Las multas por ruido suben por las fiestas en los pisos

M.Rodríguez
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La limitación de los horarios en los establecimientos y las restricciones sociales hacen que se multipliquen las celebraciones caseras, sobre todo en viviendas de alquiler de estudiantes

Las multas por ruido suben por las fiestas en los pisos

Las intervenciones policiales por  denuncias de molestias causadas por ruidos se están incrementado en las últimas semanas en Valladolid. En lo que va de año, la Policía Municipal ya ha tramitado 568 sanciones por incumplimiento de la ordenanza municipal de protección de la convivencia ciudadana, pero la nueva normalidad impuesta por la covid-19 y el inicio del curso universitario ha motivado que cambie el perfil de las incidencias, que ahora se originan por fiestas en domicilios particulares. En 2018, se tramitaron 75 denuncias por ruidos domésticos.

Solo el pasado fin de semana, en la noche del sábado y la madrugada del domingo, los agentes intervinieron en más de una veintena de domicilios por ruidos, pero también por incumplir la limitación en las reuniones privadas de un máximo de seis personas. «Los últimos fines de semana están siendo muy intensos. No damos abasto para atender todas las llamadas», lamenta el subinspector del turno de noche José Antonio García. 

Las infracciones, que suelen conllevar multas de entre y 750 euros, se concentran los sábados noche, y un buen ejemplo es el del pasado fin de semana, que fue «bastante movido», con numerosas llamadas de vecinos que avisaban de ruido y música alta en algunas viviendas de sus bloques, como explican fuentes de la Policía Municipal. Unas denuncias por molestias que después se convierten en sanciones por no cumplir las limitaciones sociales impuestas por la covid-19, ya que los agentes al acudir a los domicilios comprueban que se incumple la orden de la Junta de Castilla y León que limita las reuniones privadas a un máximo de seis personas. «Se desaloja a todos los que no viven en el domicilio. Además, no suelen llevar mascarilla, algo que es obligatorio en interiores, y eso supone otra sanción más», enumera García. De hecho, muchos agentes se protegen con varias mascarillas en estas intervenciones, y en las que realizan en el interior de los establecimientos en horario nocturno, donde también se apunta que mucha gente no cumple la norma de uso de mascarilla. «La gente se la pone cuando nos ve y se la quita cuando nos vamos. Intentamos explicar que es necesario que se cumpla para evitar la transmisión, pero parece que no nos entienden. Esto genera mucha impotencia», lamenta.

Estas intervenciones no son siempre fáciles porque el «abuso» del alcohol motiva que en algunos casos algunas personas se pongan agresivas, lo que puede implicar otra denuncia por desobediencia, con una sanción económica de 600 euros. Aunque estas situaciones de riesgo de agresión para los agentes no solo se dan en los domicilios. La madrugada del domingo pasado, en la intervención en la plaza de Santa Cruz porque un grupo de 19 jóvenes formó una torre humana para tocar la campaña del palacio se produjo un conato de agresión. «Algunos jóvenes querían agredir a los agentes por sancionarles por no llevar mascarilla y no cumplir la distancia de seguridad. En este caso, otros del grupo les sujetaron y evitaron un problema», detalla.

medio ambiente. Desde este área se han registrado desde el 1 de enero 115 intervenciones (101 en locales y 14 en viviendas). En este caso, los inspecciones en los domicilios son por  ruidos de ascensores, calderas, puertas de garaje, climatizadores y ventiladores.

 

EL TESTIMONIO DE ... José Antonio García, subinspector de noche de la Policía Municipal «Hay intervenciones donde se ponen agresivos. Ha habido detenciones» 

Las limitaciones sociales impuestas por las administraciones públicas para frenar la expansión de la covid-19 están han motivado que se intensifique el trabajo de la Policía Municipal para vigilar su cumplimiento. Y en las últimas semanas las denuncias de vecinos por las molestias derivadas de fiestas de estudiantes en pisos de alquiler están requiriendo una especial atención de las patrullas del turno de noche. «Se están incrementado las llamadas. Siempre ha habido denuncias los fines de semana, pero ahora son más numerosas por el cierre temprano de todos los establecimientos», detalla el subinspector de noche de la Policía Local José Antonio García. La proliferación de fiestas en pisos, que lleva a que algunos incluso solo se alquilen para este fin, no siempre se salda con intervenciones rutinarias. «Acudimos por una denuncia de ruido, pero luego nos encontramos que no se respetan las limitaciones de las medias anticovid y eso también se denuncia», detalla. «Hay un porcentaje que no son fáciles porque se ponen agresivos. Eso implica que se puede sumar una multa por desobediencia (600 euros). Incluso ha habido detenciones», lamenta el subinspector. García explica que no pueden evitar sorprenderse por los comportamientos que detectan entre algunos grupos en las intervenciones en estas viviendas o en las inspecciones en locales.