Tres años por alquilar una habitación a unos narcos

D.V.
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La pareja de traficantes, condenada a seis años de prisión, usaba la habitación alquilada como 'caleta'. La Policía encontró más de catorce kilos de 'speed' y hachís

La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena de tres años de prisión a la mujer de origen búlgaro Lyubov V.A. por arrendar a un matrimonio de la misma nacionalidad una habitación, a modo de 'caleta', donde la policía se incautó de hachís y de speed, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La pareja propietaria de la mercancía, Lyudmil L.Z. y Tsonka V.Z, ha sido condenada a penas de seis años y un día y cuatro años y un día y al pago de multas por importe de 500.000 euros, tal y como ya había pactado con el fiscal, si bien faltaba por ver cuál sería la decisión de la Sección Segunda de lo Penal respecto de los también acusados de origen búlgaro Lyubov V.A. y e Iván P.P, quienes se declararon inocentes y rechazaron llegar a un acuerdo con la acusación pública.

Pues bien, el fallo de la Audiencia Provincial recoge una pena de tres años para Lyubov V.A. y multa de 12.330 euros--le pedían ocho años--y 50 euros de multa y un año y medio de cárcel para Ivan P.P, seis meses menos de los que solicitaba para él la acusación pública.

Solo el hachís. En el caso de Lyubov V.A, el tribunal la condena tras recordar que el mero hecho de permitir el depósito de droga en su casa la convierte en autora, si bien rebaja la condena a tres años, en lugar de los ocho pedidos por el fiscal, al considerar que tenía conocimiento de la existencia de más de cuatro kilos de hachís en dicho habitáculo--por poco menos de 200 gramos no se le aplica la agravante de notoria importancia--, pero no de los diez kilos de speed también incautados por la policía en el marco de la Operación Queen.

La condenada había arrendado al matrimonio formado por Lyudmil L.Z. y Tsonka V.Z. una habitación en la calle Bailarín Vicente Escudero que la policía calificó como 'caleta' o espacio en el que la citada pareja ocultaba la mercancía.

La operación policial arrancó en noviembre de 2017 después de que los investigadores recibieran informaciones acerca de una pareja que presuntamente se estaba dedicando a la venta de estupefacientes en los alrededores de la calle Pólvora.

Los agentes comenzaron a investigar y comprobaron cómo al lugar acudían clientes habituales de los locales nocturnos de la ciudad con numerosos antecedentes.

La investigación fue compleja debido a las numerosas medidas de seguridad adoptadas por el matrimonio que se dedicaba a la venta del menudeo para detectar cualquier presencia policial.

Los investigados disponían de un piso de "seguridad" en Bailarín Vicente Escudero donde almacenaban y manipulaban el speed y el hachís. Además, utilizaban enlaces para llevar la droga del citado inmueble al de la calle Pólvora, donde residía el matrimonio.

La mercancía, tal y como explicaron en su momento fuentes policiales, se distribuía en locales de ocio de la ciudad y la provincia a través de diversos traficantes que se abastecían en el domicilio del matrimonio para proceder, después, a su venta al menudeo.