La prevención como receta ante los conflictos en el aula

D.V.
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Santiago Miranzo apuesta también por formar alumnos mediadores para resolver esa conflictividad. El experto ofrecerá esta tarde en la Feria de Valladolid una charla para profesores promovida por la Fundación Schola, que retoma sus jornadas presencial

Grupo de escolares a la salida de clase. - Foto: Efe

El doctor en Educación, 'coach' escolar y creador del modelo 'Inserte' de mediación escolar Santiago Miranzo, protagonizará en la tarde de hoy miércoles la XVII Jornada para profesores 'Un nuevo desafío', promovida por la Fundación Schola, con el lema 'Cómo resolver los conflictos en el aula'. En su intervención, con la cual la institución retoma las actividades presenciales, pondrá sobre la mesa "herramientas, tácticas, programas y modelos" que puedan ayudar al profesorado a solventar posibles conflictos cotidianos.

Tras reconocer el "ingente esfuerzo" realizador por los profesores durante el pasado curso escolar, Miranzo adelantó en declaraciones a Ical que hay dos vías posibles para abordar los conflictos: una preventiva y otra con intervención directa con chavales en riesgo de exclusión o que presentan distintas dificultades. Antes, señaló, es clave el autoconocimiento que los docentes tengan de su aula y de cuanto ocurre en ella.

"Todo lo preventivo tiene que ver con el trabajo de habilidades sociales, inteligencia emocional… Prevenimos porque si les damos a los alumnos competencias para que sepan escucha activa y para que sepan comunicarse mejor, los estudios indican que, cuando surja el conflicto, van a poder poner en marcha alguna de esas habilidades que han aprendido", relata.

Si el conflicto ya ha saltado, pese a la prevención o debido a la falta de ella, es el momento de poner en marcha programas como 'Ayuda entre iguales', con los alumnos ayudantes, donde son otros estudiantes, formados previamente, los que ejercen como tutores de otros compañeros. En este momento también existen programas de mediación y de alumnos cibermentores, para todo lo relacionado con las redes sociales. 

"Formamos a los chicos para que sepan ayudar a resolver los conflictos a sus propios compañeros. Yo he estado en el colegio Padre Piquer en Madrid entre el año 2000 y 2018, y allí he formado más de cien mediadores escolares. Es una gozada, porque no hay nadie mejor que los propios chicos de las mismas edades para entenderse entre ellos, ayudarse a solucionarlo y gestionarlo de la mejor forma posible", defiende Miranzo. 

Grupos heterogéneos

Para desarrollar a esos formadores, es preciso, explica, crear grupos de entre cinco y veinte personas, donde no estén solo los mejores alumnos o los más brillantes en las relaciones sociales, sino que estén representados todos los colectivos presentes en el aula, desde el 'macarra' de la clase al líder, tanto en positivo como en negativo. "En esa formación para que sean mediadores se genera un espacio precioso en el que muchas veces empiezan llamándose de todo o llevándose fatal, pero una serie de reflexiones hacen que empiecen a madurar, se sienten útiles, que aportan algo al colegio, y les viene muy bien porque aprenden a respetarse entre ellos", explica. 

Según explica Miranzo, la mediación y la figura de los alumnos ayudantes se puede aplicar a todas las edades, "desde infantil, pero es especialmente importante a partir de tercero y cuarto de primaria, ya que hay varios estudios de acoso escolar que dicen que en esos años se produce mucho acoso escolar y que es un momento muy importante para empezar a trabajar con ellos ya estas estrategias. Luego en quinto y sexto de primaria se hace mucha mediación informal en los patios, y sobre todo en secundaria trabajamos la mediación escolar y los alumnos ayudantes que se ayudan unos a otros". 

Tras muchos años trabajando sobre esta materia, Miranzo explica que ha desarrollado su propio modelo de mediación, que denomina 'Inserte'. En él apuesta por desarrollar una actividad que haga que la gente se sienta incluida, y pueda desarrollar sus capacidades sociocognitivas. "Después de que los alumnos mediadores aprendan a saber comunicarse bien, se producirá una inserción, que es la que hace que la gente sienta que forma parte de algo y que aporta algo a su colegio. Y el último paso es la integración, que permite que se sientan más a gusto, y que sientan que pueden apoyarse en el mediador", resume.