Alan García dejó una carta en la que defiende su inocencia

Europa Press
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El expresidente de Perú, que se suicidó el miércoles antes de ser detenido por la Policía, afirmó que no tenía que sufrir "la injusticia" de ser detenido por presuntos actos de corrupción y que cumplió como político

Alan García dejó una carta en la que defiende su inocencia - Foto: Eduardo Cavero

El expresidente de Perú dejó escrita una carta antes de suicidarse, en la que indicó: "Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas para el pueblo, alcanzadas las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes". 

"Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos, por eso le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones, a mis compañeros una señal de orgullo, y mi cadáver como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios porque ya cumplí la misión que me impuse", manifestó. 

Así, defendió haber "cumplido la misión de conducir al 'aprismo' al poder en dos ocasiones e impulsar otra vez su fuerza social". "Creo que esa fue la misión de mi existencia, teniendo raíces en la sangre de este movimiento", apuntó en la carta. 

"Por eso, y por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de 30 años, pero jamás encontraron nada y los derroté nuevamente, porque nunca encontraran más que sus especulaciones y frustraciones", señaló. 

"En este tiempo de rumores y odios repetidos, que la mayoría creen verdad, he visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar o vejar y no para encontrar verdades", indicó en la misiva, cuyo contenido ha sido publicado por la agencia estatal peruana de noticias, Andina. 

En este sentido, el exmandatario puntualizó que "por muchos años" estuvo "por sobre los insultos" y se defendió de las acusaciones. "El homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran probar sus calumnias", agregó. 

"No hubo ni habrá cuentas, ni sobornos, ni riquezas. La historia tiene más valor que cualquier riqueza material. Nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí: otros se venden, yo no", remachó. 

La muerte de García ha conmocionado al país, que lo vio convertirse en uno de los presidentes más jóvenes del mundo cuando éste tenía 36 años. 

García gobernó Perú en dos mandatos -de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011- y en los últimos años ha hecho frente a las acusaciones vertidas contra él por presunta corrupción. En noviembre, solicitó asilo sin éxito a Uruguay tras refugiarse en la Embajada uruguaya en Lima.

 

El caso Odebrecht 

García estaba siendo investigado por presuntos sobornos en la construcción de dos tramos de la Línea 1 del metro de Lima, proyecto en el que estaba involucrada Odebrecht. 

La Policía detuvo el miércoles a Luis Nava, ex secretario general de Presidencia, y Miguel Atala, exvicepresidente, mientras que Enrique Cornejo, exministro de Transportes y Comunicaciones, se entregó. 

El expresidente siempre ha defendido su inocencia y el martes reiteró esta postura en un mensaje publicado en Twitter: "Como en ningún documento se me menciona y ningún indicio ni evidencia me alcanza, sólo les queda la especulación o inventar intermediarios. Jamás me vendí y está probado". 

Además de a García, la trama corrupta de Odebrecht ha salpicado a los también ex presidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuzcynski, así como a la líder opositora Keiko Fujimori. Todos aguardan la resolución de sus causas judiciales en la nación andina menos Toledo, que esta pendiente de la extradición desde Estados Unidos.