El Promesas también se garantiza la permanencia

D.V.
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El Real Valladolid B derrotó por 1-0 al Fabril y sumó los puntos que le hacían falta para mantener la categoría

El Promesas también se garantiza la permanencia

Otro objetivo cumplido. El filial del Real Valladolid, después de un año complicado y en el que siempre dio la cara, certificó la permanencia en el Grupo I de Segunda División B en la última jornada tras derrotar por 1-0 al Deportivo Fabril delante de una afición entregada y que abarrotó las gradas de los Anexos. Le bastaba un punto para evitar el “playout”, pero fue con firmeza a por un triunfo que, al término del curso, le coloca con 49 puntos en la undécima posición de la tabla clasificatoria. Un logró mayúsculo, según destaca la web del club.

El Promesas tenía las ideas claras desde el principio. Quería dominar con criterio y presionar con ahínco la salida de balón gallega. De este modo, apenas pasados dos minutos de juego, Javi Pérez pudo inaugurar el marcador tras un mal despeje del portero del Fabril. Su disparo golpeó en el poste.

Los hombres de Miguel Rivera tenían el colmillo afilado, pero fallaba la puntería, dado que apenas seis minutos más tarde un testarazo de Zalazar tras centro desde la derecha de Apa salió desviado. Una ocasión que preludió a una fase más espesa para los locales, quienes se topaban una y otra vez con la atenta defensa de cinco visitante. Le fallaba el último pase, de lo que se sirvió el Fabril para dar un pase el frente y encajonar a los blanquivioleta, aunque con escaso tino en los últimos metros.

Pero sobrepasados los 25 minutos de partido el Promesas recuperó la manija del duelo con un punto más de lucidez en los metros finales. Así, Pedrosa, primero, y Miguel, después, forzaron al cancerbero gallego a emplearse a fondo, aunque ya no pudo evitar el tanto local de Zalazar tras pase de la muerte Javi Pérez para culminar una gran jugada colectiva en el minuto 32. Un gol que dejó temporalmente grogui a los gallegos y que dio tranquilidad a los de Miguel Rivera hasta alcanzar el tiempo de asueto.

En la reanudación, El Real Valladolid B abogó por poner más pausa y mover el esférico a lo largo y ancho del terreno de juego. Miguel pudo aumentar la renta a los cinco minutos del segundo tiempo, pero su disparo al primer toque tras asistencia desde la izquierda se marchó fuera por poco.

Con el paso de los minutos, el encuentro perdió electricidad y el Fabril se animó a ahogar la salida de balón blanquivioleta, lo que se tradujo en instantes de incertidumbre y de mayor presencia visitante, aunque esta era estéril pues el conjunto vallisoletano se mostraba recio en defensa.

No titubeó y, a pesar de unos últimos diez minutos en los que el Fabril aculó en demasía a los blanquivioleta, supo defender su renta para, una vez llegó el pitido final, celebrar en el césped un triunfo importantísimo que pone el broche de oro a una temporada excelente en la que primer y segundo equipo alcanzaron sus objetivos. Miel sobre hojuelas.