Jesús Ulloa lleva la friolera de 35 años al frente de Facua Castilla y León. Y muy a su pesar, según se desprende de sus palabras, porque a él le gustaría que llegara gente joven a coger el relevo, pero no es así, porque, según él, todavía existe represión laboral en el ámbito privado para las personas que se implican en asociaciones de consumidores. Por eso la mayor parte de la junta directiva de Facua Castilla yLeón está formada por funcionarios. Él es uno de ellos.

¿Corren buenos tiempos para los derechos de los consumidores respecto a hace dos décadas?

Yo creo que no ha cambiado mucho la cosa. Una prueba de ello es la estafa tan grande que ha habido con iDental y lo que ha pasado con Volkswagen, donde no se han preocupado del consumidor. Seguimos en la misma línea. La atención al consumidor no ha estado valorada por los gobiernos que hemos tenido ni lo está por el actual. Seguimos estando indefensos y mal informados, y por eso se producen tantas estafas.

Pero el nuevo Ejecutivo ha creado un ministerio exclusivo para consumo...

Nos hizo mucha ilusión cuando se creó, pero creo que tiene pocas competencias y su presupuesto es bajísimo. De cualquier modo, habrá que darles los cien días de cortesía. Es importante que se haya dado este paso, máxime cuando el consumidor es el que tiene el poder real en la sociedad, como lo tenía antes el movimiento obrero, aunque no lo ejerce. Y eso lo tiene que aprovechar el Ministerio para aprovecharnos con buena fe para decirles a los que mandan, al capital, que no todo va a ser beneficio para ellos.

¿Pero los consumidores son realmente conscientes del poder que tienen?

Lo son, pero no lo aprovechan. A nivel global, los consumidores sí que han sido más duros y han presionado más, como con el tema de las cláusulas suelo de la banca, pero es verdad que le falta un poco para valorar todavía más el poder que tiene, que es enorme.

¿La Administración es un aliado o un muro con el que chocan los consumidores?

Las competencias de consumo están muy diluidas. La Junta de Castilla y León tiene muchas, y hasta ahora se ha mostrado muy floja con las empresas, los fraudes y las estafas. No estamos bien defendidos por parte de la administración autonómica.

¿En qué falla esa defensa?

Es genérico. Por ejemplo, nosotros nos quejamos de que se hacen pocas inspecciones en hostelería por el tema de limpieza. Y cuando ha habido una estafa a gran escala en sectores como los de la banca, la Junta no se ha comprometido, mientras que otras comunidades autónomas han abierto expediente y han sancionado a la banca. Da la sensación de que defiende más a los empresarios que a los consumidores.

¿Por qué es tan complicada la relación de los consumidores con el sector de la telefonía?

Es un sector que evoluciona mucho, que continuamente está modificando sus ofertas y donde el consumidor sigue siendo engañado. También hay que reconocer que hay 40 o 50 millones de teléfonos, lo que supone una cantidad enorme de usuarios. Nos quejamos, por ejemplo, del mal servicio de atención al consumidor y de que estas compañías son el doble y el triple de caras que en otros países de la Unión Europea.

¿Qué otros sectores son problemáticos?

La banca y las compañías de seguros. En este sentido, la cosa ha cambiado poco con el paso de los años.

¿Los vallisoletanos hacen valer sus derechos o son de esas personas que prefieren perder un par de euros de una factura incorrecta por no protestar?

En general no hacemos valer nuestros derechos. Somos pasivos, aguantamos demasiado y nos cuesta demasiado hacer las reclamaciones porque algunos piensan que no sirve para nada. Para nosotros sería muy importante que hubiera mil denuncias en lugar de cien, por ejemplo, contra los bares y restaurantes que tienen los alimentos fuera de las vitrinas. Si el consumidor ejerciera más sus derechos, con el paso del tiempo la Administración se daría cuenta de que eso importa mucho y actuaría de forma más diligente.

Una de las actuaciones de Facua que más recorrido mediático tuvo en los últimos años fue la denuncia a la Asociación de Hosteleros por imponer el precio del Pincho de Feria en la Feria de Día. Finalmente el Tribunal Superior de Justicia anuló una multa de 11.368 euros que previamente había impuesto el Tribunal de Defensa de la Competencia. ¿Hicieron más actuaciones al respecto?

Ahí se terminó la historia porque no tenemos capacidad económica para recurrir a tribunales más elevados. Ojalá tuviéramos más subvenciones. La Constitución dice que las asociaciones de consumidores deben ser ayudadas por el Gobierno para que no sean compradas por las grandes empresas. Pero las subvenciones que nos dan son muy pequeñas.

¿Cómo se financian y cuántos socios tienen en Castilla yLeón?

La afiliación, dentro de lo que cabe, no está nada mal en Castilla y León. Tenemos más de mil socios que pagan una cuota de 69 euros al año con la que vamos tirando para mantener los servicios de abogado, administración, pequeñas campañas y los locales de Medina del Campo y Valladolid. El año pasado también tuvimos una pequeña ayuda de 7.000 euros de la Junta de Castilla y León y 1.500 euros del Ayuntamiento de Medina del Campo.