Los expertos en energía fotovoltaica explican que la aceleración del sector en la provincia viene motivada en gran medida por el impulso que le ha proporcionado el sector primario desde que el Gobierno liberalizó el mercado del autoconsumo. «Las explotaciones ganaderas y agrícolas están apostando en gran medida por este tipo de energía para el autoconsumo», afirman desde el Cluster de Energías Renovables y Soluciones Energéticas de Castilla y León. Una opinión que mantienen también desde Unión Fotovoltaica Española. 

Un claro ejemplo de esta apuesta del sector primario en Valladolid puede estar representada en empresas como Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor), que tiene prevista la construcción de un nuevo parque solar a un kilómetro de distancia de las instalaciones en la localidad de Olmedo. 

Para este proyecto, se instalarán 8.000 placas que generarán 5.200 megavatios hora al año. Esta producción se destinará al autoconsumo para atender las necesidades energéticas de las plantas de azúcar y de aceites. La cooperativa invertirá 2,6 millones de euros en este proyecto y está previsto que la instalación esté amortizada en el plazo de siete años. Se trata del segundo parque de energía solar de Acor, ya que en 2007 se construyó una planta fotovoltaica en la localidad vallisoletana de Tordesillas de 3,2 megavatios.

Pero además, Acor apoya las inversiones en energías renovables (eólica y fotovoltaica) que realizan sus socios para mejorar las infraestructuras de riego de sus explotaciones. Así, los cooperativistas pueden beneficiarse del pago de un anticipo que consiste en un abono de hasta 80 euros por tonelada de remolacha contratada a devolver hasta en 10 años. Por ejemplo, un socio que contrate 1.000 toneladas y que solicite el anticipo y el periodo de amortización máximos recibe 80.000 euros con una amortización anual de 8.000 euros.

El sector está viendo en la generación de energía fotovoltaica una oportunidad de ahorro energético en explotaciones grandes y pequeñas. Otro ejemplo es la empresa PITESA, en la localidad de Tordesillas. Es una compañía de granulación de forrajes, camas para animales de granja, secadero de maíz, entre otros. Dada su actividad, tiene un consumo eléctrico muy elevado y dado su compromiso con el medio ambiente y apuesta por la transición ecológica, ha decidido destinar parte de su inversión anual en la implantación en las cubiertas de parte de sus naves de una instalación fotovoltaica de 270KW de potencia, con un total de 817 módulos fotovoltaicos de la marca Sharp, considerados de alta gama dentro del sector solar, instalados por Braux Energy Group.

El ahorro anual estimado por la empresa es de unos 25.000 euros teniendo en cuenta el coste que paga actualmente la factoría en electricidad y el plazo de amortización marcado por sus responsables es seis años y medio. 

Los equipos instalados en el proyecto son de los mejores estándares de calidad, tanto módulos, como inversores así como la estructura soporte de módulos, diseñada a medida para la integración en cada una de las cubiertas, lo que garantiza un mayor rendimiento y durabilidad en el conjunto de la instalación, fundamental en el sector de autoconsumo.