Las familias celebran hoy la festividad del Día de la Madre como un acontecimiento muy especial y con el objeto de reconocer y agradecer su entrega y generosidad como un valor único e incomparable.

En la sociedad actual todo ha cambiado mucho y ahora las madres tienen más nivel educativo, mayor presencia en el mercado laboral, menos hijos y más tardíos que las de décadas atrás y, sin embargo, sigue existiendo una «clara asimetría de género» en la crianza  de los hijos que ejerce sobre ellas una «presión social extraordinaria».

España ha avanzado en igualdad y conciliación, pero no lo suficiente para que el reparto equitativo de tareas en el hogar sea una realidad. Así, la mujer sigue siendo la que más tiempo dedica al cuidado de los hijos, y también a las tareas domésticas.

Por ejemplo, el 96 por ciento de las madres afirman que son ellas las que visten casi siempre a sus hijos y el 84 por ciento asegura que son las que se encargan de alimentar a la familia, es decir, de hacer la compra y cocinar en casa, según una encuesta realizada por el IESE Business School a más de 6.000 mujeres.

Una realidad que poco difiere de la que vivían las mujeres de los años 70 y 80, cuando se normalizó la figura de la madre trabajadora, un acceso al mercado laboral que ha contribuido a cambiar el panorama demográfico actual y el desempeño de la maternidad.

Y es que, en 1975, el número de trabajadoras se situaba en 3,6 millones, cifra que subió hasta los 10,6 millones en 2013 y, desde entonces, los datos «se han estancado», tal y como aseguran desde la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

«El modelo familiar del varón sustentador ha dejado de ser el patrón mayoritario y está siendo sustituido a un ritmo muy rápido por el modelo de doble sueldo», sostiene la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Teresa Martín, que abunda en que la participación de la mujer en el mercado laboral ha dejado de ser un obstáculo».

Si en 1975 las mujeres tenían una media de 2,77 hijos, en 2017 esa cifra ha descendido más de la mitad hasta 1,31; también las españolas son madres más tarde: en 1978 se quedaban embarazadas por primera vez en torno a los 28 años (28,36) en tanto que en 2017 esto ocurrió pasados los 32 años (32,08), tal y como muestran los últimos datos del INE.

En este Día de la Madre, el reto sigue siendo aunar la conciliación a la corresponsabilidad porque «ambos progenitores están igualmente capacitados para criar y basta disociar la procreación de la responsabilidad de los hijos».