Los pequeños municipios de la provincia tienen un problema en la depuración de sus aguas residuales y son conscientes de que la solución conllevará años de trabajos e inversiones. Los propios ayuntamientos, junto con la Diputación y la Junta de Castilla y León, se han puesto manos a la obra para mejorar la calidad de los sistemas de depuración en las localidades que sí cuentan con ellos y para instalar nuevas infraestructuras donde no las hay. 

La Diputación de Valladolid destinará 1,6 millones de euros el próximo ejercicio para que más de 130 municipios comiencen sus proyectos para terminar el mandato, dentro de poco más de dos años, con sistemas de depuración dejando de verter sus aguas fecales a los ríos, arroyos y terrenos directamente.  

El diputado de Asesoramiento a Municipios, Fernando Esteban, indicó que se ha dividido la inversión en dos bloques. El primero, destinado a los municipios entre 500 y 2.000 habitantes, contará con una partida de 700.000 euros. En este caso, la institución ha firmado un convenio con la Junta para llevar a 34 municipios nuevos sistemas. «En algunos casos se tiene sistema de depuración, pero no se ha hecho ningún mantenimiento por su coste y están abandonadas», destaca el diputado. El coste será sufragado en un  40 por ciento por la institución provincial, otro 40% por el Ejecutivo y el 20% restante por los propios ayuntamientos. En el caso de que los consistorios quieran afrontar las obras, pero no tengan disponible la cantidad económica suficiente, será la propia Junta, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl), la que financie los proyectos. 

La Diputación estima que en dos o tres años todos los proyectos ya estarán en marcha y con previsiones de finalizar. La inversión prevista es de 17 millones de euros. El convenio firmado entre la institución y la Junta refleja que el pago se realizará en un periodo de diez años. «Nosotros destinaremos 700.000 euros cada ejercicio durante la próxima década, al final serán siete millones».

El diputado recalcó que ningún municipio está obligado a acogerse a este plan, pero sí consideró necesario recordar que la depuración de las aguas residuales «es una obligación» y que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) está vigilante de que se cumpla con la depuración de las aguas. 

La inversión en cada uno de los pueblos rondaría entre los 400.000 y los 800.000 euros. Esteban matizó que se ha realizado un estudio pormenorizado de las necesidades de cada uno de los municipios para conocer de antemano las necesidades y ya se han planteado por parte de Somacyl las actuaciones a llevar a cabo. 

Pero además de este primer proyecto de actuación. La Diputación también destinará el próximo año 900.000 euros de fondos propios para lanzar un plan provincial de depuración para los municipios de menos de 500 habitantes. Este plan llegará a un centenar de municipios en los próximos tres años. «Nuestra intención es que las obras puedan estar terminadas o, al menos muy avanzadas». 

En este caso, las obras que se deben llevar a cabo son de ámbito menor, con unas cuantías que oscilan entre los 9.000 y los 25.000 euros. La Diputación sacará a licitación pública en los primeros meses del próximo año las primeras actuaciones. La previsión es que todas las obras cuenten con un presupuesto cercano a los cinco millones de euros. Por ello, la institución tiene previsto continuar ejercicio tras ejercicio aumentando la partida económica destina a la mejora de la depuración en la provincia. «Es un proyecto para todo el mandato y esperamos que antes de que finalice puedan estar todas las obras terminadas».

fosas sépticas y balsas. Algunos de los municipios de menos de 500 habitantes ya tienen algún tipo de infraestructura, pero para otros habrá que empezar de cero. El diputado indicó que la previsión es que sea necesario realizar una inversión cercana a los cinco millones de euros para que todos los pueblos con una población equivalente inferior a los 500 casos pueda depurar.  

En la actualidad, se están barajando varias opciones, pero la mayoría se basa en la construcción de fosas sépticas donde se puedan depurar las aguas residuales. «Esta sería la actuación en la mayor parte de los casos. Puede que sea necesario una inversión de 120.000 euros en algunas casos, pero en otros será suficiente con 25.000». 

De esta forma, y entre los dos planes, más de 130 pueblos ya verán el próximo año por fin comienzan las obras para mejorar sus sistemas de depuración.