigue siendo necesario trabajar en esa línea. También ahí los vecinos tenemos un trabajo que hacer para recuperar esos lazos de vecindad. 

E.Y. Hacen falta centros de mayores porque en zonas como Parque Alameda y Covaresa no hay, al igual que en otras zonas. En Parquesol se va a hacer porque pero el proyecto tiene problemas.

¿Qué les parecen las promesas que se realiza en la campaña electoral?

M.G. Habrá que estudiarlas con detalle y exigir que no se queden en promesas. Al final las campañas plantean muchas cosas, pero luego hay que ser realista y hay que ver cómo se materializarán.

E.Y. Las promesas son muy fáciles de hacer y muy difíciles de cumplir. Siempre prometen cosas que no llegan a cumplir. Si les tuviéremos que demandar por incumplimiento de contrato estarían todos demandados.

En las reuniones con los partidos, ¿hacen balance del mandato?

M.G. De momento, ha habido poquitas reuniones de toma de contacto. Con los grupos municipales que firmaron la carta ciudadana sí se revisó con ellos. Y ahora con la nueva carta aprobada se va a presentar a los partidos para que la suscriban.

E.Y. Nos hemos reunido con el PP, PSOE y con Vox. Realmente no venían a que les pidiéramos cuentas. Tiraron a más a lo que nosotros demandábamos que a la gestión que se había hecho. Las excusas son de todo tipo, pero lo cierto es que la gestión municipal ha sido bastante pobre. Nosotros les expusimos en líneas generales lo que queríamos para la ciudad y los vecinos. No entramos nunca jamás en temas políticos. Nos da lo mismo quien esté en el Gobierno. Las reivindicaciones serán siempre las mismas.

Los dos federaciones discrepan sobre los presupuestos participativos

Los puntos de vista de Elvira Yáñez y Margarita García son muy diferentes en temas fundamentales del funcionamiento de la ciudad, aunque ese diferencia resulta más evidente en el tema de la gestión de los presupuestos participativos. La presidenta de la Federación de Vecinos Conde Ansúrez se muestra muy crítica con el funcionamiento de la iniciativa que trata de dar más participación a los vecinos, pero que considera que se está demostrado más ineficaz y costosa que el actual sistema. Yáñez defiende que antes las asociaciones eran las intermediarias con el equipo de Gobierno y se transmitían las necesidades que se incluían directamente en el presupuesto municipal. Además, cuestiona que al final del proceso participativo hay una asamblea que «decide» qué obras se hacen. Por su parte, la presidenta de la Federación de Vecinos Antonio Machado defiende esta iniciativa, que se estrenó en 2017, y apunta que es uno de los mejores sistemas que conoce en el país. Eso sí, reconoce que como todo se puede mejorar. Y recuerda a los partidos que se sigue sin reglamento de Participación Ciudadana

¿Se están gestionando bien los presupuestos participativos?

MARGARITA GARCÍA. El proceso de presupuestos participativos es de los mejores en España, por lo que he visto. No solo se fomenta la participación individual sino que también la colectiva, de organizaciones como las nuestras. Está bien planteado aunque es cierto que las asambleas tienen mucho trabajo a la hora de priorizar las propuestas aunque hay unos criterios claros, que creo que se pueden objetivar bastante. Lo que está fallando es la ejecución porque al final va todo al presupuesto de obras municipal, que es donde se están ralentizando las actuaciones.

ELVIRA YÁÑEZ. La valoración es bastante pobre. Desde el principio dijimos que íbamos a colaborar en este tema pero que no estábamos de acuerdo en la forma de gestionarlo. Los presupuestos participativos han existido siempre, de otra forma. La federación y las propias asociaciones presentaban las propuestas de lo que se necesitaba en los barrios y lo que se podía se ejecutaba dentro del año. Esto es otra fórmula aceptable pero no rentable porque hay que pagar a una empresa que lo gestiona. Se hacen asambleas en todas las zonas a las que no va prácticamente nadie, salvo las asociaciones vecinales. Las mesas de zona las compone la gente de las asociaciones vecinales porque los particulares no se apuntan. La participación es baja en las votaciones y siguen viniendo aquí a contar sus necesidades. Y la ejecución es muy baja y muy lenta. La gente cuando pide quiere ver que se hacen las cosas.