El Museo Patio Herreriano muestra 73 obras de Esteban Vicente, el pintor que logró hacerse un hueco en la segunda mitad del pasado siglo hasta convertirse en uno de los representantes del expresionismo abstracto americano, junto a Rothko, De Kooning o Pollock. “Sus preocupaciones fueron la belleza, la intimidad y el orden. Él decía: ‘Mis pinturas son paisajes interiores, las veo con el corazón, no con los ojos’”, explicó hoy en la inauguración la directora del Museo Esteban Vicente, Ana Doldán.

Todas las piezas exhibidas pertenecen a la colección del Museo Esteban Vicente, formada por 153 obras que fueron donadas por el pintor Esteban Vicente y su esposa, Harriet G. Vicente, y representa la casi la totalidad de la evolución de este artista y sus distintas épocas creativas, así como todos los soportes y técnicas por él utilizados, destacando, con mayor amplitud, la producción realizada en Norteamérica. La propia colección, así como el archivo documental y bibliográfico que alberga el Museo, fue declarada el pasado jueves, en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, como Bien de Interés Cultural con categoría de colección de bienes muebles. “Es el mayor reconocimiento a nivel estatal que puede haber para una obra de arte y supone una protección importantísima para el propio Museo”, reconoció Doldán.

La amplia selección que ahora puede verse en Valladolid muestra la evolución del artista en sus distintas etapas creativas dentro del lenguaje abstracto, y pasa por alto su trabajo figurativo, realizado entre 1920 y 1944. Así, el Patio Herreriano exhibe piezas creadas entre los años 50 y 1997, divididas en tres salas que agrupan su trabajo en la pintura (sala 4), los dibujos (sala 3) y los collages y esculturas de pequeño formato (sala 5).

El título de la muestra, ‘Siento, luego pinto’, alude según explicó Doldán a uno de los pensamientos de Esteban Vicente sobre la pintura: “Él decía que pintar no es pensar, sino sentir”. “Él consideraba que cada obra tiene su propia solución, sin embargo trabajaba con un desarrollo procesual basado en la armonía. Para él los conceptos de dibujo, collage y pintura en realidad son los mismos, y en este sentido enmarcamos cada una de las obras que podemos contemplar, en una sentencia sobre lo que para él era el ejercicio de cada una de estas técnicas: ‘Pinto para saber qué es la pintura’, ‘El collage como pintura’ y ‘El pintor ve dibujando’”.

“En estas tres salas descubrimos cómo Esteban Vicente aborda la abstracción, desde la observación de la realidad, su materialización y traslación de las obras de arte, salpicadas de estímulos y estructuras que son ligeramente geométricas. Todas las obras tienen un protagonista común, el color, que al mismo tiempo se convierte en elemento compositivo y estructurador de la obra de arte”, explicó Doldán.

La directora del Museo Esteban Vicente señaló que, al mismo tiempo, “el color es para el artista la forma a través de la cual captar la luz”. “En sus años de madurez, desde principios de los setenta, se convierte en una obsesión la exploración del binomio color-luz, para lo cual cambió su técnica, pasó del pincel o del brochazo a la pistola de color. Esto suponía pulverizar el color atrapando la luz”, destacó.

Así, en esta exposición puede apreciarse su evolución del pincel al aerógrafo, de la pintura gestual a los campos de color. “También podemos ver sus fuentes de inspiración: la naturaleza, la arquitectura, los movimientos que le influenciaron, el cubismo y el minimalismo tímidamente, y el expresionismo abstracto americano. En definitiva conoceremos esa manera que tenía de sentir a partir de la luz”, detalló.

En la presentación también intervino el presidente de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez, que se refirió a Esteban Vicente como “uno de los máximos exponentes del expresionismo abstracto en América” además de recordar que fue uno de los primeros galardonados con el Premio Castilla y León de las Artes. Por su parte, la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, aseguró que la muestra inaugurada hoy es “una exposición imprescindible, que permite conocer al Esteban Vicente más singular y más específico”.