El Brexit desploma la exportación a Reino Unido casi un 40%

Óscar Fraile
-

El país británico era el segundo mercado más importante para las empresas de Valladolid en el año 2016, por detrás de Francia, y ahora ocupa el quinto lugar

El vino es uno de los sectores que más exporta. - Foto: Luis López Araico

La entrada en vigor el pasado 1 de enero del Brexit, es decir, el acuerdo mediante el cual el Reino Unido se desvinculó de la Unión Europea, ha servido para que este mercado siga perdiendo peso dentro de los intereses de las empresas vallisoletanas, aunque sigue siendo el quinto país al que más se exporta. Eso sí, esta situación nada tiene que ver con la de hace cinco años, cuando Reino Unido era el segundo mercado más importante. Por entonces las empresas locales vendían al país británico por valor de 692 millones de euros, un volumen de negocio que solo superaba Francia, con 1.611 millones, según los datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex).

Y aunque la salida de Reino Unido no se ha formalizado hasta el pasado 1 de enero, lo cierto es que desde que el 'sí' triunfó en las urnas las ventas no han dejado de caer. Así lo demuestran los últimos datos disponibles. Entre enero y septiembre de este año solo se ha exportado por valor de 182 milllones, casi un 40 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, pese a que 2020 ya estuvo marcado por el descenso de actividad comercial por la pandemia. Además, ese volumen de ventas es prácticamente la mitad que el de hace dos años y casi un 70 por ciento menos que hace un lustro, cuando se produjo la votación para abandonar la Unión Europea.

Las nuevas trabas burocráticas a las que se han tenido que enfrentar las empresas y los trámites con Aduanas han supuesto un freno a estas operaciones. Al menos en los primeros meses, aunque en el futuro se puedan normalizar estas relaciones comerciales y se opere con total normalidad, como con otros países que no pertenecen a la Unión Europea. Pero los últimos meses han estado marcados por la incertidumbre, unas dudas que desde la Administración y las organizaciones empresariales se ha intentado solucionar. Por ejemplo, desde la Cámara de Comercio de Valladolid aseguran que a lo largo de este año se han realizado 81 exportaciones y han trabajado con 19 empresas, 16 para operaciones de ventas y con otras tres que solicitaron cuadernos ATA, unos documentos que permiten obtener una serie de declaraciones aduaneras necesarias para estas operaciones. Entre las dudas más habituales consultadas por los empresarios este año están la documentación necesaria para exportar, requisitos y restricciones para viajes laborales e información sobre el Brexit, entre otras cosas.

En un 'especial Brexit' organizado recientemente han participado siete empresas, seis del sector agroalimentario y una del agroalimentario y el pasado mes de febrero la Cámara celebró un webinario sobre repercusiones fiscales y comerciales del Brexit al que asistieron 29 personas.

Según la base de datos de Aduanas de las Cámaras de Comercio, la automoción es el sector que más exporta a Reino Unido, aunque hay otros muy variados que también lo hacen en menor medida. Por ejemplo, el sector de las bebidas cerró el año pasado 303 operaciones por valor de casi cinco millones de euros. También exportaron los sectores de los alimentos preparados, las manufacturas de fundición de hierro o acero, las hortalizas, muebles, plástico y productos químicos. Entre las empresas que figuran en el listado de exportadoras están Bodegas Vega Sicilia, Lingotes Especiales, Bodegas Matarromera, Curia (antigua Crystal Pharma), la fábrica de muebles Cancio e In-blan Maquinaria de hostelería, entre otras. 

Requisitos. El acuerdo comercial provisional entre la Unión Europea y Reino Unido entró en vigor el 1 de enero y obliga a las empresas que quieran vender allí a seguir procedimientos a los que hasta finales del año pasado no estaban obligadas, al ser el país británico miembro de la Unión Europea. Por ejemplo, hacer declaraciones aduaneras, presentar una Prueba de Origen Preferencial para demostrar el origen de sus productos y evitar pagar aranceles, controles sanitarios y fitosanitarios.

Otro dato que demuestra la pérdida de peso de Reino Unido en las exportaciones de Valladolid es el porcentaje sobre el total que representan las ventas al país británico. Antes de que el 'sí' triunfase en la consulta, en 2016, solía estar en torno al doce por ciento, pero en 2018 ese porcentaje ya bajó el diez por ciento, el año pasado ya fue del 8,4 por ciento y en los nueve primeros meses del este año, ya con el Brexit en vigor, Reino Unido solo representa el 4,3 por ciento de las exportaciones de Valladolid, superado por países como Italia (13,1 por ciento), Bélgica (doce por ciento) y Portugal (5,8 por ciento). Este cambio en las reglas comerciales también ha afectado a las importaciones que los vallisoletanos hacen de productos de empresas británicas, si bien suelen ser menos cuantiosas que las exportaciones. En 2018 eran casi 241 millones, una cifra que apenas se redujo un año después, pero cayó hasta los 168 millones el año pasado y en los nueve primeros meses de este año ha sido de 64,1 millones, un 46 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado.

Este proceso ha supuesto muchos cambios en Reino Unido, con opiniones muy encontradas entre los partidarios del proceso y los detractores. Un extremo que han notado los españoles que residen allí desde hace años. Lo que no ha podido frenar la salida de Reino Unido de la UE es el 'éxodo' de vallisoletanos que se han ido a vivir allí. Al menos hasta el 1 de enero de este año, cuando vivían allí 17.535, casi el doble de los que había en 2009, según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los que residen allí desde hace tiempo se han visto obligados a hacer algunos trámites para conservar los derechos que tenían previamente. Por ejemplo, hacer una solicitud de registro como asentado. Los que hayan llegado a partir del 1 de enero y quieran encontrar empleo tienen que regirse bajo el nuevo sistema de puntuación, que da prioridad a los trabajadores cualificados frente a la mano de obra barata.