El Recoletas Atlético Valladolid, sin apenas tiempo para recuperar las fuerzas tras el encuentro ante el Bidasoa Irún, se enfrentará este viernes a "otro hueso duro de roer", el Incarlopsa Cuenca, con "muchas incógnitas" en la plantilla.

Lo ha advertido este jueves, en rueda de prensa telemática recogida por Efe, el técnico David Pisonero, quien no podrá contar para este compromiso ni con Víctor Rodríguez ni, "en un 99%", con Turrado, aunque la presencia del defensor en la expedición azulona dependerá de su evolución en las próximas horas.

Además, está también pendiente de la progresión de otros jugadores, como Nico López o Álvaro Martínez, porque se está primando la precaución y, por tanto, podría verse obligado a completar la lista de convocados con la presencia de más jugadores juveniles, que se añadirían a Alejandro Pisonero y a Sergio Casares.

A esto se suma el "enorme esfuerzo físico" que realizó la plantilla vallisoletana el martes, ante el cuadro irundarra, y que suele pasar factura, sobre todo en veteranos como Diego Camino, lo que complica aun más un partido que ya lo es sin todos estos hándicap.

De hecho, tal y como ha indicado Pisonero, el cuadro manchego tiene "un sistema de juego más lento", que no beneficia a su equipo, "un bloque defensivo", formado por Ponciano, Moscariello, Carlos Fernández y Pizarro "que le proporciona goles rápidos", por lo que será fundamental "frenar la sangría de pérdidas de balón".

"Lo que más me preocupa es que mis jugadores no tengan bajones físicos ni de vacío de juego, para evitar que haya un parcial letal que acabe con nuestras opciones antes de tiempo", ha añadido Pisonero, quien ha advertido sobre las "acciones individuales de jugadores como Simonet o Ponciano".

Durante estos días ha tratado de "recomponer filas para ver hasta dónde y cómo" pueden llegar a este partido, que "marcará la situación en la que va a quedar el Recoletas al final de la primera vuelta", que aun les depara enfrentamientos ante rivales de la talla de Granollers, Ademar o Anaitasuna.

En este sentido, Pisonero se pregunta "qué habría pasado" de haber jugado ante equipos como Bidasoa en la fecha en la que les correspondía, es decir, hace un mes, puesto que los vallisoletanos iniciaron a un gran nivel la temporada, hasta que tuvieron que sufrir el parón tras la aparición de los positivos en Covid. "Pero no es momento para quejarse, sino de seguir adaptándose a la situación, de continuar tirando de improvisación y de tratar de recuperar a los jugadores de manera individual, que es lo que más me preocupa, porque hay que hacer encaje de bolillos para hacer una alineación competitiva, y están haciendo un gran esfuerzo", ha precisado.