Un edificio para albergar a los menores tutelados por el Estado. Este era el objetivo a finales de la década de los 60 cuando se levantó en el barrio de Arturo Eyries el conocido como edificio Casa Cuna. Se eligió el lugar teniendo en cuenta los límites de la ciudad en aquellos años y fueron los arquitectos Isaías Paredes y Ángel Ríos los encargados de los planos. Hubo que esperar una década para verlo en funcionamiento. Los niños supervisados por las autoridades ya tenían un lugar donde residir.
El edificio cuenta con nos 7.000 metros cuadrados divididos en tres plantas y dispone de una gran versatilidad que ofrece diversas opciones. Una vez que finalizó su etapa como residencia tutelada, se le buscaron varios usos para mantener ocupado el espacio. Así, albergó el Conservatorio de Música y Escuela de Arte Dramático, antes establecidos en el Hospital Viejo. Los estudiantes acudieron hasta el barrio de Arturo Eyries por espacio de nueve años hasta que terminaron trasladándose hasta el Centro Cultural Miguel Delibes.
Fue entonces, en 2009 cuando el Ayuntamiento y la Diputación firmaron un convenio de cesión del espacio, algo más de 1.100 metros cuadrados, por un espacio de 50 años prorrogables por otros 25. El edificio empezaba a tener diversos fines, ya que dos años más tarde se abría el Centro Cívico Casa Cuna, que comenzó a dar servicios a unos 5.000 vecinos de los barrios de Arturo Eyries y El Palero. A su vez, en marzo de 2011, la institución ponía en marcha también su escuela infantil, con el objetivo de acoger a niños de entre cuatro meses y tres años residentes en municipios de la provincia cuyos progenitores trabajasen en la ciudad y a los hijos de los trabajadores de la propia Diputación.
Una de las habitaciones del interior de Casa Cuna. - Foto: J.TajesEl edificio está actualmente desaprovechado y el próximo curso no habrá guardería. Por ello, esta misma semana la Diputación ha ofrecido al Ayuntamiento la mayor parte del inmueble para su uso. Actualmente, el Consistorio ocupa unos 1.100 metros cuadrados en las dependencias del centro cívico y tendría la opción que ocupar la mayor parte del inmueble. Una parte, la que ocupa actualmente la guardería, iría destinada a un proyecto social, ya que será ofertada para el desarrollo de proyectos sociales en un procedimiento de libre concurrencia. Es decir, el Consistorio podría contar con prácticamente la totalidad del edificio, pero no con todo.
Fuentes municipales indicaron que desde el Ayuntamiento se estudiará la propuesta para comprobar su viabilidad, pero en conversaciones entre los máximos dirigentes de ambas administraciones quedó patente la dispobilidad del Consistorio a hacerse cargo del inmueble. No es la primera vez que representantes políticos de ambas instituciones mantienen conversaciones, aunque sean informales, sobre la posibilidad de llevar a cabo la cesión.
Actualmente, los costes para la institución provincial por el mantenimiento del edificio ascienden a unos 200.000 euros anuales. La cesión al Ayuntamiento se haría de forma gratuita por un tiempo aún por definir.
Evidentemente, las instalaciones necesitan una pequeña reforma después de haber permanecido durante muchos años cerradas, aun conservan los somieres y las pinturas en las habitaciones de los menores. El polvo y la suciedad son las características habituales en todas las dependencias y el patio interior, con una especie de piscina redonda, aún mantiene algunos bancos y se pueden ver incluso los carteles del centro de integración juvenil.
Se mantiene prácticamente intacta la cocina, donde se pueden ver los grandes fogones y fregaderos donde se cocinaba para los menores. Los largos y espaciosos pasillos permanecen igual que hace 20 años, al igual que las paredes.
El edificio se encuentra, en general, en buenas condiciones y ahora solo queda esperar durante un mes para comprobar si finalmente el Ayuntamiento se hace cargo del inmueble.