Valladolid debe hacer accesibles todos sus pasos de cebra

Óscar Fraile
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El Procurador del Común emite una resolución en la que denuncia que algunos bordillos y rampas no cumplen con la normativa para discapacitados y reclama al Ayuntamiento que diseñe un cronograma de obras para solucionarlo

Situación de uno de los bordillos denunciados, en la calle Abedul. - Foto: Jonathan Tajes

Algunos de los pasos de peatones de Valladolid no cumplen con la normativa de accesibilidad. Así de contundente es el Procurador del Común en una resolución del pasado 24 de julio en la que pide al Ayuntamiento de la capital que se estudie la situación de todos los pasos de cebra y que se acometan las obras necesarias, «con la máxima celeridad posible», para garantizar que se cumple la normativa «y garantizar así el tránsito de las personas con discapacidad o con movilidad reducida».

El origen de esta actuación está en una queja vecinal que apunta directamente a cinco calles (Abedul, Fuente el Sol, Cardenal Cisneros, Tirso de Molina y paseo del Jardín Botánico) y la plaza Luis Braille, que por error aparece en el informe como una calle. Aunque en la mayor parte de esos pasos de peatones la acera está rebajada para facilitar el acceso, lo cierto es que la queja señala que hay un pequeño escalón, de entre dos y cuatro centímetros, «lo que supone un grave inconveniente para todos y, en particular, para las personas con discapacidad, de avanzada edad, las que se desplazan con carritos de bebés, carros de la compra, andadores o maletas de ruedas, así como para quienes transitan en bicicleta por los carriles bicis y las acera-bicis, que cruzan por pasos ciclistas, que suelen estar situados en paralelo a los pasos de peatones».

Además, la resolución dice que «a menudo las rampas en dichos rebajes superan con creces el diez por ciento de inclinación fijado reglamentariamente hasta, en ocasiones, triplicarlo, lo que dificulta la subida y la bajada de las sillas de ruedas tanto eléctricas como manuales». 

Cruce mal rebajado en Tirso de Molina.Cruce mal rebajado en Tirso de Molina. - Foto: Jonathan TajesPreviamente a esta resolución el Ayuntamiento ya respondió a un primer escrito del Procurador del Común para trasladarle que la estructura de esos pasos de peatones trata de conciliar distintas necesidades. Aunque reconoce que lo ideal para las personas con problemas de movilidad es que no haya escalón, por pequeño que sea, también explica que eso podría suponer un problema para las personas invidentes, «pues es la forma en la que pueden reconocer la localización y dirección de la calzada, tocando ese resalto con los pies y con el bastón». El Ayuntamiento también explica que ese pequeño bordillo coincide en la mayoría de las ocasiones con la corredera de las aguas de lluvia. « Si el resalto fuera inexistente, las aguas invadirían la acera ante la mínima precipitación, encharcándola, y creando con ello también dificultades de accesibilidad a todos los usuarios», continúa.

Así, señala que la solución que se suele adoptar es «establecer un resalto en los rebajes peatonales de entre 10 y 20 milímetros, el mínimo necesario para ser detectado con el bastón de los invidentes y para servir de corredera de las aguas, y que supone una dificultad fácilmente remontable con ruedas o con dificultades de deambulación». El concejal de Movilidad, Luis Vélez, se queja de que la resolución es poco precisa porque no hace referencia a pasos de peatones concretos, y recuerda que Valladolid ha mejorado mucho en accesibilidad en los últimos 20 años, pese a las «limitaciones presupuestarias y de tiempo». Además, señala que estos aspectos se han tenido en cuenta en las obras que se han ido realizando. Por ejemplo, las recientes del paseo de Jardín Botánico.

¿Qué dice la normativa?

Pero lo cierto es que es el propio Ayuntamiento el que reconoció al Procurador que la  Orden VIV/561/2010 de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados exige que «el encuentro entre el plano inclinado del vado y la calzada deberá estar enrasado». Ahora bien, el Ayuntamiento interpreta el término ‘enrasado’ como «sin resaltos no remontables con facilidad por todos los usuarios».

Paso de peatones de la calle Fuente el Sol, en La Victoria.Paso de peatones de la calle Fuente el Sol, en La Victoria. - Foto: Jonathan TajesPero el Procurador del Común no lo hace así y pide que se cumpla la normativa de forma textual. Es más, señala que no corresponde a este organismo aportar soluciones técnicas, pero añade que no comparte la dificultad que dice tener el Ayuntamiento para acometerlas.

De modo que finaliza pidiendo que se realice un estudio sobre el estado de todos los pasos de peatones de la ciudad, que se defina cuáles deben ser reformados para cumplir la normativa y que se establezca un cronograma de obras para solcuionarlo. Por su parte, Vélez sostiene que ya se han hecho actuaciones en algunas de las calles señaladas en el informe y que se seguirá en la misma línea en el futuro.