Los niños saharauis vuelven a pasar el verano en Valladolid

Iñigo Seoane
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Los niños procedentes del Sahara Occidental participan este verano en el programa 'Vacaciones en Paz'

Recepción a niños saharuis en el Ayuntamiento - Foto: Jonathan Tajes

La Asociación Cultural de Amigos del Pueblo Saharaui cuenta este año con más de cuarenta niños para su programa 'Vacaciones en Paz'. Este proyecto busca todos los años que el mayor número posible de niños entre 8 y 12 años de los campos de refugiados, para que puedan tener una vida normal lejos de  "conflictos" y las condiciones climatológicas extremas. Este verano los niños llegaron el pasado 3 de julio y estarán en Valladolid hasta finales del mes de agosto. 

Esta mañana fueron recibidos en el Ayuntamiento de la capital por Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales, y Manuel Saravia, en calidad de primer teniente de alcalde. También estuvo presente Mohamed Labat Mustafa, delegado del Frente Polisario en Castilla y León. Durante el acto se destacó la solidaridad de las familias que apuestan cada año por acoger a uno de estos niños, que habitualmente residen en campamentos de refugiados, durante un periodo de dos meses.

Romero recordó lo importante que es que existan proyectos así "que tras muchos años de trabajo permiten compartir vivencias tanto aquí en España como en los campos de refugiados donde vivió un momento emotivo". La concejala apuntó que pudo conocer la situación de primera mano y casi se le rompió el corazón cuando le dijeron: "Os dejamos durante un tiempo a lo mejor que tenemos, a nuestros hijos". Saravia, muy breve, dio la bienvenida a los niños, les auguró un verano "genial", en el que lo van a pasar muy bien, y les transmitió a las familias su apoyo y "un abrazo muy fuerte" por su tarea.

"Todos nosotros estamos muy agradecidos a las autoridades del Ayuntamiento, al primer teniente Saravia y a las familias por acogernos", apuntó Labat, que en algunos momentos habló en árabe para que puedieran entenderle los niños que todavía "no comprenden el idioma del todo". Aprovechó para recordar la difícil situación que viven en su país de origen y la necesidad de que aprendan a ser niños "no sólo dos meses al año". Concluyó volviendo a agradecer la colaboración de todo el país en ayuda humanitaria, pero también ética y políticamente.