Los hermanos Romeo, el futuro del ciclismo vallisoletano

M.B
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Los hermanos vallisoletanos Iván y Sergio acumulan un buen puñado de victorias en los dos últimos años en las categorías cadete y junior

Los hermanos Romeo, Sergio e Iván, esta semana en Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

Los Izagirre o los Herrada. Los Yate o los Schleck. Como en su momento fueron los Gorospe o los Induráin. Y, ¿por qué no? En un futuro los Romeo. Los vallisoletanos Iván y Sergio Romeo llevan varios años despuntando en categorías inferiores, abriéndose un hueco en el complicado mundo de las dos ruedas y postulándose como el futuro del ciclismo local. 

Ambos comenzaron en la Escuela de Arroyo, bajo la dirección de Juan Carlos Domínguez, uno de los históricos del ciclismo vallisoletano. Y ambos llevan un 2021 firmando podios y triunfos en las mejores carreras de sus categorías. Sus padres, Roberto y Marta, les inculcaron la pasión por las dos ruedas (acudiendo como aficionados a etapas de las ‘grandes’: «Subíamos algunos puertos en bici») y dejaron el triatlón de sus inicios en el Ponce de León por el ciclismo. El primero fue Sergio, el más pequeño. A los pocos meses se pasó su hermano.

El mayor es Iván, que cumple en agosto 18 años y va por su segundo de júnior en el MMR-Academy de Samuel Sánchez y Benjamín Noval. Ya ganó como cadete la Aiarako Bira en 2019, prueba que este 2021 se ha llevado su hermano. Y sabe lo que es ser internacional, siendo noveno en la crono del Festival Olímpico de la Juventud Europea en Bakú también ese 2019 y este año acudiendo a tres concentraciones con la júnior, con la que espera estar en el Europeo de Trento (Italia) y el Mundial de Bélgica a finales de año. La pasada semana acumuló dos victorias parciales, en la Vuelta al Besaya y la Bizkaiko Itzulia. «¿Esprinter? No. Más bien contrarrelojista y me defiendo en la montaña», responde sobre sus características. El año que viene pasará a categoría sub 23 pero no se plantea nada más que disfrutar del presente y analizar el futuro cuando acabe la temporada.

«Soy muy competitivo y desde que me dieron una bici quería correr», reconoce Sergio, ahora en su segundo año de cadete en el Norinver. Aparte de la Aiarako Bira ha ganado este 2021 el Gran Premio Albares de la Ribera en Bembibre, una etapa de la Challenge para cadetes de Salamanca y otra de la Vuelta Ciclista a los Valles Mineros además del Trofeo FMC en Madrid. «Creo que soy todoterreno, no me veo el pico en ninguna especialidad», asegura confiando en seguir los pasos de Iván en júnior.

Estos días de Tour se los pasan delante de la tele, aunque en una semana tienen cita con el Campeonato de España en Madrid. ¿El futuro? «Ojalá sea en un equipo profesional y juntos», responden fijándose en Filippo Ganna, Tom Dumoulin o Van der Poel... mientras siguen con sus estudios: uno arrancará un Ciclo Formativo de Grado Superior en Acondicionamiento Físico y el otro Bachillerato.