El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha aprovechado el acto de homenaje a la factoría Flor de Esgueva en Peñafiel para destacar el momento "excepcional" de la treintena de queserías de la provincia gracias al "buen entendimiento" entre tradición y tecnología. No en vano, considera que el queso y el vino son las "joyas" agroalimentarias más destacadas. De ahí que apuntara que la institución provincial quiere aprovechar ese auge "muy importante" en los últimos para desarrollar la marca de calidad Alimentos de Valladolid, además de la organización de ferias y encuentros para llegar al mayor número de mercados posibles.  

Con motivo del 75 aniversario de la marca Flor de Esgueva, Íscar ha destacado, en declaraciones que recoge Ical, que esta quesería se ha convertido en un símbolo de calidad y desarrollo empresarial. "Desde una pequeña explotación a cargo de la familia  Massanes a un gigante de la industria agroalimentaria como Lactalis, que ha conservado la misma receta ancestral, hasta el punto de ser el estandarte de los quesos de la provincia", ha añadido.

El acto de homenaje, que también sirvió para dedicar una calle de Peñafiel a Flor de Esgueva, ha contado con la presencia del consejero delegado de Grupo Lactalis, Ignacio Elola, quien ha valorado la aportación de su marca al patrimonio cultural y gastronómico de la localidad de la Ribera. "Desde sus inicios en 1946, Flor de Esgueva ha buscado preservar la calidad y el carácter artesanal de este producto, además de mantener la receta tradicional elaborada con leche de las ovejas de la zona y ganaderías de la Comunidad", ha precisado.

No en vano, ha recordaro que el Grupo Lactalis está "fuertemente" arraigado al medio rural, además de expresar su "sólido" compromiso con la vertebración del territorio del itnerior y la lucha contra la España vaciada, con la recogida de la leche a 83 ganaderos de la Comunidad. En la actualidad, la factoría cuenta con 70 empleos directos para la elaboración de más de 4.000 toneladas de queso al año.