Un depósito de más de 45.000 libros espera que los cuatro bibliobuses de la Diputación Provincial, que realizan 36 rutas, vuelvan a la carretera para poder llevar este servicio a los vecinos de 153 municipios de la provincia, un servicio "muy agradecido" tanto por los adultos como por los escolares y jóvenes.
Así lo reconoce el coordinador de las bibliobuses, Fernando Freyre, quien recuerda que este servicio comenzó su andadura en 1986, con dos autobuses, con el objetivo de acercar los libros, la cultura, el entretenimiento a aquellos municipios que carecen de biblioteca permanente y que cada año registra unos 38.000 préstamos.
Con el paso del tiempo, el préstamo de libros se ha ampliado y se incluyen en los bibliobuses publicaciones periódicas y audiovuisuales y son unos 3.200 los documentos con los que cuenta cada uno de los cuatro bibliobuses, que cubren cada uno de ellos, nueve rutas en dos semanas.
Fernando Freyre reconoce, en declaraciones que recoge Europa Press, que este servicio "tiene una acogida tremenda" tanto entre los escolares y los jóvenes como entre los mayores, ya no sólo porque puedan acceder a un libro o a una película o a una publicación, sino porque para muchas personas mayores que viven en el medio rural, y muchas de ellas "en soledad", es un acicate "el poder hablar con alguien, el ser escuchado" por lo que acuden "puntuales" a su cita con la cultura.
De hecho, Freyre, que fue uno de los impulsores de este servicio, reconoce que a veces son como "psicólogos" sobre todo con aquellas personas mayores que viven solas y que encuentra en el bibliobus una persona con la que hablar, una persona que escucha, lo que ha llevado al coordinador de los bibliobuses, tras 34 de trabajo, a tejer una pequeña gran familia con muchos de los usuarios.
Por eso, en la situación actual de confinamiento y aislamiento, Fernando Freyre se sigue interesando por esa gran familia que ha creado y contacta con ellos, principalmente con las personas mayores, para saber cómo se encuentran para escucharles, y es que como él mismo explica conoce niñas que fueron usuarias y ahora son madres y son sus hijos lo que van a la biblioteca móvil a buscar libros o revistas.
Un servicio que hace, según Fernando Freyre que las personas que viven en el medio rural "tengan las mismas posibilidades" que quien vive en un pueblo donde si hay biblioteca permanente, aunque reconoce que ha visto como se han cerrado colegios en muchos pueblos, los más pequeños, y no sólo ha bajado el número de préstamos, es que se va muriendo "poco a poco".
Ahora los cuatro bibliobuses se encuentran en la Biblioteca de la Junta en Valladolid, a la espera de poder de nuevo salir a la carretera, de volver a esas plazas y colegios donde les esperan los vecinos de 153 municipios, algo que podría ser cuando toda la provincia se encuentre en Fase I, aunque Fernando Freyre apunta que será "complicado" por lo reducido del espacio de los vehículos.