Un plan para conocerse y convivir sin problemas

M.Rodríguez
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En la capital residen actualmente casi 17.000 vecinos de 120 nacionalidades diferentes. Además hay casi 6.400 que se han nacionalizado. Ambos grupos representan el 10% de la población

Un curso de la Policía Municipal para que los inmigrantes conozcan el Reglamento de Circulación. - Foto: Policía de Valladolid

E n Valladolid hay registrados actualmente vecinos de 120 nacionalidades diferentes. La ciudad es un gran crisol de culturas, lo que motiva que la convivencia no siempre sea fácil. Por eso el Ayuntamiento de Valladolid ha ido aprobando en los últimos años diferentes planes, el primero fue en 2005, para gestionar la diversidad sociocultural (étnica, lingüística, religiosa, cultural…) en los barrios. Un objetivo en el que profundiza el Plan de convivencia

Las zonas con mayor número de personas inmigrantes empadronadas son Delicias; Caamaño-Las Viudas; Rondilla; Pajarillos Bajos; Circular y Parquesol. Estas zonas estadísticas concentran casi la mitad de las personas extranjeras residentes en Valladolid. Por detrás están  Batallas, Cuatro de Marzo, La Rubia, Pilarica, San Juan II, Hospital y Vadillos. Esto zonificación permite concluir que la población inmigrante se asienta preferentemente en la zona este. El caso más significativo es el de la población procedente de Marruecos, que concentra más del 50% de sus nacionales en tres zonas de referencia (Pajarillos Bajos, Delicias y Caamaño Las Viudas).

Y una de las medidas que se han puesto en marcha gracias al nuevo plan, que estará vigente hasta 2023, son los cuatro mediadores que llevan trabajando desde febrero en la zona este, en la de Esgueva, en el centro y en la zona de Pisuerga. Su función será favorecer la convivencia a través de la resolución de conflictos. «Donde más se trabaja es en la zona este porque es donde hay más multiculturalidad y problemas de exclusión social», apunta la concejala delegada especial de Convivencia y Mediación Comunitaria, Carmen Jiménez Borja.

La edil explica que normalmente los conflictos se producen por «algún choque intercultural», pero que también se generan por problemas vecinales y de barrio, ruidos,... «Se trabaja dando a conocer a todas las partes la diversidad y el respeto por el otro», recalca. En esto también colabora la Policía Municipal y los centros educativos, donde se organizan cursos de referentes culturales y de estructuras de participación. 

formación. El presupuesto del plan para este año era de 400.000 euros y gran parte se dedica a este capítulo. De hecho, Jiménez reconoce que la población inmigrante da mucho valor a la formación. Ypone como ejemplo la alta demanda de cursos como el que se lanzó recientemente de apoyo al carné de conducir para personas con dificultades de idioma o el de acercamiento a la escultura de uñas para facilitar el acceso al mercado laboral. «Hay lista de espera en ambos», recalca Jiménez.

Además, ya ha arrancado el proyecto 'Aula Intercultural', donde se   ha implicado a todas las asociaciones y entidades que trabajan con las minorías.  Y la fórmula que se sigue es que ellos son los que proponen las actividades a desarrollar para mostrar la diversidad. Actualmente hay 34 asociaciones implicadas y la primera acción que se realizó fue con la comunidad mexicana y también una obra sobre la violencia de género con la comunidad gitana. «La demanda está siendo muy alta y es la base para propiciar una nueva identidad intercultural, que debe respetar los valores democráticos fundamentales, consensuados y compartidos. Además, también hay que poner en valor nuestro patrimonio común y la diversidad cultural, que debe reconocer la dignidad y los derechos humanos de cada persona», detalla.

Informes.

Otra parte muy importante de este plan de convivencia se centra en facilitar ayuda a las personas foráneas en los trámites administrativos. En lo que va de año, el servicio de la delegación especial de Convivencia y Mediación ha realizado casi 250 informes de arraigo social, que sirven para demostrar la presencia continuada en España del solicitantes y se usan para el permiso de residencia y también para solicitar la nacionalidad. El último dato oficial refleja que desde 2008 a 2016 se han concedido 6.356. Además, también se han realizado casi 250 informes de asesoría jurídica en el servicio de atención al inmigrante.