¿No es cierto, ángel de amor...

Óscar Fraile
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Amigos del Teatro volverá a representar hoy Don Juan Tenorio en el Zorrilla, como lo ha hecho «sin faltar un solo año» desde hace casi cuatro décadas • Se pondrán en escena seis funciones dirigidas por Carlos Burguillo

Comienza el ensayo. «¡Cuán gritan esos malditos! Pero mal rayo me parta, si en concluyendo esta carta, no pagan caros sus gritos». El Don Juan Tenorio que hoy nos ocupa es un caballero del siglo XVI que no tiene capa ni espada. Viste pantalón vaquero y camisa de cuadros blancos y negros. Se encarga de darle vida Vidal Rodríguez, uno de los actores aficionados que forma parte de la compañía Amigos del Teatro, que hoy volverá a subirse a las tablas del Teatro Zorrilla para poner en escena este clásico.


Vidal comienza con el texto. Se trata solo de un ensayo, pero él ya es Don Juan. Ya es tan franco como un estudiante, tan noble como un infante y tan bravo como un pirata. A unos metros, el director de la obra, Carlos Burguillo, toma apuntes en su libreta. Y aprovecha la primera pausa para dar instrucciones a los actores: «Cuando os desvanezcáis, no hagáis tanto ruido, y tened en cuenta que es mejor ir descompasados que correr para recuperar la posición».


Estamos inmersos en uno de los últimos ensayos antes del ‘preestreno’, que tuvo lugar el viernes en Íscar. Amigos del Teatro no ha faltado a su cita con esta obra desde hace casi 40 años. Siempre en fechas próximas al Día de los Santos, como manda la tradición. No en vano, una parte importante de la trama transcurre en el cementerio. El Zorrilla volverá hoy al siglo XVI con dos sesiones, a las 18.30 y a las 22.00 horas. Y repetirá los próximos días 5, 6 y 7.


Entre los espectadores de este ensayo está Félix Hernández, presidente de Amigos del Teatro y un apasionado de Don Juan Tenorio. Como lo fue el fundador de esta asociación, Ángel Velasco, el que impulsó este vínculo entre la asociación y el clásico del vallisoletano José Zorrilla. «El Tenorio es algo que no debe faltar nunca en Valladolid, aunque a veces nos lo estropeen», dice en referencia a algunas adaptaciones que, según él, son un «insulto».


En casi cuatro décadas Amigos del Teatro ha hecho muchos cambios en la escenografía, en los decorados y en otros aspectos, pero nunca en el texto. «Eso está blindado». Evidentemente, también han cambiado los actores, pero en los últimos años han conseguido cierta estabilidad en el reparto, lo cual supone dar buena parte del trabajo hecho a un director que, por cierto, también cambia «cada año o cada dos años».


En esta ocasión le toca el turno a Burguillo, «una autoridad dentro del teatro vallisoletano», que tomará el relevo de otros, como Juan Casado, Pedro Martín y Ángel María de Pablos. Este año solo se ha renovado el papel del escultor, y algunos están doblados.

El reparto. El reparto de esta obra está compuesto, en gran parte, por actores aficionados que en muchos casos pertenecen a otras compañías locales, como Trece de Junio, Tiramisú, Arcón de Olid y el Grupo de Teatro de la Universidad de Valladolid. «Es muy difícil que actores profesionales puedan igualar la forma que tienen de recitar el verso», opina Hernández. La experiencia, evidentemente, es un grado.


Y todos ponen su granito de arena para que esta tradición no muera, pese a las estrecheces económicas que han de superar. Por ejemplo, el alquiler del vestuario cuesta más de 6.000 euros, que salen de la parte de la taquilla que les corresponde. Pero de ahí también hay que pagar la cartelería y hacer frente al «maldito» 21 por ciento de IVA. Bien es cierto que, gracias a un acuerdo con el empresario Enrique Cornejo, desde hace algunos años pueden disponer del Teatro Zorrilla sin coste. Y con un gran éxito de público. «Vemos con satisfacción cómo muchos jóvenes acuden todos los años a ver Don Juan Tenorio», dice Hernández. El público, que es el que mantiene vivos los clásicos, sigue respondiendo. Y por eso el estado de salud de Don Juan Tenorio es bueno. El precio de las entradas es de 20 euros en palco y platea y 15 en anfiteatro.


Acaba el ensayo entre el aplauso de los propios actores. Hay que pulir algunas cosas, pero parece que todo está casi listo. Don Juan vuelve a ser Vidal Rodríguez y Doña Inés de Ulloa, Julieta Fernández. Se baja el telón por unos días para volver a subirlo hoy, con más tensión, pero con la ilusión intacta. Mucha mierda a todos.