Conor McGregor nunca ha pasado desapercibido desde llegó a la UFC (Ultimate Fighting Championship) en 2013. Se puede decir que su carrera ha sido tan brillante en el octógono como controvertida fuera de él.

El debut

El irlandés aterrizó en la máxima categoría de las artes marciales mixtas en Suecia, en 2013, después de aprender el oficio de fontanero durante su vida en Dublín. En aquel combate de UFC se enfrentó a Marcus Brimage, a quien mandó a la lona en el primer asalto.

Su mejor mánager

En numerosas ocasiones ha demostrado que quien mejor le representa es él mismo. Cuando llegó a la disciplina, lo hizo por todo lo alto, haciéndose notar entre los promotores de la UFC: “Cambiaré vuestras vidas de probretones. Cuando me contratéis, sera una celebración. Llama a casa y dile a tu mujer: McGregor nos ha hecho ricos, ponte la lencería roja”.

El primer K.O.

Presentándose ya con el apodo de The Notorious, le arrebató el cinturón de campeón del mundo del peso pluma UFC 194 a José Aldo en 2015. Después de 13 segundos de pelea, un espectacular nocáut dejó fuera de combate al brasileño. Nunca antes un luchador había ‘besado la lona’ tan pronto en la historia de esta disciplina.

Doble cinturón

En 2016, el irlandés peleó contra Eddie Álvarez por el título de UFC 205 de peso ligero, convirtiéndose, tras ganarlo, en el primer luchador en ostentar dos cinturones de campeón mundiales de dos categorías distintas.

La primera retirada

En 2016, McGregor no aceptó ir a Las Vegas para promocionar su combate de revancha contra Nate Díaz, en esos momentos el único rival que había logrado vencerle en el octógono. Al negarse, la organización de la UFC le apartó del evento y su retirada del deporte parecía un hecho, alimentada además por un mensaje de la estrella en su cuenta de Twitter: “He decidido retirarme joven. Gracias por el dinero. Los veré más tarde". Sin embargo, el irlandés reculó a los pocos días.

El combate del “siglo”

Para agrandar su fama y demostrar que “no tenía rival”, McGregor decidió probar suerte en 2017 en el boxeo profesional. Para debutar, no podía tener mejor rival: la leyenda Floyd Mayweather Jr. Lo que se hizo llamar ‘el combate del siglo’, por la categoría de ambos luchadores y por el dinero que había en juego en cuanto a publicidad y espectáculo, terminó con el noqueo del estadounidense al irlandés en el décimo asalto. Poco después, el propio McGregor lo calificó de “circo”.

Las multas y los excesos

Ese mismo año, McGregor fue multado con 400 euros por exceso de velocidad al ir conduciendo por Dublín a 160 kilómetros por hora por una carretera con límite de 100. Ante la cantidad de la sanción, el irlandés sonrió, irritando a la magistrada: “¿Cuánto gana? Se lo tengo que preguntar y, por favor, no me diga que 110 millones en un día”, preguntó la mujer. “No. Son 140 millones”, contestó el luchador.

Ya en octubre de 2018, participó en otro combate mediático. Llamado UFC 229, el evento por el Campeonato Ligero de UFC estaba protagonizado por el actual campeón de la categoría, el ruso Khabib Nurmagomedov, y el ex campeón de peso pluma y peso ligero, McGregor. La pelea terminó con la victoria del ruso y una tangana fuera del octógono entre los luchadores y los miembros de sus equipos, que conllevó a la suspensión temporal de ambos deportistas.

Por si fuera poco, el irlandés tuvo que pagar una fianza de 50.000 dólares días más tarde por tres cargos de agresión y otro de vandalismo por un altercado en un aparcamiento de Brooklyn, Nueva York. Las cámaras de seguridad le captaron fuera de sí, arrojando objetos a través de la ventana de un autobús que transportaba a peleadores de la disciplina, después de perder en el UFC 229.

El pasado 11 de marzo, el luchador fue arrestado en Miami Beach, acusado de robo y conducta criminal por pisotear y llevarse el teléfono de un seguidor que trató de fotografiarlo.

La segunda retirada

McGregor anunció el pasado 26 de marzo su retirada de la UFC, también a través de Twitter y justo el día en el que el New York Times anunció que Irlanda le había abierto una investigación por una agresión sexual que habría tenido lugar el pasado mes de diciembre. Pero parece que esta vez, tampoco es la definitiva.