Defienden la influencia del sector forestal en la PAC

D.V.
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Rubén Valbuena, docente vallisoletano de Ciencias Forestales en la Universidad anglosajona de Bangor, destaca que el aumento de la capacidad de detectar la deforestación vía satélite ayudará en Castilla y León a tener alertas para actuar rápido

Defienden la influencia del sector forestal en la PAC

“Una situación ideal para Castilla y León sería que la PAC incluyese actividades encaminadas a generar y mantener bosques y otros tipos de ecosistemas y subvencionar los servicios”. Así lo asegura el profesor vallisoletano Rubén Valbuena, docente de Ciencias Forestales en la Universidad anglosajona de Bangor, quien aboga por una mayor influencia del sector forestal en la política agraria común para mejorar las capturas de carbono, mantener la biodiversidad y combatir la erosión, entre otros.

Para ilustrar esta necesidad, pone el ejemplo del Reino Unido, donde el sector forestal era “muy pro Brexit y la única razón era la PAC”: “Ellos decían que en el momento que salieran de Europa insistirían al Gobierno británico en que promocionara los bosques y no se centrara solo en la agricultura”.

Valbuena, quien recientemente publicó un artículo en la revista Nature para replicar con datos de detección por satélite un informe que presentaba un escenario de grandes talas abruptas en Europa, señala que otra de las notas positivas se encuentra en el hecho de que se puedan utilizar correctamente estos datos de satélite para informar “apropiadamente de las políticas europeas”, como es el caso de la Estrategia Europea Forestal para la próxima década, que está en estos momentos en fase de negociación. 

Valbuena explicó en declaraciones a Ical que en los últimos años ha aumentado la capacidad de detectar la deforestación y la degradación forestal vía satélite. “En Castilla y León, y España en general, esto nos va a ayudar a tener alertas rápidas para detectar estos problemas y actuar rápido, porque con el cambio climático cada vez se reproducirán con mayor frecuencia”, advirtió. Ello podría tener bastante peso en la mal llamada 'España vaciada', porque contribuiría a plantar bosques o evitar incendios, pero con la “influencia de la PAC”.

Precisamente, este es el hecho que el profesor vallisoletano ensalzó en su artículo en Nature: “Cada vez somos mejores en detectar la deforestación por satélite; y vamos a acabar llegando a un punto que nos ayude eficazmente a proteger nuestros bosques y combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad”. Esta afirmación la hace para aconsejar que los datos y técnicas “se utilicen con más cuidado”, para que las políticas que se deriven “no queden malinformadas debido a un uso erróneo de ellas”.

Todo ello arranca, recordó a Ical, en julio de 2020, cuando la prestigiosa revista publicó un articulo “que tenía errores de detección y que ha influenciado las negociaciones de la Estrategia Forestal Europea”. Aquel informe del JRC, un instituto que pertenece y trabaja para la Comisión Europea, manejó datos que habían modificado ciertos algoritmos y que ni siquiera “contrastaron”. Tuvo bastante repercusión y “salió en varios medios de gran tirada y se armó mucho jaleo”. “Me vinieron a preguntar el Instituto Forestal Europeo y les dije que estaba mal y lo que hicimos fue replicarlo y lo enviamos a mucha gente en toda Europa. Aunamos la opinión de expertos, con los que contactamos. Principalmente donde estaban los puntos rojos del informe, que señalaban como lugares con talas forestales abruptas desde 2015. Y nos constataron lo que pensábamos. Que eso no había sucedido. Enviamos una respuesta en 72 horas porque recogimos evidencias de por qué no era así”, recordó. De hecho, la propia Comisión Europea conversión con los estados miembros para preguntar “si estaban cortando de más en sus países”.

Por ello, a raíz de ese documento, el equipo de Valbuena ha trabajado con los estados miembros, “pero queda mucho por hacer”. De hecho, lamentó que aquel artículo “ha estado afectando al VI informe del panel intergubernamental de cambio climático (IPCC)”, en el que también ha participado este experto “para poder dar el rol que los bosques europeos se merecen en términos tanto de mitigación, como adaptación al cambio climático”.

Sequías en Castilla y León

Valbuena destacó que lo más “positivo” de todo esto es que ha quedado demostrado que a través del buen uso de los datos por satélite cada vez se detecta mejor la deforestación y las políticas europeas “están mejor informadas”. “El tema más importante ahora es la repercusión de los desastres naturales, inducidos por el cambio climático”, sentencia. En España, por ejemplo, se han identificado zonas que habían sido atacadas por la procesionaria del pino o que sencillamente habían perdido hojas por sequía, que en el satélite figuran como deforestadas, aspectos que confundió a los autores del JRC. Ello coincidía con los datos que había facilitado el Gobierno central. En Castilla y León, precisa el profesor vallisoletano, se han notado efectos de sequía, de defoliación, con “puntos rojos al norte de Burgos, que coincide con un aumento de sequía”.

Pero Valbuena insiste en que lo más interesante para la Comunidad reside en que la PAC avance hacia el mantenimiento de los bosques y “que ello sea un buen negocio”. “Que no sea mejor tener cultivos de secano. La PAC debería entrar y ser provechosa para que haya gente que quiera meterse en tema forestal en Castilla y León, porque tendremos mejores ecosistemas y capturas de carbono. Son políticas que llegan de Europa y que importan mucho a la Comunidad. Y los datos de detección por satélite servirán para monitorear que esto se está haciendo bien”, ensalzó.

Entre los otros problemas identificados en el viejo continente, Valbuena traslada que en Alemania se han observado caídas de plantas y un escarabajo que está afectando en el este del país germano y en la República Checa. “Todo ello cada vez irá a más por los efectos del cambio climático y poder vigilarlos así es fundamental”, matizó. 

El estudio de JRC ha situado todos los escenarios en contra de las talas de la industria, pues estimaban que éstas habían crecido un 69 por ciento en dos años. “Se les fue la mano. Es una barbaridad y desde el punto de vista práctico es imposible. Lo que sí hay es mucho insecto que está atacando bosques de zonas menos cálidas y de repente se encuentran en zonas más cálidas por el cambio climático”, comentó Valbuena, quien explicó que, “aunque llame la atención, a veces se ve mejor el bosque desde el espacio que desde el lugar”. “Está el refrán de que los árboles no te dejan ver el bosque; pero es que el satélite te permite miradas generales para combatir el cambio climático”, defendió.