La derrota ante el Girona en la pasada jornada de Liga evidenció los problemas por los que está pasando el Real Madrid, que le alejan de la lucha por el título y muestran un bloqueo mental y físico que resalta en Bale y Marcelo.
Llegaba el Madrid lanzado y con la adrenalina por las nubes de encuentros que decidían su temporada en tres competiciones: el clásico copero del Camp Nou, el derbi del Metropolitano y la vuelta de la Champions ante el Ajax. Pero ante los chicos de Eusebio Sacristán el equipo blanco frenó en seco su reacción y encajó dos goles a la mínima que rebajó el nivel de concentración e intensidad.
Comenzó bien frente al Girona pero perdonó la opción de sentenciar con ventaja por la mínima en el marcador, pensando que con poco serviría para hacerse con los tres puntos. La derrota por 1-2 demostró que el planteamiento fue un error.
A la bajada de exigencia se le sumó la necesidad de Solari de hacer rotaciones ante el desgaste físico que se sufre en febrero. Con las convocaciones obligadas, el entrenador argentino desdibujó aun equipo que llegó a jugar con cuatro delanteros ante el Girona, sin centrocampistas. Eusebio, que no conseguía ganar un partido desde finales de noviembre, le ganó la batalla técnica al descanso al hacer entrar a al 'Choco' Lozano y Portu y exigir valentía a sus jugadores, sin conseguir reacción ofensiva por parte de Solari.
Pero no solo en ese partido el Madrid tuvo problemas. Tres suplencias en los cuatro últimos partidos vuelven a convertir a Gareth Bale en suplente, que esta temporada recibía un papel de liderazgo que su última lesión en el sóleo enterró. Su vuelta no le ha convertido en figura obligatoria para el once titular y no consiguió aprovechar su oportunidad contra el Ajax, donde no brilló. Tampoco lo hizo ante el Girona, donde transmitió desgana tanto en el calentamiento en la banda como en los 25 minutos en los que jugó.
Marcelo es el otro centro de atención del cuadro blanco y es señalado en cada partido que juega, pese a que Solari quiere recuperar al brasileño. Con el paso de los minutos en el campo, su desgaste físico se hace cada vez más visible y fue clave en los dos goles que metió el Girona. Los resultados del equipo con él en el campo lo señalan directamente.
Ramos apercibido. Al Madrid le ha salido una nueva piedra en el camino. El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha desestimado el recurso presentado por el Real Madrid contra la tarjeta amarilla mostrada a Sergio Ramos en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, por lo que el defensa sigue apercibido de suspensión para el encuentro de vuelta contra el Barcelona. El Real Madrid presentó recurso ante Apelación junto a una prueba en vídeo pero el comité lo ha desestimado al considerar que no existe "la evidencia de un error material" que asegura el club blanco pero sí la intención de "derribar a un contrario cortando un ataque prometedor" que señaló el colegiado en el acta.