Esta semana ha concluido la temporada de sesiones de entrenamiento del proyecto ‘In Contraria Ducet’, llevadas a cabo por los voluntarios del Club de Rugby El Salvador en el Centro Penitenciario de Valladolid. Una iniciativa que cuenta con la colaboración de Cáritas Diocesana de Valladolid y en la que se ha celebrado un tercer tiempo con los internos, siguiendo todas las medidas de prevención y seguridad contra la pandemia, al igual que se ha hecho a lo largo del año, siguiendo las instrucciones marcadas por Instituciones Penitenciarias.

Este programa, que se desarrolla en el centro penitenciario vallisoletano por segundo año consecutivo, ha contado con sesiones semanales en las que se han combinado los ejercicios de entrenamiento de rugby, con tres sesiones mensuales, junto con una mensual en aula, enfocada hacia la reinserción, en la que se ha combinado el visionado de películas y vídeos relacionados con el rugby y charlas para que internos y voluntarios pusiesen en común sus sensaciones, hablando también sobre el deporte oval y sus valores.

“El proyecto ‘In Contraria Ducet’ es algo muy importante para nosotros, puesto que nos sirve para comprobar cómo el rugby puede ayudar también aquí. Sería imposible llevarlo a cabo sin la participación de Cáritas Diocesana y sin la colaboración de Instituciones Penitenciarias, con el personal del Centro Penitenciario de Valladolid también muy implicado. A todos ellos les estamos muy agradecidos”, afirma la vicepresidenta del Club de Rugby El Salvador, María Morán.

“Ha sido un año difícil, pero con un resultado bueno, en el que hemos conseguido cosas muy positivas tanto los internos participantes como los voluntarios que hemos acudido a acompañarlos en estas sesiones”, destaca Andrés Martín, responsable del proyecto y voluntario del Club de Rugby El Salvador. Martín añade que “esperamos que el año que viene puedan acudir más internos y que el programa siga siendo un éxito, como hasta ahora”.

Con la participación de más de una decena de voluntarios del club -incluidos varios jugadores de SilverStorm El Salvador- y de Cáritas Diocesana, los entrenamientos, en los que han tomado parte en torno a 15 internos cada semana, se han llevado a cabo en el campo de césped que los propios internos de la institución han habilitado en el recinto del Centro Penitenciario de Valladolid.

El objetivo para la próxima temporada, asegura Martín, es “crecer en número de participantes, una vez que la pandemia haya pasado, puesto que la acogida por parte de los internos de lo que les enseñamos en las sesiones ha sido maravillosa, y nos encanta que esto sea una actividad importante para ellos”.