Angulo: "Canal Seminci nace con vocación de continuidad"

M.Rodríguez
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Javier Angulo, director de la Seminci, se muestra muy satisfecho de la programación de este año, de la que dice que es la mejor posible, además de calificarla de arriesgada y con una apuesta decidida por los nuevos creadores

Javier Angulo, director de la Seminci. - Foto: Jonathan Tajes

Javier Angulo lamenta que en la edición más compleja de la Seminci, cuando los cinéfilos tienen más hambre de cine, el festival solo pueda utilizar el 30 por ciento del aforo disponible por las estrictas medidas de seguridad impuestas para frenar la expnasión de la covid-19. Eso sí, se muestra muy satisfecho de la programación de este año, de la que dice que es la mejor posible, además de calificarla de arriesgada y con una apuesta decidida por los nuevos creadores. 

Eso sí, sabe que las limitaciones dejarán a muchos vallisoletanos con ganas de poder ver estas películas y ya está pensando cómo resarcirlos en la proxima edición. El director del festival también destaca las innovaciones tecnológicas como Canal Seminci y la Venta Cinéfila para que los escolares puedan disfrutar del cine del festival porque defiende que en los nuevos públicos en el futuro está la clave de todo.

¿Cómo afronta esta edición tan particular?

Normalmente un festival como este es una especie de puzle de 2.000 piezas, que hay que encajarlas todas. La gente no ve desde fuera lo que es esto. Solemos mover más de mil invitados, además de otra muchísima gente. Pero este año diría que estamos en ocupación y confirmaciones al 75 por ciento. Lo que está muy bien. 

¿Cómo se gestiona toda esta logística?

Hay un pequeño problema con la gente que tenemos que traer de Estados Unidos y del otro lado del océano. Y, además, con la imagen que está dando España tan terrible: el país más contagiado de Europa… no anima. Pero pese a todo, la gente está valorando que no nos rindamos, que hagamos un festival con público. 

Festival viene de fiesta y esto tiene que ser una fiesta del cine, donde la nueva cosecha de películas hay que ofrecerla a un público fiel, que las espera todo el año; con la crítica y los periodistas aquí, además de que la gente también pueda ver a los equipos de las películas en Valladolid porque eso crea afición. Además, estará la gente de la industria intentado arreglar el país debatiendo dónde vamos. Y todo esto dejará un valor añadido a la ciudad.

¿Ha sido todo un reto organizar el festival en medio de la pandemia?

En Francia, Thierry Frémaux, el director del festival de Cannes, decidió no hacerlo porque no podía meter gente en las salas. En una ciudad en la que se calcula que en diez días de festival recauda el 12 por ciento de todos los ingresos del año. Aquí también hay estudios de que la Seminci es un valor añadido importante, y más con la que está cayendo. Eso nos anima mucho a seguir haciendo el festival.

¿Ha sido difícil hacer la selección de películas?

Este año como ha habido una serie de festivales que han decidido hacerlo online o suspenderlo pues hemos tenido más propuestas de películas. Estoy feliz porque nunca habíamos hecho una selección que tenga todos los elementos: buenos directores, grandes películas, pequeñas primeras películas -que son casi la mitad de todas la programación-. No hay que por bien no venga.

¿Y el presupuesto es suficiente para afrontar esta situación?

Tenemos un presupuesto parecido al del año pasado. Cuando pasó la primera ola hicimos cuentas y pensábamos que podíamos ahorrar un dinero con cosas que no se programaban, pero nos lo estamos gastando en medidas de seguridad por la covid-19. Nos está complicando la vida soberanamente, pero además tiene un coste alto.

¿Espera que sean suficientes para que el público no sea reticente a entrar en las salas?

En los primeros 30 minutos de venta online de las entradas de la sección oficial se agotaron las del sábado y domingo. La gente tiene ganas. Valladolid es un festival que se siente de manera patrimonial. La gente considera que este es su festival. Y lo que no hacen el resto del año, porque se consume poco cine en invierno, lo hacen cuando llega la Seminci, que se echan a la calle para ver unas películas que valoran y que son estreno en España, y que igual no llegan a los cines. Además, quiero creer que hay un plus de querer apoyar al festival. Hemos hecho un esfuerzo que no está escrito para poder llegar hasta aquí, trabajando desde marzo con una ilusión enorme para que no pierda mucho respecto a otras ediciones. Y sienta muy bien ver que la gente reacciona.

¿Habrá alfombra roja?

Sí, pero tristemente sin público. Hay una alfombra roja por la que desfilarán actores y actrices muy conocidos, pero para los medios de comunicación y en la gala. Se verá a través de la Castilla y León Televisión, que lo retransmitirá. También son sin público todos los actos informativos. Por eso hemos creado Canal Seminici, algo de lo que estoy muy orgulloso.

¿Cómo funcionará?

Es un canal específico para retransmitir, como si fueran programas de televisión con tres cámaras, todos los actos informativos, estén o no estén aquí. También las mesas redondas, como el foro de mujeres que ensaña cine en España o la reunión con los festivales más importantes a nivel nacional para debatir sobre su futuro y el cine de autor. Y otros muchos eventos que al no poder abrirlos al público se retransmitirán por este canal al que se accede por nuestra web. Se podrá ver en directo o después porque quedará almacenado. Estamos intentando que el festival no pierda el interés del público por todo lo que rodea al cine.

¿Se plantea la opción de emisión en streaming por pago de las películas de algunas secciones?

Sí, a través de Filmin se puede acceder a Cine y Cambio Climático, Cine y vino, la retrospectiva de cine británico y todo el cine de los niños. En el caso de los más pequeños, en otras ediciones alcanzábamos un público de 31.000 escolares de lunes a viernes, este año en conexión con el Festival de Sevilla ponemos en marcha Ventana cinéfila, donde se programarán las mejores películas europeas de este año de manera gratuita. Esperamos llegar a 50.000 niños. Lo que no estará online serán las secciones en competición porque las distribuidoras no están dispuestas a dejar gratis una película para subirla a una distribuidora. 

¿La pandemia ha acelerado la modernización exprés del festival?

Canal Seminci es eso. El Salón de los Espejos del Calderón es un plató de televisión. Además, ese canal nace con ambición de tener más contenidos en el futuro. Voy a proponer al Ayuntamiento su continuidad para dar cobertura a las actividades que hacemos durante el año y casi no se habla de ellas, como Distrito y Territorio Seminci. Este año el día de Castilla y León se presenta Comunidad Seminci, que llevará las películas ganadoras del festival por todas las grandes ciudades de la región. También hacemos actividades como Cine Pajarillos o Forum de Mayores.

¿Es otra forma de conectar con los vallisoletanos?

Es una manera de acercar el festival a la ciudad. Cuando llegue este festival estaba muy bien, pero un poco ensimismado: sobrevivía, era muy para cinéfilos, aunque la ciudad respondía, pero no había grandes nexos ni con la ciudad ni con sus organizaciones. Ahora, me encanta destacar la relación que tengo con la Universidad, a la que hemos ayudado a poner en marcha el primer máster de cine para que además de guionistas y directores haya chicos que encuentren en las muchas profesiones que tiene el cine su futuro. 

Durante el año trabajamos mucho para que este no sea un festival de ocho días, y bastantes actividades de estas podrían reflejarse en Canal Seminci, donde además se podría poner, de vez en cuando, un ciclo de películas o los concursos que hacemos de cortos o que saquemos de nuestros archivos las entrevistas a nuestros invitados. Me gustaría darle una vida porque entiendo que es como crear un brazo audiovisual del festival. 

¿Se planteó incluir producciones sobre la pandemia?

A mí me parece demasiado. Ya lo estamos viviendo cada día. Todas las noticias son sobre esto. Es muy complicado. Qué contamos que no esté contado. Bastante serio es que no haya casi comedias, en un tono irónico e inteligente como nos gustaría poder programar. Pero, ¿más covid? ¿Para qué? Vamos a intentar ver películas que saquen a la gente del tema por un par de horas o descubrir historias potentes a través de los documentales que no están contando los medios de comunicación. El cine siempre ha sido una fábrica de sueños, y eso es de lo que se trata aquí. 

Lo que mantiene esta edición es la apuesta por los primeros directores. Y ha repetido que, además, con una programación que arriesga.

Siempre nos dicen que la Seminci está en un lugar de confort y hay que tomar más riesgos. ¡Venga! Vamos a ver qué pasa ahora porque cada vez que se me ha ocurrido tomar riesgos con películas arriesgadas me han dado caña. Una de las cosas por las que he peleado aquí es intentar hacer una programación de cine de autor no exclusivo, que no provoque rechazo en gente, que se entiendan todas las películas, que cualquiera pueda sentirse protagonista porque lo que tratamos es de conmover. Son historias muy humanas, que cuentan lo que pasa en este mundo. Creo que en estos años hemos conseguido que aumente el público capaz de ir a esas películas sin ninguna sensación de que va a ver un cine de cinéfilos, para entendidos. Cualquier persona puede ver las películas que programamos y emocionarse.

¿Eso también se aplica a la selección de reconocidos con las Espigas de Honor?

Esto no lo hemos tenido que forzar porque desde que estoy aquí siempre he hecho un esfuerzo por apoyar el cine español de autor, que lo hay y muy bueno. No es casualidad que abramos con una película española, con independencia de ser de Isabel Coixet a la que tenemos mucho respeto y cariño. En los trece años que llevó aquí creo que hemos abierto siete u ocho veces hemos abierto con películas españolas, pero además nos interesa lo que está pasando en el cine español. 

Este año hay una programación muy española. Además de Coixet, en la sección oficial hay una película de cine de animación que se llama Josep, sobre un refugiado español. En Tiempo de Historia también hay cuatro o cinco películas españolas que tienen que ver con la memoria reciente de España, entre otras propuestas. A veces está bien poder hacer de la necesidad virtud, y si es más fácil que vengan desde aquí una serie de gente pues lo que siempre ha sido, lo intensificamos.

Además, está el homenaje a Delibes en su centenario.

Es un ciclo corto porque todo se ha acortado. Tuve un gran ayuda de su hija Elisa, que me dio la lista de películas que su padre miraba una y otra vez. Hemos elegido dos, que son el yin y el yang: la parte de humor irónico e inteligente y el cine más dramático. Nos hubiera gustado dedicarle más películas. Y también tenemos un homenaje a Felline en su centenario con una película maravillosa sobre cómo trabaja él y a Goran Paskaljevi?, recientemente fallecido, que es el director que más Espigas de oro ha ganado. Creo que este año hay muchos atractivos y mucho cine por ver.