La cámara de control de acceso a la calle Cánovas del Castillo ya está instalada. Este dispositivo de control tiene capacidad para multar a aquellos que se salten el cierre al tráfico particular de esta vía pero, de momento, "comprueba" quién accede, tal como aseguran fuentes municipales.
El Ayuntamiento refuerza así el control del tráfico en el casco histórico con una cámara lectora de matrículas, que se complementa con una mayor presencia policial para conseguir terminar con los conductores que se cuelan por las calles Cánovas del Castillo y Fray Luis de León, a pesar del cierre al tráfico privado de estas dos vías, y que, desde el pasado 30 de junio, se han restringido solo para el paso de autobuses, taxis y residentes.
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Este es uno de los punto donde más confusión se mantiene después de la nueva reordenación circulatoria puesta en marcha en estas últimas semanas en el casco histórico, implantando la llamada VA-10 –un carril de uso exclusivo para el transporte público (bus y taxis) que se convierte en una vía de circunvalación del centro– y cerrando Cánovas y Fray Luis de León al paso de vehículos privados, lo que está causando retenciones y atascos a ciertas horas del día en el corredor entre Poniente, plaza de la Rinconada, Cebadería, Ochavo y Fuente Dorada, así como en el giro, ahora ya obligatorio, hacia Bajada de la Libertad.