El regreso de Achero Mañas

EFE
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El director madrileño, que reaparece después de una década de silencio con el largometraje autobiográfico 'Un mundo normal', sostiene que "el cine como lo entendíamos ha muerto"

El regreso de Achero Mañas - Foto: Álex Zea

Diez años y un día, un período que «parece una condena», han pasado desde que Achero Mañas dirigió su anterior largometraje, algo que justifica porque se siente «incapaz de hacer una película sin las condiciones» que él cree «que se merece esa película».

Ahora regresa con Un mundo normal, un largometraje que le ha «reconciliado con el cine» y que presentó este domingo en la sección oficial del vigésimo tercer Festival de Cine en Español de Málaga.

«Nunca me he ido del cine» aunque «el cine como lo entendíamos antes ha muerto», aclara el director madrileño, que vuelve con un proyecto «muy personal y autobiográfico» protagonizado por Ernesto Alterio, a quien ha agradecido haber sido «tan generoso al meterse en ese lugar familiar que tiene unos círculos muy concretos a los que es difícil entrar».

Alterio interpreta a un excéntrico director de teatro que, para cumplir la última voluntad de su madre (Magüi Mira), roba su ataúd camino del cementerio para lanzar su cuerpo al mar.

Mañas estaba «muy preocupado por el tono» de la película, que «en cada secuencia y cada lugar surgiera esa mezcla de risa, de absurdo y de drama».

Va a estrenar el 11 de septiembre, en plena nueva normalidad, esta historia que se titula Un mundo normal, y se pregunta «cuáles son las normalidades», si acaso son «lo que la costumbre nos dice que es normal».

«Todos aparentamos una cierta normalidad -sostiene- pero vivimos continuamente nuestras singularidades. Si la normalidad es la de antes, prefiero no tenerla, y si la nueva es estar otros 10 años sin dirigir, prefiero cambiar, pero no voy a hacer una película en la que no crea porque tengo la posibilidad de vivir de otras cosas, y si no tengo poder sobre el discurso, no ruedo».

 

Universalización

En este sentido, Mañas considera que la pandemia «nos ha universalizado a todos, nos ha encerrado, nos ha hecho tener una experiencia colectiva vivida en núcleos pequeñitos, familiares, y estamos deseando volver a nuestras particularidades».

Quizás por sus orígenes en el teatro no concibe una película «sin ensayos» y, en este caso, hubo dos meses de trabajo previo al rodaje en el que otorgó «libertad total» a los actores y él se limitó a «conducir esa libertad». «Quiero que los actores participen del proyecto, porque me descubren muchas cosas de su propio personaje», subraya.