Rubén Río cumple 100 partidos en Liga Asobal

D.V.
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El jugador del Recoletas Atlético Valladolid alcanza el centenar de encuentros disputados en la máxima categoría, en cuatro temporadas repartidas en Gijón y Valladolid, y con tan solo 22 años

Rubén Río cumple 100 partidos en Liga Asobal

El jugador del Recoletas Atlético Valladolid Rubén Río ha cumplido 100 partidos en la Liga Asobal. El joven lateral derecho alcanzó esta cifra redonda en la última jornada ante el BM Benidorm, partido en el que consiguió además su mejor récord goleador de esta temporada, con 7 goles.

El gallego ha alcanzado los 100 partidos en la máxima categoría del balonmano nacional repartidos en cuatro temporadas: tres en el Recoletas Atlético Valladolid (2018-2019, 2018-2017, 2016-2017 ) y una en el Gijón Jovellanos (2014-2015). Rubén Río llegó al Recoletas Atlético Valladolid en la temporada 2016-2017, y en las tres temporadas que el equipo ha estado en Liga Asobal ha disputado 78 encuentros. En Gijón, con solo 17 años, el lateral coruñés pudo debutar en la Asobal y jugar 22 partidos.

Río, ahora con 22 años, ha ido cada año aumentando sus cifras goleadoras. En Gijón, en su año de debut en la Asobal marcó 33 goles. Ya en su primera temporada en el Recoletas Atlético Valladolid marcó 85 goles, 103 en la segunda y en esta campaña ya suma 65 goles, con un promedio de 3,2 goles por encuentro. En total, son 286 goles en la Liga Asobal.

En la última jornada ante el BM Benidorm, Rubén Río marcó 7 goles, su mejor marca goleadora esta temporada. Su récord anotador en un partido se encuentra en 10 goles, que anotó en la 30ª jornada de la temporada 2017-2018 ante el Ademar León.

“Muy satisfecho con los 100 partidos”, comenta el jugador. “En la actualidad del balonmano español a los jugadores jóvenes les cuesta llegar a la elite y por eso creo que es un gran logro haber alcanzado los cien con solo 22 años”, añade. “Espero cumplir unos cuantos cientos de partidos más aunque la liga va mejorando poco a poco, es más competitiva y es más difícil destacar. Es muy ilusionante continuar sumando en la Liga Asobal”.

Río debutó en la Asobal en Gijón y así lo recuerda: “En Gijón me dieron la oportunidad de debutar en la máxima categoría y además, para la edad que tenía, participé bastante en el juego del equipo e incluso con un rol importante en algunos momentos. La primera temporada se guarda en la memoria con mucha ilusión”. “Después me vine a Valladolid, una de las cunas del balonmano español, y aquí estoy cumpliendo mi tercera temporada, es la leche. Es una pasada jugar en un pabellón con tanta gente, el que más espectadores tiene de la Asobal. Estoy muy contento de jugar en este equipo en una ciudad con tanta tradición de balonmano”.

Su estreno fue en un partido ante el BM Guadalajara, en Gijón. “Estaba muy nervioso. Para mí era algo nuevo, venía de Coruña de jugar en un equipo amateur y no sabía nada de como es el mundo profesional. Aquel día jugué bastante, la mitad del partido creo, fue increíble, con el pabellón con mucha gente”. Además ese mismo día se estrenó como goleador. “Aquel día metí dos goles, el portero era Bombom Almeida, que ahora está en Granollers”, comenta Rubén.

Entre sus mejores recuerdos de este centenar de partidos, Rubén Río se queda con tres momentos especiales. “Uno de los mejores recuerdos fue en Gijón, en mi primer año en Asobal, cuando jugamos contra el Barça en el Palau. Anoté seis goles allí, con solo 17 años. Fue espectacular”.

“En Valladolid recuerdo muy bien mi primer partido oficial en Liga Asobal”, fue ante Puente Genil en Huerta del Rey, el primer encuentro en Asobal del club. “Perdimos, pero pese a la derrota mi recuerdo es muy positivo por jugar ante un pabellón tan lleno y con tanta pasión por el balonmano”, dice Rubén. “Y luego el encuentro de esta temporada ante el BM Benidorm en Huerta del Rey. Veníamos de una semana muy complicada por todos lo ocurrido con Abel, con el que llevo jugando mucho tiempo. Estábamos destrozados pero salimos, ganamos y demostramos que somos un equipo, una piña, que pese a la juventud somos capaces de hacer muchas cosas. Es un recuerdo precioso”, concluye Rubén.