El ascenso, en manos del CSD

M.B
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El Consejo Superior de Deportes tendría la última palabra en el caso de que la ACB, que sigue sin pronunciarse sobre los requisitos que debería cumplir el Carramimbre CBC Valladolid para ser uno de sus socios, no acepte una Liga de 20 equipos

Sergio de la Fuente, capitán del CBC Valladolid. - Foto: CBC Valladolid

La Federación Española de Baloncesto decidió el pasado 25 de mayo dar por concluida la temporada 2019-2020 en la LEB Oro. Ello conllevaba que el título y uno de los ascensos a la ACB, ahora Liga Endesa, fuesen para el Carramimbre CBC Valladolid. Un ascenso inimaginable en tierras castellanas al inicio del año deportivo y que ahora debe materializarse desde el prisma institucional y económico. Ninguno de los dos, a día de hoy, están garantizados. La ACB debería ser la primera en hablar. Y aún no lo ha hecho. Aunque la última decisión estaría en manos del Consejo Superior de Deportes, tras el acuerdo entre la propia ACB y la Federación para que siempre hubiese ascensos. La intermediación del CSD fue clave y puede ser decisiva esta temporada.

Por el momento, la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), presidida por Antonio Martín, sigue sin pronunciarse, ni sobre la aceptación de los dos ascensos propuestos por la Federación (Carramimbre y Delteco Gipuzkoa, primero y segundo de la LEB Oro) ni sobre los requisitos a cumplir para ser socios de esa ACB la próxima campaña. Requisitos económicos duros, pero mucho más accesibles que hace unas temporadas. 

La pelota, por lo tanto, se mantiene ahora mismo en el tejado de la ACB, inmersa en la organización de su Fase Final por el título, del 17 al 30 de junio en Valencia, y que no se ha hecho ninguna comunicación oficial salvo una declaración de su presidente días antes de la decisión federativa: «El año que viene, por mil motivos, los clubes entienden que ser 20, con la que está cayendo y con la que nos viene encima en la 2020-21, es una dificultad extrema y lo ideal es que seamos 18 por muchos motivos». Antonio Martín hablaba de la opción de pasar a una Liga de 20 equipos con los ascensos de vallisoletanos y donostiarras, toda vez que decidió que no hubiese descensos esta campaña.

Sin fechas oficiales, puede que la ACB espere a la conclusión de esa Fase Final para hacer una declaración institucional. Y los tiempos se comprimirían. Hasta la pasada temporada, los clubes que ascendían tenían de tope el 15 de julio para cumplir con los requisitos económicos para entrar en la ACB (previo paso de una dura auditoría).El desembolso rondaría los 4 millones sumando el valor de participación, lo que era el antiguo canon, que está entre los 1,6 y los 1,7 millones más IVA (una cuarta parte se pagaría antes de empezar la Liga); la obligatoriedad de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva (en el caso del CBC), algo que puede estar en el aire si se aprobase la nueva Ley del Deporte, que supondría el desembolso de 1,8 millones (100.000 euros ahora y el resto en un año); los 50.000 euros de derechos de inscripción y los más de 2 millones de presupuesto mínimo. A ello habría que sumar un aval (prenda) de unos 700.000 euros. En las últimas temporadas han ido variando un poco las cifras hacia arriba aunque lo normal es que en la presente se mantengan similares a las expuestas. 

Mientras, en Valladolid, desde el Carramimbre CBC, se mantiene la prudencia y el silencio. Se trabaja en todas las opciones, incluida la de tener que acudir a los tribunales, como ya hiciese Obradoiro hace años, en el caso de que la decisión de la ACB fuese la de no aceptar ascensos y la resolución del CSD fuese la contraria.

El tiempo corre en contra de la entidad en el apartado deportivo, con ofertas de fuera ya para su técnico, Hugo López; y algunos de sus jugadores, aunque en el institucional y en el económico, ese tiempo puede ayudar a sentar las bases de un acuerdo con el Real Valladolid y la entrada de nuevos patrocinadores, como esa posibilidad ya abierta de dar nombre al pabellón Pisuerga para las próximas temporadas.

El club no ha ocultado lo complicado que es hacer frente a las exigencias económicas para entrar en la ACB. Y más en las actuales circunstancias, con muchos de sus patrocinadores ‘tocados’ por la pandemia. Pero no renuncia ni renunciará a ello.

Por eso, espera a que la ACB se pronuncie de manera oficial y en el caso de que no diese luz verde a esa Liga de 20 equipos pediría al CSD que hablase... se espera un mes largo, con trabajo de despachos...