Sanidad detecta un repunte de casos de paperas y sarampión

A. G. Mozo
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El sarampión resurge tras una década de erradicación en Valladolid, mientras que se triplican los brotes de paperas y tos ferina. Junto a la varicela causan medio millar de casos cada año. La mayoría son importados de Europa del Este

Enfermera administrando una vacuna. - Foto: El Día

Los movimientos ‘antivacunas’ y la globalización son los dos grandes factores con los que los expertos explican el incremento de casos de enfermedades vacunables que se ha registrado en los últimos años en la provincia de Valladolid. Este progresivo repunte de patologías que en España estaban erradicadas o en vías de extinción ha llevado a las autoridades sanitarias a lanzar recomendaciones para que todos los nacidos desde 1970, sin historia vacunal, acudan a inmunizarse frente a la triple vírica, ante ese creciente riesgo de contagiarse del sarampión en edad adulta.
Valladolid registró en 2018 cerca de medio millar de casos de todas esas enfermedades vacunables: 271 afectados por varicela, 149 por parotiditis (las paperas), 17 por tos ferina, cuatro por sarampión... Así se recoge en el último informe EDO (Enfermedades de Declaración Obligatoria) hecho público por la Consejería de Sanidad referente a 2018 y en el que aparecen 67 tipos de enfermedades, con más de nueve mil casos, de los que casi el 85% se refieren a personas con gripe, unos seiscientos fueron por contagios de patologías gastrointestinales (campilobacteriosis, salmonelosis, listeriosis...), los 441 de todas esas enfermedades  ‘vacunables’ y 165 por enfermedades de transmisión sexual, entre otras.
La Dirección General de Salud Pública pone el acento sobre todo en esas enfermedades vacunables –por tanto, que serían evitables– y que han hecho que el sarampión resurja desde (casi) la erradicación o que las paperas y la tos ferina se tripliquen en una década. «En los últimos años ha habido un fuerte movimiento ‘antivacunas’ que ha hecho mucho daño, después de que la vacuna de la triple vírica (la SRP, que cubre sarampión, rubeola y parotiditis) fuese relacionada con casos de autismo, lo que hizo que en ?muchos países de Europa descendieran las coberturas de vacunación. Esto ha propiciado que aparezcan casos de sarampión y parotiditis», según explica Carmen Pacheco, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad. «Esta situación ha hecho mucho daño a los programas de vacunación, aunque en Castilla y León tenemos coberturas buenas», reflexiona esta especialista, quien resume que «la consecuencia es que ahora hay más personas susceptibles de padecer la enfermedad y si a ello se le une el hecho de que la vacuna tampoco es efectiva al cien por cien, se forma cada cierto tiempo una bolsa de personas susceptibles de contraer una de esas enfermedades, sobre todo parotiditis, y de ahí que, de vez en cuando, aparezcan este tipo de brotes».
La triple vírica alcanzó al 93,4% de la población diana en Valladolid en 2018, debido a que acudieron a vacunarse 4.165 de los 4.460 niños nacidos en 2013 llamados a recibir su segunda dosis. En el caso de la primera, la cobertura alcanzó un 95,6%, después de que se vacunase a 4.017 de los 4.204 niños de 2016 que debían recibir su primera dosis.

SARAMPIÓN

Pacheco asegura que la situación en España respecto al sarampión «no es preocupante» y se mantiene el reconocimiento otorgado en 2016 por la OMS de ‘País libre de sarampión’. En esta misma línea, la directora general de Salud Pública recuerda que «los contagios de sarampión que han ido apareciendo en Castilla y León son casos ‘importados’, es decir, de personas, en general de países de Europa del Este, que vienen, por ejemplo, a visitar a sus familiares, el llamado ‘caso índice’, y que puede transmitir la enfermedad a todas las personas de su entorno que no están vacunadas». Pacheco asevera que «no hay casos de sarampión autóctonos», ya que «todos fueron siempre ‘importados’».
En Valladolid hubo cuatro casos confirmados de sarampión en 2018, dos menos que los seis de 2017, correspondientes a un brote a partir de un caso ‘importado’. En una provincia que llevaba casi una década sin casos de sarampión, ya que el último fue en 2008. 

PAPERAS

La triple vírica inmuniza contra el sarampión, la erradicada rubeola y la parotiditis, cuyos casos se han triplicado en el último año (y en la última década), hasta llegar a los 149 registrados en 2018 en la provincia. «Cada cierto tiempo se generan esas bolsas de personas susceptibles de padecer este tipo de enfermedad y, en efecto, en los últimos años estamos sufriendo bastantes brotes de parotiditis en diversos puntos de la Comunidad, sobre todo, en gente joven», detalla Pacheco, quien argumenta que «se dan dos circunstancias: que la vacunación con triple vírica no llega al 100% de cobertura, está en torno a un 95% con lo que ya hay un 5% de la población sin vacunar; y, además, hay que tener en cuenta que la eficacia de la vacuna está en torno a un 88 por ciento». «También se observa que circula un virus algo diferente al de la vacuna y, por ello, hay más personas susceptibles de padecer esta enfermedad», añade.
Pero en Salud Pública no solo hay preocupación por el aumento de casos de paperas, tos ferina (hasta 2013 apenas se daban entre uno y cinco casos al año y ahora se están multiplicando) o de ciertas meningitis, sino también por el repunte de las enfermedades de transmisión sexual, puesto que, tal como apunta Carmen Pacheco «hay una serie de enfermedades que están por encima de la media, de lo que se marca como el índice epidémico, y que, por ejemplo, se está observando un aumento de casos de hepatitis A, que, sobre todo, aparecen relacionados con prácticas sexuales; son brotes en hombres que tienen relaciones con hombres».

ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL

«Algo similar ocurre con otras ETS (enfermedades de transmisión sexual) como la gonorrea, la sífilis, las chlamydias...», añade Pacheco, que apunta que «aumentan por un cierto relajamiento en los métodos de prevención, especialmente en gente joven», hasta el punto de que se han multiplicado por cuatro en la última década, hasta las 165 de 2018: «Insistimos en que para mantener relaciones sexuales seguras hay que utilizar el preservativo, sobre todo cuando no conozcamos la historia sexual de la otra persona». «Hay una preocupación creciente en España porque se observa una tendencia creciente en todas las ETS».